Diciembre comenzó con el trámite de conclusiones definitivas del Juicio de Vigo. El sistema de tutelas de menores de la Xunta de Galicia está en mi punto de mira. Tremendo lo que he vivido en ese procedimiento desde dentro. El día 4 quedó visto para Sentencia y aguardo la resolución como agua de mayo para poder entrar de lleno en el asunto una vez que la Justicia se haya pronunciado.
Las cuestiones judiciales relacionadas con la Asociación Justicia Poética me llevaron de Vigo a Donosti. El 11 de diciembre estaba señalado el penúltimo juicio contra Kote Cabezudo. Un juicio especial porque se trataba del último relacionado con la víctima más castigada por el violador y pornógrafo infantil. En esta ocasión se le juzgaba por falsificar la firma de la madre de la niña en los contratos que le hacía firmar.
No os podéis imaginar la sensación que me recorrió el cuerpo al escuchar al juez decir: «visto para Sentencia». Durante casi diez años he acompañado a esa mujer por un calvario judicial inhumano. Cuatro juicios diferentes, con sus cuatro instrucciones volviendo una y otra y otra vez a tener que contar lo que sufrió… Regresando, como en un día de la marmota sin fin, a su infierno en el estudio de Kote Cabezudo. Y ya se ha terminado A mí me quedan los recursos, las ejecuciones y un largo camino aún. Pero para ella ya está. ¡Se acabó!
Diciembre de hacer balance.
Superado lo judicial, visité Zaragoza y Madrid para establecer conexiones interesantes con personas especiales que me acompañarán en proyectos fascinantes a corto plazo. Seguramente en enero ya podré esbozaros alguna pincelada. Atravesé el meridiano del mes celebrando un cumpleaños importante y regresé a Oviedo para aislarme los últimos 12 días del año y hacer balance de lo vivido en esta vuelta al sol como se merece.
Echando la vista atrás, revisando este diario mensual en conjunto, constato que ha sido un año absolutamente increíble. Con vivencias muy duras y también momentos muy felices. Plagado de experiencias enriquecedoras y en general de un crecimiento inimaginable. Toda mi gratitud a las personas que de un modo u otro me habéis acompañado en este viaje del 2023. No os cambiaría por nada. No importa lo que me hayáis traído. Incluso las que aparecisteis con intención de hacerme daño… ¡me habéis sumado! Gracias, gracias. gracias.
Los últimos días del año, además de hacer balance, planifico las líneas maestras del nuevo año. Y de cara a 2024 tengo planes aun más locos que los de este 2023. Siempre con mis socios, mis Poetas Guerreros y nuevos aliados que están en camino. El caso es que diciembre no quiso irse sin corresponder a mi locura. y lo hizo a lo grande. ¿Recordáis mi diario de marzo? Os dejo un pista y os cuento en detalle en enero de la nueva temporada. Os siento y os amo.
