EL PODER JUDICIAL TAMBIÉN ABANDONA A LAS NIÑAS EXPLOTADAS SEXUALMENTE EN BALEARES

La Magistrada Esther María Domene Riego, titular del Juzgado de Instrucción nº 11 de Palma de Mallorca, inadmite la querella interpuesta contra el IMAS (Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales) y su Presidente Javier de Juan Martín por el escándalo de las niñas explotadas sexualmente bajo tutela de la Administración Balear. El Auto, dictado y notificado el último día del año judicial, resuelve en apenas dos párrafos la querella que la Asociación Justicia Poética formuló hace ya casi 5 meses.

A destacar el siguiente argumento de su fundamentación jurídica: «…no se contiene ningún dato… que permita imputar un comportamiento omisivo concreto al IMAS y a su director querellado». Apréciese la diabólica perversión que encierra la construcción empleada por la Magistrada para eludir investigar al IMAS.

Jamás podrá existir un comportamiento omisivo concreto. Por la sencilla razón de que sólo una acción puede ser concreta, mientras que la inacción, por definición, será siempre abstracta. El comportamiento omisivo del IMAS en la protección de las niñas explotadas sexualmente es una realidad, acreditada e incontestable. Así se desprende de la infinidad de informaciones periodísticas aportadas con la querella.

¿Quién tutela a quien tutela?

La responsabilidad del IMAS por las niñas explotadas sexualmente en Baleares bajo su tutela no será objeto de investigación judicial. Sostiene la Juzgadora que el delito por el que la Asociación Justicia Poética se querella como acusación popular sólo puede ser perseguido mediante denuncia de la persona agraviada o su representante legal. Y apréciese de nuevo la perversión del sistema: a) las personas agraviadas son niñas y por tanto sin capacidad legal ni procesal para formular la acción; b) su representante legal, que tendría que ser quien formule la acción en nombre de las niñas, es precisamente la institución a la que se le imputa el delito… Se lo expongo de otro modo para que comprendan el horror:

1. Servicios Sociales, sin la participación de los Jueces, puede declarar desamparos y en consecuencia pasar a ser el representante legal de los niños que tutela.

2. Si los niños tutelados por los Servicios Sociales son objeto de delitos de abandono o falta de asistencia debida, el sistema garantiza la impunidad. A los niños no se les reconoce capacidad para denunciar y quien debería suplir esa falta de capacidad es el delincuente. Y para cerrar el círculo, ahí está el Ministerio Fiscal.

3. El Ministerio Fiscal, si alguien se atreve a querellarse en defensa de esos niños, informa para que se inadmita. La Fiscalía, que ya saben de quien depende. Del Gobierno, ¿no? Pues ya está. Esa Fiscalía jerárquicamente sometida a Dolores Delgado, la Fiscal General del Estado a la que tanta gracia le hacía ver a Jueces y Fiscales del Supremo con menores. La que considera éxito garantizado la información vaginal. Esa Fiscalía que da la espalda a los niños que debiera proteger. Esa Fiscalía que se erige en el cómplice perfecto de las atrocidades que la Administración perpetra en este país contra los niños. Y así, el círculo de impunidad se cierra.

Niñas explotadas sexualmente, ¿responsabilidad de quién?

Una última reflexión quiero hacerles. Mucha polvareda levantó el escándalo de las niñas tuteladas de Baleares. Muchas reacciones airadas y muchos golpes de pecho. Hace año y medio (17 enero 2020) escribí aquí un artículo titulado «El Estado y sus niñas, putas bajo su tutela» . Diez mil personas lo leyeron directamente en It-Magazine. En aquel artículo había un enlace para colaborar en la lucha contra esta lacra a través de un grupo de teaming mediante la donación de un simbólico y miserable euro al mes. Mucho se habló de la explotación sexual de esas niñas, pero hasta la querella de la Asociación Justicia Poética que presido, NADIE HIZO NADA aparte del parloteo. En enero de 2020, 2.427 personas apoyaban las causas de Justicia Poética como teamers con 1€/mes. Hoy son casi un 20% menos: 1.955.

Todos como sociedad elegimos a los representantes políticos. Los políticos hacen las leyes y nombran gobiernos. Las leyes dan poder a las administraciones, que a su vez gestionan los servicios sociales. Los gobiernos nombran Fiscales Generales del Estado… Todos como sociedad elegimos a los representantes políticos. Los políticos eligen al Consejo General del Poder Judicial. El CGPJ elige a los Magistrados del Supremo, del Constitucional, de los Tribunales Superiores de Justicia, de las Audiencias Provinciales… Todos como sociedad elegimos a los representantes políticos. Los políticos crean impuestos. Con esos impuestos no le piden voluntariamente 1€/mes para hacer cosas por la comunidad. No, le quitan cientos de euros al mes y lo destinan a su propio enriquecimiento…

Ahora visualice a una de esas niñas desamparadas. 12, 13, 14 años… Qué más da. Póngale la cara de otra niña que conozca. Su propia hija, su sobrina, la nieta del vecino… ¿Ya es una persona real para usted? Visualícela siendo sodomizada por un viejo baboso, alguien poderoso y sin escrúpulos. Visualice como es penetrada salvajemente a cambio de unos pocos euros sin que a nadie le importe. ¿Responsabilidad de quién? Sencillo, desandemos el camino y vayamos al origen… ¿Malditos Jueces? ¿Maldita Fiscalía? ¿Maldito Gobierno? ¿Malditos Servicios Sociales? ¿Malditos representantes políticos? ¿Maldito…? Sí, ya hemos llegado a la ciudadanía. A usted. A mí…

Podemos seguir engañándonos cuanto queramos, pero lo de esas niñas explotadas sexualmente en Baleares bajo tutela del Estado sólo es posible porque la ciudadanía no asume su responsabilidad. La inmensa mayoría de los ciudadanos echa cada cuatro años un papel a una urna no para escoger a quien le vaya a representar, sino para tener a alguien a quien culpar. Para, sabiendo que financiamos un sistema que proporciona impunidad a la Administración en casos de explotación sexual de niñas bajo su tutela, poder dormir por las noches. Para poder decirnos, entre cerveza y cerveza, que la culpa es de otro…

Que tengan buenas noches.