Me gusta la textura que dibuja la luz anaranjada de las farolas en su piel desnuda cuando por fin cae rendida en nuestras imprevistas madrugadas locas de sexo y discusiones. Seis meses ya que Alicia y yo frecuentamos furtiva y aleatoriamente la cama del otro y aún no sé que nos gusta más y hacemos mejor, si follar o discutir. Quizás en nuestro caso los verbos se complementen.
Conocí a Alicia en una de esas redes sociales que se dicen plagadas de colgados y desesperadas pese a que en realidad las pueblan personas mucho más normales de lo que pueda parecer, si es que la normalidad realmente existe. Arreglamos una cita y enseguida descubrí que chocaríamos en muchos aspectos, pero lejos de incomodarme, percibía algo muy sexual en nuestros desacuerdos. Aquella noche apuramos el vino rápido y ya en mi apartamento la desnudé con la misma vehemencia con la que media hora antes discutíamos de feminismo.
Alicia y el sexo
Diría que le gusta que la domine por como se le escapan los gemidos cuando agarro fuerte su pelo y tiro de él al tiempo que la penetro. Todo su cuerpo es como un parque temático y adoro recorrer cada una de las atracciones. Los besos en la cara interior de sus muslos que agitan su respiración… Los mordiscos en sus pezones, en ocasiones dulces y a ratos violentos, que hacen que su espalda se arquee hasta el imposible… Ese susurrarle al oído que es una zorra viciosa sin saber muy bien si con eso se excita o se cabrea… Lo cierto es que me gusta de ambas maneras.
Me gusta la textura que dibuja la luz anaranjada de las farolas en su piel desnuda, aunque hoy es diferente. Nunca nos hemos hecho preguntas demasiado personales porque no asumimos compromisos de ningún tipo. Y lo cierto es que no nos ha ido mal. Sin embargo hoy la observo dormir y sé, quizás por su particular forma de mirarme mientras cabalgaba sobre mí, que, por alguna razón que no acierto a comprender, cuando por la mañana salga de mi apartamento como tantas otras veces, será la última vez que la vea…
*La colección de relatos «Ell@s» se compone de 52 relatos, ilustrados con fotografías del propio autor, que se publicarán semanalmente durante un año, referidos a 26 situaciones relacionadas con el amor, el desamor, la amistad, el sexo, la pérdida, el dolor, la vida… y que serán abordadas desde el punto de vista del hombre y desde el punto de vista de la mujer protagonistas del relato. Los nombres de ellas (26) irán de la «a» a la «z», y los de ellos (26) de la «z» a la «a». Próximo relato: «Zeus», la visión de Alicia.
Te admiro por todas tus virtudes tu sabiduría y el esfuerzo que haces para los demás Pete Mitchell eres uno de mis campeones te mando un saludo desde Mijas
Muchas gracias por la generosidad del comentario y por la comparación totalmente inmerecida.
Un saludo.