Hoy 16 de mayo se ha suspendido por tercera vez el juicio que debía poner punto y final al calvario judicial de María (nombre ficticio). María fue objeto de pornografía infantil a manos de Kote Cabezudo. Fue violada por Kote Cabezudo. Así lo declara la Sentencia firme que condenó al dentista por ambos delitos. El relato de hechos probados es pavoroso. Pero ni siquiera hacía falta relato. Esa violación está grabada en un vídeo interminable de ver para cualquiera con una pizca de corazón. Por tres veces María intentó resistirse a la violación. Fue inútil. Kote Cabezudo venció por la fuerza cada una de sus resistencias. Para seguir penetrándola. Hasta que se sació de ella…
Tras la violación sexual de José Juan Cabezudo Zabala, María tuvo que sufrir la violación judicial de Augusto Maeso, Ana Isabel Moreno y María José Barbarín. Ponente y Magistradas de la Audiencia Provincial de Guipúzcoa que perpetraron la infame Sentencia del Caso Kote Cabezudo. Tras aquel vídeo siendo violada con apenas 18 años, Cabezudo grabó muchísimos más. Siempre sobrevolando la amenaza de difundir la pornografía infantil como coacción para que la víctima se someta a las violaciones. Y María ya había aprendido por las malas que resistirse a ser penetrada de nada servía.
Suspendido el fin del Via Crucis judicial
María dejó de ser sistemáticamente violada por Kote Cabezudo en el año 2013. Una década después, hoy, confiaba en dejar de ser violada por la Justicia. Aquellas violaciones que comenzaron con Ana Isabel Pérez Asenjo encargando un informe de credibilidad sobre su testimonio de mujer violada. Y después ordenando pinchar su teléfono. Introduciendo micrófonos en el habitáculo de su vehículo. Balizando su coche con un GPS…
Terminaron Augusto Maeso y sus colegas. Dictaminando que el violador de María, que se grabó docenas de veces más penetrándola después de aquella primera violación probada y condenada, la penetraba porque ella así lo quería. Escudándose en que ya no se resistía. O en que Cabezudo siempre le hacía firmar un papel y le daba 50 euros… Sí. Tal y como lo leen. Así de crudamente demencial.
Hoy no solo han suspendido un Juicio. Han suspendido la posibilidad de aquella niña violada para tener por fin paz. Han vuelto a dejarla atada a su violador. Simplemente porque un funcionario quiere más dinero. Y la víctima importa nada frente a eso.
Cabezudo tiene una orden de alejamiento de ella. Y una prohibición de comunicación. Para los próximos 12 años. Pero la Justicia va a obligarla a ella a volver a él. A revivirlo todo una vez más. Los Jueces violándola una vez más allí donde Kote Cabezudo ya no puede llegar. Sí. Tal y como lo leen. Así de crudamente demencial.
Sólo queda la Justicia Poética
Se señalará otra fecha para este Juicio. El juicio sobre el informe pericial de la Ertzaintza que determinaba que Kote Cabezudo falsificó la firma de la madre de María. Pretendiendo enmascarar la pornografía infantil de la niña a la que después violó.
El juicio fue suspendido por primera vez porque un ertzaina jubilado llamó por teléfono a la Magistrada que me condenó a indemnizar con 60.000 euros a Ana Isabel Pérez Asenjo para pedirle que eliminara del informe pericial la conclusión que incriminaba a Cabezudo. Sí. Tal y como lo leen. Así de crudamente demencial.
Tantas infamias como han sufrido las víctimas de Kote Cabezudo no caben ni en tres horas de documental. Pero créanme que cuando vean las tres horas de «En el nombre de ellas», serie documental que estrenará Netflix el próximo 26 de mayo, no tendrán ninguna duda de todo lo que esconde este caso. Y quizás solo entonces ellas sentirán que se les ha hecho un poco de justicia. Justicia Poética. La única que siempre las ha acompañado.
