Hoy Carlos III ha sido coronado rey de Inglaterra. Hubo un tiempo, hace ya unos cuantos siglos, en el que los reyes eran dueños y señores de cuanto había en su reino. Se apoyaban en los señores feudales que juraban lealtad al rey y eran dueños y señores de su feudo. No ostentaban todo el poder porque por ahí andaba también la Iglesia, pero casi casi. A los señores feudales a cambio de su lealtad hasta se les concedía derecho de pernada, que consistía en el derecho a mantener relaciones sexuales con toda aquella doncella que fuera a contraer matrimonio con algún siervo de su feudo.
Hoy en día un rey es una figura simbólica, de mera representación institucional, desvestido de todo poder. Pero no porque los súbditos lo hayan recuperado. Sino porque el poder ha pasado a otros…
España también es una monarquía, pero igualmente simbólica. Aquellos poderes omnímodos de antaño ahora los ejerce el presidente del Gobierno. A los súbditos se nos ha cambiado el nombre: ahora se nos hace llamar ciudadanos. Y nos hacen creer que elegimos al rey. Un ejercicio del poder mucho más sutil y mucho más eficaz.
La nueva figura de rey del siglo XXI
Pedro Sánchez es nuestro rey elegido. Y sus señores feudales, los diputados socialistas que le han jurado lealtad. Odón Elorza fue durante muchos años el mayor valedor del aspirante a rey. Su más leal vasallo. Señor feudal (diputado) de Guipúzcoa. Como él, otros muchos de diferentes feudos llevaron a Sánchez a reinar.
Si lo piensan no es tan diferente. Encerrar en sus casas por la fuerza durante meses a todos sus súbdit…, digo ciudadanos, de forma ilegal y meándose en la Constitución Española sin ninguna consecuencia para él, en mi opinión es un poder solo digno de un rey medieval, que quieren que les diga. Por poner un simple ejemplo de entre tantos.
Y muchas cosas han incluso empeorado desde el medievo. A los súbditos de antaño se les requería únicamente el diezmo. Esto es, el diez por ciento de sus cosechas o de sus producciones. Hoy en día más del setenta por ciento de la riqueza que genera un ciudadano, es para impuestos directos o indirectos.
No obstante, sería injusto concluir sin reconocer que alguna (solo alguna) cosa ha mejorado. Del derecho de pernada no queda ni rastro. Algo es algo. Odón Elorza, como señor feudal de Guipúzcoa, nunca tuvo derecho a follarse jóvenes que fueran a contraer matrimonio allí. Desde que lo de la pernada se acabó, los señores feudales han tenido que buscarse la vida de otra manera para satisfacer sus apetitos. Pero ésa es ya otra historia…