La Asociación Justicia Poética nació el 6 de agosto de 2018. Fue la respuesta natural al movimiento social que generó mi vídeo viral del 8 de marzo de ese mismo año. La denuncia hizo saltar a la opinión pública el Caso Kote Cabezudo y a partir de ahí se desencadenaron los milagros. La jueza Ana Isabel Pérez Asenjo fue fulminantemente apartada de la causa. La Fiscalía por fin se puso manos a la obra con la retirada de la pornografía infantil de las redes. Y el violador ingresó en prisión provisional el 4 de mayo de 2018 para ya nunca más salir.
Fundar y presidir la Asociación Justicia Poética durante estos 5 años con el increíble equipo de personas que tengo a mi alrededor, ha sido todo un sueño. Pero mucho antes de soñar con algo así de mágico, cuando todo era desierto y desesperanza, hacia finales del año 2013, en una cafetería de Donosti, una víctima de Kote Cabezudo y yo nos hicimos una promesa…
La Asociación Justicia Poética y mi promesa pendiente
Si finalmente conseguimos que Kote Cabezudo acabe en prisión por sus delitos, recorreremos en bicicleta la distancia que separa Santiago de Compostela del Juzgado de Ana Isabel Pérez Asenjo. Ese fue nuestro juramento. El reto a cumplir era mayúsculo, pero es que la premisa de cumplimiento significaba en aquel momento hacer posible lo imposible. Porque la instructora de la causa ya se comportaba como todos pudisteis (y podéis) comprobar en la serie documental de Netflix «En el nombre de ellas».
Kote Cabezudo fue finalmente condenado a 28 años y 2 meses de prisión. Su Sentencia es firme. Y yo soy un hombre de palabra. Así que en este aniversario tan especial doy comienzo al cumplimiento de mi promesa. Partiendo de la Catedral de Santiago para peregrinar por más de 800 kilómetros hasta los Juzgados de Donosti. Pidiendo que lo que protagonizó Ana Isabel Pérez Asenjo nunca más tenga que soportarlo ninguna víctima de delitos contra la libertad sexual. Y deseando que se reediten los apoyos que antes de la pandemia tenía la Asociación Justicia Poética. Para no estar abocados a la desaparición. Para que podamos seguir siendo poesía para muchas víctimas durante muchos lustros más. Os iré informando del desarrollo de mi promesa. ¡Va por vosotros Poetas de la Justicia!
