Julio me daba un poco de tregua en lo judicial de modo que lo planifiqué enfocándome en lo creativo. Siento que ha llegado el momento de impulsar definitivamente «Imaginación y Talento». La implicación de la sociedad civil en los grandes problemas que la humanidad afronta es fundamental para cambiar las cosas de manera eficaz. De modo que agendé una reunión con mis socios y puse mi autocaravana rumbo a Madrid.
Aprovechando mi estancia en Madrid, el 5 de julio asistí en el Palace a un evento de Diego Dreyfus que estaba unos días por España. ¿Recordáis mi retiro de marzo en Tulum (México)? Fue un reencuentro emocionante, no solo con Diego sino también con algunas de las otras personas que conocí allá. Rodearse de gente inspiradora siempre suma. Y así, con la energía adecuada vibrando en mi interior, mis socios y yo acordamos la hoja de ruta que «Imaginación y Talento S.L» afrontará a partir de septiembre para llevar a buen puerto aquello para lo que nació.
Julio de retomar con fuerza la fotografía.
Tras un par de días de reencuentros para ponerme al día con amistades a las que hacía demasiado tiempo que no veía, el 8 de julio organicé una jornada de fotografía. Vero y Lucía son dos hermanas a las que fotografié por primera vez (a Vero) hará unos 7 años. Establecí una buenísima relación con sus padres, que me ayudaron cuando tuvieron ocasión en relación al Caso Kote Cabezudo, y desde entonces periódicamente planeamos comidas y días de fotos con las chicas. Y siempre me recuerda el por qué amo tanto mostrarle a una mujer su belleza a través de mis ojos…
La defensa de lo más débiles no descansa y más fotografía.
Sin tiempo que perder el 10 julio viajé hasta Cartagena para conocer la historia de un niño de 10 años que está siendo víctima colateral de un conflicto familiar. La desatención de los niños dentro del sistema es un tema que antes o después como sociedad tendremos que abordar. No se puede seguir mirando hacia otro lado frente a la realidad de los menores, que tienen de facto menos derechos que el peor de los delincuentes. En este viaje que realicé para evaluar la posibilidad de defender a ese niño, una vez más constaté lo obvio: «el interés superior del menor» es tan solo un slogan político vacío de contenido. Una mentira.
Aprovechando la cercanía con Murcia, tras dejar orientado el asunto del niño, coordiné para el 14 de julio una sesión fotográfica con una modelo profesional de 29 años a la que aún no conocía. Y me pasó algo recurrente. En un breve descanso de la sesión la modelo se puso a darle mimos a mi perro Nikon. Ella llevaba un conjunto de lencería y yo grabé el momento con mi teléfono. Quedó muy gracioso y de común acuerdo decidimos publicarlo como storie en Instagram. Al rato una mujer que me seguía me envío un mensaje: «Cosificas a la mujer». Y sin más me bloqueó.
Me alucina que siga habiendo personas que con mensajes como ese demuestran no considerar a la mujer capaz de tomar sus propias decisiones, o de saber lo que quiere, lo que ama, lo que le gusta, etc. Como si una mujer de casi 30 años (o cualquier otra mujer) a la que no conozco fuera una especie de retrasadita a la que yo pudiera manipular como una marioneta para mis fines. Olvidando que para que yo tome una fotografía a una modelo, ella previamente ha decidido que quiere ser fotografiada por mí. Y ni la terrenal de las bellezas puede llevarme a mí a considerar a una mujer una cosa. Pero con algunas mentalidades, es una batalla perdida…
Y el relax antes de una experiencia extrema.
Tras la región de Murcia, regresé a Asturias rápidamente para llegar a tiempo de celebrar El Carmín (16 de julio, santo de mi madre) en familia. Y en la parte final del mes decidí escaparme al norte de Extremadura para desconectar y recargar pilas, que lo necesitaba mucho. De rélax en Granadilla, un pueblo fantasma precioso a orillas de un pantano donde pasé tres días inolvidables.
Y diréis, ¿por qué tanta necesidad de recargar pilas? Os lo explico: hace casi diez años prometí que si conseguía que finalmente Kote Cabezudo acabara en prisión por sus delitos, recorrería en bicicleta la distancia entre los Juzgados de Donosti y Santiago de Compostela. Y soy un hombre de palabra… En septiembre os cuento. Os siento y os amo.
