¿Es importante poder tener información sobre nuestros antepasados para comprender nuestra historia familiar y herencia genética? ¿Puede ser un derecho fundamental conocer la identidad de nuestros progenitores biológicos y entender de dónde venimos? Como comentaba en el artículo anterior, la ciencia a través de la epigenética está desvelando nuestras conexiones emocionales con generaciones anteriores. En este artículo, me atrevo a explorar un tema de gran complejidad y que tiene, desde mi punto de vista, estrecha relación con la epigenética: la donación de esperma y óvulos.
Mis conocimientos en psicología, aunque no soy una experta en medicina reproductiva, me llevan a reflexionar sobre ciertas cuestiones que considero esenciales para el futuro de estos niños y niñas y que me gustaría compartir con los lectores. Estas reflexiones pretenden transmitir mi experiencia profesional sobre aspectos emocionales y psicológicos relacionados con nuestro profundo deseo de saber quiénes somos y quienes son nuestros antepasados.
La donación de esperma y óvulos son anónimas para los receptores
Recordemos que hace no muchos años en España se plantearon estas preguntas iniciales con el delicado tema de las adopciones. ¿Deben saber los niños adoptados que lo son? ¿Y tener información sobre quiénes son sus padres biológicos? Actualmente, tanto las leyes españolas, como la psicología y la sociedad tienden a una respuesta más clara que hace unos años: sí, los niños adoptados podrían, en determinados casos, acceder a esta información si hay consentimiento mutuo. Además, es importante destacar que la mayoría de los padres adoptivos optan por compartir esta información con sus hijos desde temprana edad.
En la actualidad, la atención y la necesidad de una profunda reflexión se centran, por tanto, también en las donaciones de esperma y óvulos, entre otros temas. Estos generan un creciente interés en la sociedad, exigiendo un análisis detenido y, desde mi punto de vista, una meditación cuidadosa.
Las leyes actuales en España simplifican el proceso de donación de esperma y óvulos, prescindiendo del requisito que permitiría a los receptores conocer el origen de estas donaciones si así lo desean. Sin embargo, los niños y niñas vienen a este mundo con la carga genética y epigenética de sus ascendientes biológicos.
En mi labor como profesional de la psicología, he conocido el sufrimiento de muchas personas que nunca han tenido acceso a información sobre sus raíces biológicas y a las que esta información podría ayudarles a encontrar respuestas a sus preguntas e inquietudes y proporcionarles una mayor paz interior. Por ello, considero de gran importancia la posibilidad de poder acceder a la información sobre la historia de nuestros antepasados. Tener esta posibilidad, si así lo deseas, te da la oportunidad de profundizar en tu propia historia. ¡Revisemos estos derechos!
