Tu sueño. Una cuestión aparentemente sencilla, ¿verdad? Me gusta lanzársela a la gente que conozco en cuanto he ganado la confianza suficiente para hacerlo. Y las respuestas siempre me sorprenden. La mayoría encaja la pregunta como si recibiera una bofetada por sorpresa, sin saber cómo reaccionar. Y es realmente difícil encontrar personas que lo tengan absolutamente claro. Apenas encuentro a nadie capaz de describirme al detalle su sueño sin necesidad de pensarlo.
Tienen que pensar cuál es su sueño… ¡Qué tristeza! O incluso peor: cuando formulo esa pregunta, muchos se dan cuenta entonces de que nunca se han parado a pensar en ello. Y se sienten incómodos con la idea de no tener sueños. Y se producen respuestas de este tipo:
-¿Yo? Puffffff, con muchas cosas…
-¿Ah sí? ¿Con muchas? Eso es genial. Dime solo una.
-Mmmmm… Ay, no sé. ¡Pues con muchas! Pero que vamos, que no te las voy a decir a ti…
También hay otra variante que es algo así:
-Pues sueño con encontrar un trabajo de lo mío que me proporcione un salario y tener una estabilidad… Casarme quizás, formar una familia.
-Mmmmm…Ya, un trabajo de lo tuyo… Pero si tuvieras una varita mágica, si fueras Dios y pudieras tener todo aquello que desearas, si no dependieras del dinero porque tuvieras todo el que quisieras… ¿Qué harías?
-Ah bueno. Si fuera así…
Y aquellos que en ese preciso instante son capaces de prestarse a ese juego de “imaginación total”, alteran diametralmente el contenido de eso que supuestamente era su sueño.
Tu sueño vs el realismo
Te han domesticado, querido amigo. ¿Recuerdas la útlima vez que te atreviste a soñar sin límite alguno? Seguramente eras un niño. Con el tiempo te han enseñado que hay que ser “realista”. Te han hecho comprender que tienes que madurar y tener los pies en la tierra…
Pues yo te digo: “¿con qué sueñas?” es la pregunta más importante y trascendental de toda tu vida. Dedica tiempo a reflexionar sobre ello y a definir tu sueño porque toda tu existencia entera estará teñida de tu capacidad de soñar.
Piensa en todos los hombres y mujeres de éxito que te vengan a la cabeza. Descubrirás que todos ellos tuvieron algo en común: un sueño claro al que entregarse. ¿Casual? Ya sabes que no. Te dejo un instante para que resetees al adulto domesticado y recuperes al niño soñador, el que carecía de límites…
3… 2… 1… Y ahora dime: ¿cuál es tu sueño?
Mi sueño es hacer una renovación completa en casa y poder dedicarme a ayudar a todo aquel que lo necesite a nivel interior. A encontrarse, como otros me han ayudado.