Macarena Olona ha anunciado hoy que abandona la política. Vaya por delante que en mi opinión el problema endémico de este país es el sistema de partidos. Un sistema que cercena desde su concepción cualquier posibilidad de separación de poderes. Un sistema que es el origen de toda corrupción. Y me dan igual las siglas. Los partidos políticos son la herramienta para la desunión de los ciudadanos. Y la desunión ciudadana es lo que perpetúa esta esclavitud disfrazada de democracia en la que vivimos.
Mientras nos entretemos en odiar al ideológicamente distinto, incapaces de hacernos uno frente a tanto político sinvergüenza, el sistema se hace eterno en el expolio al que nos somete. Tan sólo se turnan en el ejercicio de este poder mucho más dictador que el de tiempos pretéritos. Y no terminamos de salir de nuestra ensoñación, de este teatro infinito en el que nos creemos que elegimos algo…
Dicho lo anterior, en ocasiones he alzado la voz para llamar la atención de los políticos de todo signo. Lo hice en mi viral vídeo del 8 de marzo de 2018 denunciando el Caso KOTE CABEZUDO. Por entonces VOX ni existía. Todos los interpelados miraron hacia otro lado. Cierto es que Carolina Bescansa, por entonces en Podemos, tuvo un tímido gesto de acercamiento. Pero alguien debió decirle que ese asunto no se tocaba, porque tal como se asomó, se esfumó.
El silencio de los políticos
Tras el vídeo viral la lucha ha continuado muchos años más. Todo político de todo partido ha podido asomarse al Caso KOTE CABEZUDO de haber querido. La excusa del desconocimiento murió aquel 8 de marzo. Pues bien, tan solo Mireia Borrás y Macarena Olona me demostraron un interés sincero y comprometido con el asunto. Ambas en las filas de VOX. Qué cosas tiene la vida, ¿verdad? No se preocuparon de todas esas mujeres vascas víctimas de pornografía infantil y abuso sexual, los muy vascos políticos del PNV o Bildu, no. No se preocuparon de esas mujeres las muy feministas políticas de Podemos, no. Lo hicieron Macarena Olona y Mireia Borrás. Mujeres, políticas y de VOX. Si te queda, lector, un mínimo sentido crítico de las cosas, te tiene que dar mucho que pensar.
Macarena Olona y las víctimas de Kote Cabezudo
Macarena Olona abandona la política y a mí, que no creo nada en la partitocracia que tenemos, me parece una inmensa pérdida. Porque igual que conocí a Mireia Borrás en persona, también conocí a Macarena Olona en persona. Aceptó reunirse conmigo como abogado de las víctimas de Kote Cabezudo para interesarse por ellas y por el caso. Un caso que no le era ajeno por su etapa como abogada del Estado en el País Vasco. Y descubrí a una mujer con unas capacidades y una valía a años luz de la banda de mediocres que adornan las sillas de nuestro Parlamento. Tengo una marcada obsesión por la excelencia que reconozco que pone el listón de mi admiración altísimo. Pues he de reconocer que Macarena Olona me pareció una mujer admirable en todos los sentidos.
Un día Macarena Olona decidió prestarme oídos y con ello darle voz a las víctimas de Kote Cabezudo. No solo eso, sino que denunció en el Congreso las evidentes conexiones políticas de dicho caso con el miserable Odón Elorza a la cabeza. Hoy, aun teniendo que combatir una Sentencia vergonzosa ante el Tribunal Supremo en casación, podemos decir que sí, que Kote Cabezudo es un violador. Y un abusador sexual. Que es un corruptor de menores. Y un productor y distribuidor de pornografía infantil. Que es un estafador. Y que ha sido condenado a más de los 20 años que el ordenamiento jurídico español contempla como condena máxima a cumplir.
Ni las víctimas ni yo olvidamos que un día nos escuchaste y nos apoyaste. ¡MACARENA OLONA, GRACIAS! Y que la vida fuera de los partidos te sonría. Por un momento me hiciste pensar que la política podía merecer la pena.