LA VERDADERA TRAGEDIA DEL 23J

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Las elecciones del pasado 23 de julio esconden una tragedia de la que nadie habla. Y nadie habla de ello porque la polarización y la radicalización se han normalizado hasta extremos inconcebibles, inimaginables. Lo razonable poco a poco se ha convertido en invisible mientras que lo demencial se ha vuelto lo habitual. Y a fuerza de ello la ciudadanía ya solo se plantea lo demencial. Porque lo razonable ya ni son capaces de verlo.

Observen el siguiente análisis objetivo de los resultados y constaten la tragedia: más del 73% de los escaños que en el Congreso van a representar la soberanía nacional corresponden a PP (137) o a PSOE (121). Ninguna de las demás opciones alcanzan ni de lejos el 10% de representatividad en la Cámara Baja. Significa esto que los españoles han optado muy mayoritariamente por huir de los extremos. Tanto es así que sumando la extrema derecha y la extrema izquierda (33+31= 64) a duras penas superan la mitad de representatividad que el menos votado de los partidos de centro… ¿Me siguen?


La tragedia del frentismo y el fantasma de la guerra civil

El 73% de los españoles representados en el próximo Congreso de los Diputados no quieren en el Gobierno, a tenor de su voto, ni a la extrema derecha, ni a la extrema izquierda, ni a nacionalistas, ni a independentistas. Pero resulta que la única opción que no se plantea posible para nadie es el Gobierno conjunto de aquellos que representan a más del 73% de los españoles. ¿Y a nadie le escandaliza?

El PP y el PSOE se encuentran más cerca el uno del otro que cualquiera de los dos de sus respectivos extremos. A pocos ciudadanos nos engañan ya tras más de 40 años de rigurosa alternancia. Lo habrán oído ya muchas veces: distintos perros con el mismo collar. Y lo cierto es que al votante del PP no le da verdadero miedo el PSOE. Lo que de verdad le aterroriza es lo que el PSOE pueda pactar con SUMAR. Y viceversa, al votante del PSOE no le da verdadero miedo el PP, sino que le da pavor lo que pueda pactar con VOX.

¿Por qué entonces no se ponen de acuerdo sí o sí aquellos dos que suman más del 73% de la representatividad de toda la nación? Aquí viene la tragedia: porque ni tú, ni yo, ni el bien común les importa. Y porque ellos son el reflejo de una ciudadanía fanatizada que ya solo conoce blanco o negro, rojo o azul, izquierda o derecha. Sin entender una mierda de ese odio al oponente que han arraigado en nuestro interior.. Y ese absurdo odio nos conducirá a corto plazo, o a un Gobierno que repose en algún extremo que no representa ni al 10% de la nación, o a un no Gobierno y repetición electoral. En el largo plazo ya experimentamos a dónde conducía en 1.936.


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