La Justicia en España se encuentra en Estado de demolición. Se lo dice un abogado. No es algo que sepa sólo yo. Todos los demás abogados lo saben también, por más que sigan haciendo como que no. Seguramente creen que denunciarlo pone en riesgo su futuro. Y la realidad es que ya empieza a no haber futuro para nadie. Les voy a mostrar la punta del iceberg. Algo que podría ser cómico si no fuera porque es tristemente trágico. Observen la siguiente resolución de un Juzgado de lo social que un compañero colgó en twitter…
Un ciudadano que paga sus impuestos, un trabajador que cotiza en este supuesto Estado de Derecho, se ve en un conflicto que le exige acudir a demandar la tutela judicial y se le cita para dentro de más de cuatro años. En algo tan esencialmente vital como es lo laboral. Se trata de tu trabajo. Tu fuente de ingresos. Tu pan…
Los plazos procesales están perfectamente regulados en todas y cada una de la leyes procesales de todas y cada una de las jurisdicciones. ¿Y saben cuál es «la Ley» respecto a los plazos procesales que todo abogado conoce? Que los plazos son improrrogables. Esto significa que si se te pasa un plazo, adiós. Perdiste la posibilidad de ejercitar la acción sometida al plazo correspondiente.
La Justicia y el Imperio de la Ley
¿Saben ustedes cual es la esencia de un Estado de Derecho? El sometimiento de todos al imperio de la Ley. El tan manido «nadie está por encima de la Ley». Súper bonito, ¿verdad? Pues les voy a contar un secreto. Los Jueces un día decidieron que ellos no están sometidos al imperio de la Ley. Decidieron que aunque le Ley les obligue a resolver un recurso de reforma en dos días o dictar una Sentencia en tres, si tienen mucho trabajo el Imperio de la Ley no opera en ellos. Y de esa forma tan sutil y tan brillante dieron con la tecla perfecta para ser mafia. Mafia, sí. Básicamente lo que es el poder judicial a nivel institucional en sus órganos más elevados desde hace ya demasiado tiempo…
¿Creen que esperar más de cuatro años a que un Juez atienda tu caso es inasumible? Espérense que la cosa no queda ahí. Porque después de esperar usted cuatro años por la Justicia, la Justicia le dirá que rapidito, que no tiene toda la mañana para andar dejando que su abogado, que por cierto le cuesta una pasta, ejercite su derecho de defensa… Observen otra perla de los de las puñetas. Los que un buen día decidieron que la Ley son ellos.
Soluciones a la napolitana
¿No les parece a ustedes que trasladarle a la ciudadanía el mensaje de que puede tener que esperar tres o cuatro años para que la Justicia aborde sus problemas y además que, cuando finalmente ocurra, si acaso dispondrá de poco más de media hora para su defensa, es prácticamente empujarla a que se tome la Justicia por su mano? Pues les contaré otro secreto. Son los propios Jueces los primeros que lo piensan. Nunca olvidaré la frase que en una reunión informal escuché de boca de un Ilustre Magistrado de una Audiencia Provincial cualquiera: «La Justicia es muy lenta. Según qué cosas, es mejor resolverlo a la napolitana». De los Fiscales, si eso, ya hablamos otro día.
Una última reflexión. En España hay 5.320 jueces en activo. Y frente a ellos, estamos 153.913 abogados ejercientes. Tal vez no seamos muy conscientes de ello, pero la defensa del Estado de Derecho, cliente tras cliente, reposa sobre nuestros hombros. Los Jueces y los Fiscales tienen sus asociaciones para mirar por lo suyo, que rara vez es lo del pueblo. Mientras tanto los abogados tenemos unos Colegios profesionales obligatorios que nos cuestan un dineral y que la mayoría sentimos que no sirven para nada… Quizás deberíamos empezar a pensar en asociarnos, en formar un gigantesco sindicato de abogados y que más de 150.000 garantes del Estado de Derecho todos a una, por nosotros y por la ciudadanía a la que nos debemos, le dejemos claro a la Justicia que esta fiesta macabra se acabó.