La huelga indefinida a partir del próximo 24 de enero. Es la medida anunciada por los Letrados de la Administración de Justicia (LAJ, antes Secretarios Judiciales) frente a los incumplimientos del Gobierno respecto de lo prometido: enganche retributivo en relación a jueces y fiscales. Y si se lleva a cabo el efecto va a ser devastador en una Justicia que ya desde hace tiempo se desmorona como un edificio en ruinas.
Los profesionales del Derecho llevamos muchos años asistiendo al deterioro paulatino e irreversible del sistema judicial. Los sucesivos Gobiernos han ignorado las necesidades presupuestarias de la Justicia y la situación está próxima al colapso. La huelga de los LAJ puede significar la puntilla.
La huelga disparará aún más las insoportables dilaciones indebidas
Que la Justicia está en demolición se aprecia en los inasumibles plazos que los ciudadanos se ven obligados a soportar cuando acuden a los Juzgados. Les pongo dos ejemplos sangrantes que pudieran parecer ciencia ficción, pero que son tristemente muy reales:
- La Magistrada Arantzazu Brizuela San Emeterio dicta el 2 de noviembre de 2022 Sentencia nº11/2022 respecto de una vista oral que se celebró el 14 de julio de 2020 en el seno del Procedimiento Ordinario 234/2018 del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 2 de Irún. Más de 2 años y 3 meses esperando un trámite para el que la Ley fija un plazo máximo de 20 días.
- Un requerimiento de fecha 29 de septiembre de 2021 del LAJ del Juzgado de Instrucción nº7 de Murcia me es notificado hoy 10 de enero de 2022. Es decir, más de 1 año y 3 meses en un trámite para el que la Ley fija un plazo máximo de 2 días.
Si así están las cosas en este momento, imaginen lo que va a ocurrir con una huelga indefinida de los LAJ. Ellos ya advierten que supondrá la paralización total de la Justicia. Y la consecuencia para los ciudadanos es evidente…
Nada se parece tanto a la injusticia como la justicia tardía
Séneca
¿A quién beneficia una justicia lenta e ineficaz?
La respuesta es más que obvia: a los delincuentes. Si vivimos en un país en el que los políticos que nos gobiernan afrontan repetidamente la apertura de causas penales contra ellos por corrupción, la ecuación se hace sola. Siendo los delincuentes quienes deciden cuánto presupuesto destinar a Justicia, es lógico que destinen el menos posible. Y si además pueden torpedear lo poco que queda, mejor que mejor.
La huelga en la ruinosa Justicia está servida y cada vez más ciudadanos empiezan a sentir, no sin cierta tristeza y buenas dosis de miedo, que si se ven en problemas mejor resolverlos por su cuenta, de forma amistosa o a la napolitana, pero sin visitar a los de las puñetas. Porque la Justicia cada vez más, ni está ni se la espera. Promete la Constitución a los ciudadanos una solución ajustada a Derecho sin dilaciones indebidas. Papel mojado. La gente ya solo ve una caricatura vestida con toga. Que tendrás una Sentencia sí, pero hoy no. Mañaaaaaaana.
