José Luis Martínez Almeida, alcalde de Madrid, prometió a su homóloga Valenciana, Maria José Catalá, que si ganaba las elecciones municipales del pasado mes de mayo, llevaría a Madrid las Fallas. Dicho y hecho, el pasado 18 de febrero, el madrileño Paseo del Rey, en Madrid Río, se llenó de ruido. Fueron unas 3.000 detonaciones en poco mas de 7 minutos, conpuestas por más de 300kg de pólvora las que dieron vida a la primera mascletà en Madrid. Es lo que, tradicionalmente da pie a las Fallas, que este año tendrán lugar mañana, 25 de febrero.
20.000 asistentes esperaban expectantes el ruido y el color. Y otros tantos los que se aglomeraron para mostrar su disconformidad. Puesto que esta mascletà, pese a ser parte de una promesa electoral, también ha tenido su cacito de polémica. Diversas Asociaciones vecinales y ecologistas han protestado por la iniciativa. Que afecta de lleno no sólo a la fauna avícola de la zona como a las mascotas de los vecinos. La asociación Salvando Peludos presentó una petición de medida cautelar, que el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 8, ha desestimado.
Almeida cumple su promesa y trae las Fallas a Madrid
Tras el acto, declarado como de éxito rotundo, una manera de llevar Valencia a Madrid, la guinda de un pastel que era una promesa entre alcaldes… Que, por cierto, ha costado a las arcas municipales del consistorio madrileño unos 46.000€, organizaciones como Seo/Bird Life han confirmado «una disminución del número de aves en las zonas aledañas al lugar«. La mascletà se realizó en el entorno de la Casa de Campo, uno de los mayores pulmones verdes de la ciudad.
Esta organización analizó posteriormente los efectos de las detonaciones y han confirmado que las especies más afectadas han sido las anátidas. Los patos, como se ha podido ver en muchas publicaciones recientes en redes sociales. Afirman, además, que todo «apunta a que el ruido ha hecho que las aves se desplacen de sus territorios«. La limpieza tras la mascletà tampoco se ha hecho de manera efectiva, con lo que la zona mantuvo restos los días posteriores al evento.
Desde el Ayuntamiento explicaron en nota de prensa que puede verse en su web, que la mascletà forma parte del «protocolo general de actuación entre los ayuntamientos de Madrid y Valencia en materia de promoción turística, firmado recientemente en la edición de FITUR».
Tal y como explican en la web del ayuntamiento madrileño, «Valencia es el cuarto emisor nacional de turistas a Madrid y ambas ciudades, dada su proximidad y la facilidad de comunicación entre ellas, aspiran a incrementar sus intercambios en materia turística y fomentar el conocimiento mutuo entre sus ciudadanos. En 2023, Madrid recibió 412.602 viajeros de la Comunidad Valenciana«.
Razones económicas, turísticas y de interés empresarial, por tanto que ha causado afectación al entorno natural. Total, esto segundo a quién le importa. Pensarán. Luz, sonido y color para traer Valencia a la capital, sin pensar en más efectos que el dinero. Las arcas mandan. Porque de los patos no se han acordado demasiado.
