TEAM MOORE: LA CAZA DEL PEDÓFILO

Team Moore es un colectivo ciudadano francés que ha nacido con el objetivo de dar caza a los pedófilos. Su forma de trabajar es muy precisa y altamente efectiva: crean perfiles falsos de menores en Internet utilizando sus propias fotografías de cuando eran adolescentes o una aplicación para “rejuvenecer” sus caras. Así nadie les puede acusar de usurpación de identidad. De esta manera actúan como cebo de cara a los millones de depravados que cada día buscan niños en la red. Tal y como explican en su página de Facebook, el fin último es llegar a comprometer digitalmente a los pedófilos para poder acabar llevándolos ante la Justicia. Es decir, de una manera similar a como funciona la policía: mediante señuelos.

El método se asienta sobre “bases legales precisas”. Un solo error en el procedimiento y el pedófilo se marcharía “de rositas”. Sobre todo para que nadie trabaje en balde o exista algún resquicio por el que les puedan llegar más problemas que soluciones aportar a la sociedad francesa. Su mayor deseo es poder entregar a las autoridades francesas competentes, pruebas, documentos y datos de valor que permitan detener y encerrar a los depredadores de menores. Digamos que funcionan como muchos de ellos: el cazador acaba siendo cazado. Si muchos pedófilos se hacen pasar por menores para atraer la atención de los niños a través de chats, juegos online, plataformas o foros, en este caso es Team Moore el que atrapa al propio pedófilo.

Y es efectivo: en solo dos años se han producido cerca de cuarenta detenciones y hay unos quince procedimientos condenatorios actualmente en marcha. Son muy cuidadosos a la hora de entablar “conversación” con el presunto pedófilo. Nunca provocan, es siempre el delincuente el que da el primer paso. Basan su trabajo en el artículo 227.22.1 del Código Penal francés, por el cual el solo hecho de hacer proposiciones sexuales a una persona menor de edad, puede acarrear dos años de prisión. Y si se produce un encuentro físico, el castigo sube a cinco años de cárcel.

Team Moore trata de tomar como ejemplo lo que ocurre en su país vecino, Inglaterra, donde la mitad de las detenciones a pedófilos que se producen cada cierto tiempo, provienen de denuncias de ciudadanos al uso. Está compuesto por voluntarios, padres y ex-víctimas que prestan su trabajo, su tiempo y sus conocimientos para dar caza a los depredadores sexuales. 

Necesitamos un Team Moore

En 2019 se contabilizaban en España mas de 6.000 pedófilos que podrían quedar impunes debido a la falta de recursos materiales y policiales. De hecho se aseguraba que pese a reconocer muchas IP sospechosas de pedofilia, la mayoría de los casos que eran investigados quedaban en el olvido por falta de recursos. En nuestro país, la pena por compartir contenido sospechoso de pornografía infantil está penado -solo- con 9 años de prisión. El daño de las víctimas de pedofilia seguramente dure el doble o el triple. O deje una huella profunda para siempre. Por lo que a la falta de recursos en España se le une un desequilibrio claro en la balanza de este tipo de casos. Cuando el daño dura más que la pena, algo falla. 

¿Qué hacer cuando alguien se encuentra con un pedófilo en las redes sociales? El equipo de Justicia Poética ha elaborado este vídeo ilustrativo donde se explica el protocolo a seguir.

Se conocen muchos datos, pero parece que faltan materiales. Se sabe que la mayoría de los pedófilos son hombres. Su ocupación puede ser variada, pues entre los detenidos se han encontrado desde médicos a periodistas, desde albañiles a camareros, desempleados, taxistas o maestros, de todo “como en la viña del señor”. Además Cataluña y Madrid destacan por ser las Comunidades con mayor proporción de pedófilos y pederastas. Suelen ser personas que por lo general no han cometido ningún delito antes. Al principio e incluso en el momento en que son detenidos, siempre niegan su implicación. Pero lo cierto es que basta rascar un poco mas para que reconozcan que eso no les llegó por casualidad ni fue alguien desconocido quien compartió con ellos documentos pornográficos. 

En ocasiones los pederastas reinciden, pese a las terapias psicológicas que la mayoría de ellos reciben. Vuelven a repetir aquello que ha dañado tanto, no solo a sus víctimas sino también a su entorno familiar, que además suele necesitar apoyo profesional. 

Desinterés interesado...

Se sabe cómo es el pedófilo en España, cuál es su perfil y cómo se detecta a la primera que están mintiendo. Conocemos el daño que pueden llegar a ocasionar a los niños a quienes cazan, a su entorno familiar más directo. Se sabe y se conoce las zonas en que se mueven, cómo llevan a cabo sus artimañas. También se tienen en cuenta las IP desde las que se comparten archivos sospechosos de pornografía infantil. Y está claro, lo digital nunca se volatiliza, suele permanecer a pesar de los múltiples cambios que experimenta. Si se sabe, se conoce y se tiene el cerco bien trazado, ¿por qué no se actúa con una mayor contundencia? Quizá en España necesitemos también un Team Moore. Porque los recursos, ya avisan, son insuficientes. El desinterés por acabar con la pornografía infantil en Internet es desmesurado. 

Tal vez decir que los menores en nuestro país están desamparados es exagerar. O no, según a qué menores nos estemos refiriendo, claro. Los de los centros de acogida, sí. Los que llegan porque no tienen ningún otro lugar a donde ir, también. Los que acceden a juegos en línea, a Internet, a chats… probablemente.

No estamos hablando de incentivar la puesta en marcha de pines parentales o de restringir el acceso a la red a los menores por parte de los adultos. Sino de poner sobre la mesa que la pedofilia es un problema que siempre hemos tenido ahí, pero que nunca se ha puesto interés para erradicarlo. Un Team Moore en España facilitaría dar caza al pedófilo. Y si el problema no se soluciona por falta real de recursos, que por lo menos se haga con otras alternativas como Team Moore. Que no sea también por falta de ganas.