El juez Santiago Pedraz, un habitual de la prensa del corazón a quien en el mundo judicial le llaman “el guapo” o “el guaperas”, ha dictado una resolución en la que ordena el cierre del canal de comunicación Telegram. Decisión con la que coloca a España junto a China, Cuba, Irán y Pakistán.
El guapo de Pedraz cierra Telegram y se gana el favor del Gobierno
La decisión de Pedraz es consecuencia de una denuncia de Movistar, Orange, Masmovil, Digi, Atresmedia, Mediaset y otros operadores por supuesta vulneración de derechos de autor de contenidos audiovisuales. Telegram se negó a compartir con la Audiencia Nacional la información que le solicitaban para poder identificar a los usuarios que supuestamente estaban compartiendo esos contenidos. O sea, que Mediaset, Atresmedia, Movistar y compañía denuncian que se les piratean imagenes y Pedraz cierra Telegram.
Mientras que la pornografía infantil campa a sus anchas por Telegram y multitud de canales, Pedraz no investiga ni cierra nada, pero si a los grandes les piratean imágenes va el guaperas y cierra Telegram. Así se gana el favor del Gobierno porque Telegram aloja canales que, en libertad, no callan lo que los denunciantes de la piratería ocultan. Y, permiten opinar a quienes los grandes tienen vetados para poder seguir recibiendo millones y millones de publicidad institucional que ayuda mucho a sus multimillonarios beneficios.
Las televisiones que callan miserablemente ante la pornografía infantil protagonizada por Jorge Fernández, presentador estrella de Atresmedia, denuncian el pirateo y el guaperas ordena cerrar Telegram. Cosa que por otra parte no va a conseguir porque técnicamente hay muchas vías para poseer seguir accediendo.
Por el mismo camino, el guaperas de la Audiencia Nacional puede un día, si se lo piden los grandes, cerrar Youtube, o WhatsApp. Esa misma Audiencia Nacional que cierra Telegram, cuando se denunció con pruebas que Kote Cabezudo viajaba frecuentemente a Senegal a violar menores ordenó destruir la denuncia. Han leído bien, destruir, no archivar, destruir. La orden la dio el fiscal JavierZaragoza senior, de la inefable saga de los Zaragoza fiscales, que ahora está en el Supremo. Favor con favor se paga. Ya veremos donde termina Pedraz. Pero le irá bien y quizá de paso se haya ahorrado algún programa en Mediaset sobre alguna de sus conquistas.
El poder se siente seguro y la libertad en peligro
Así están las cosas de la libertad en España. La Justicia al servicio de los poderosos, los poderosos al servicio del Gobierno y el resto peleando la vida y sorteando los obstáculos que nos ponen a cada metro que pisamos. Y el Gobierno amnistiando a golpistas, corruptos, defraudadores y torturadores.
Pero Sánchez dispone de todo el aparato de comunicación del Estado, que incluye RTVE, el cine, los tuiteros que le dicen guapo a los que les ponen sueldo de dinero público y, además, tiene a su servicio a Prisa (El País), Atresmedia y Mediaset, prensada radio y televisión, por más que algún día en algún programa se les escape una crítica. Y sigue con su muro levantado, Y el Parlamento convertido en una pocilga. Se zurran la badana dialéctica, pero por más fuertes que sean los insultos siempre se les ve, a unos y a otros una risa final. Y los que tienen capacidad, argumentos, ideas y buena dialéctica son convenientemente relegados a un segundo plano.
Lo peor, reitero como siempre, es que el personal aguanta, traga y después va y les vota. Y Sánchez, que cuando no usa el Falcon alquila un jet de lujo para viajar a Extremadura y Benicassim, no se corta en decir que España “va en la buena dirección”. La situación es muy seria y aunque se escucha que nunca pasa nada, si que pasa, y es hora de que reaccionemos.
Esto es lo que pienso. Puede que no tenga razón. Pero con decisiones como la del guapo Pedraz de cerrar Telegram, el poder se siente seguro y la libertad muy insegura y en peligro. Es Telegram y todo lo demás. O sea, Telegram y Pedraz como síntoma del desastre. Y dicho todo esto, estoy totalmente en contra de la piratería, y creo que hay que perseguirla. Pero bien, no con un barco repleto de piratas de la peor calaña.
