La comisión de medio ambiente del Parlamento europeo votó este pasado martes en contra de la versión con enmiendas de la Ley de Restauración de la Naturaleza. Se obtuvieron 44 votos a favor y 44 en contra. Los medios que recogen la noticia explican que la votación se produjo en un clima de hostilidad sin precedentes. Con esto, el texto no ha obtenido la mayoría simple necesaria para que salga adelante. No obstante, se votará en pleno a mediados de julio y hasta entonces los diputados aún podrán presentar enmiendas. El voto de los partidos conservadores ha sido determinante.
La Ley de Restauración de la Naturaleza se presentó por primera vez en junio de 2022 por parte de la Comisión Europea. Se hizo como parte del Pacto Verde Europeo y la Estrategia de Biodiversidad 2030. Al principio obtuvo una buena acogida por parte de organizaciones ecologistas. También contó con grandes reacciones en contra por parte de agricultores, pescadores y silvicultores, que llegaron a decir de ella que estaba “mal pensada”. O que era “poco realista” e incluso difícil de aplicar. Las consecuencias que tendría esta Ley era, según ellos, “devastadoras”. Agricultores, pescadores y silvicultores no están en contra del respeto a la biodiversidad o a la restauración de la naturaleza, pero considera aún hoy que esta Ley no se ciñe a la realidad. Además, es una iniciativa que no cuenta con presupuesto.
Es decir, que puede que se quede en papel mojado y no sirva para nada. Esta Ley, como adelantamos en la revista IT MAGAZINE, mostraba un firme apoyo a la agricultura en favor de la biodiversidad. Además marcaba un antes y un después para dotar de oportunidades de negocio sostenibles y una mayor inversión de la industria agroalimentaria.
Este voto en contra de la Ley supone un golpe a la agenda climática de la UE
De hecho, tal y como indican en la web de la propia Comisión Europea, esta iniciativa “es una de las medidas clave anunciadas en la Estrategia de la UE sobre Biodiversidad para 2030”. Clave porque contribuye al objetivo de la Estrategia europea sobre Biodiversidad para 2030. Además porque “Propondrá objetivos de restauración de la naturaleza jurídicamente vinculantes, sujetos a una evaluación de impacto”. En teoría, Europa quiere recuperar la biodiversidad, pero el voto de los partidos conservadores dice lo contrario: que ni fú ni fa. O por lo menos no de momento.
Y la razón no es otra que el Partido Popular Europeo, la formación más numerosa, considera el texto una amenaza directa a los medios de vida tradicionales de los agricultores, pescadores y gestores forestales europeos. Por ello se enviará la norma en su forma original tal y como propuso la Comisión Europea. Llevará también la mochila rellena de otra recomendación: la de votar en contra.
De momento este voto en contra de la Ley, supone un golpe a la agenda climática de la UE. La votación de mediados de julio hace que la presión por sacar adelante una Ley que supone el centro del llamado Green Deal Europeo, recaiga sobre el pleno de la Comisión. De momento el 80% de los hábitats europeos continúan en malas condiciones. Además sin esperanza de que desde las instituciones europeas se vayan a poner de acuerdo para sacar adelante una batería de medidas que haga que puedan empezar a recuperarse. La crispación ha llegado también al Parlamento Europeo. Y la Comisión tiene ahora el papel de decidir si sale o no sale algo que es muy útil. Tanto por un lado como por otro, para elaborar mensajes de demagogia que en realidad tienen detrás problemas reales de personas que viven de la naturaleza.
Al presentar esta Ley se marcó como objetivo restaurar, al menos, el 20% del territorio europeo para 2030. Hoy, el objetivo es tratar de sacar adelante una Ley que ha provocado enormes trifulcas. Una Ley que se ha votado en un entorno de hostilidad para que a mediados de julio se tenga claro si el Green Deal sigue adelante o si, por el contrario, es necesario restaurarlo también.
