Lo bueno si breve, dos veces bueno. Baltasar Gracián nos lo advirtió y Mr. Puigdemont lo aplica siempre. Así, en 2017, su declaración de independencia duró exactamente 30 segundos. Ni uno más ni uno menos. Después, procedió a suspenderla para, a su decir, abrir una fase de diálogo con el gobierno español. Su absoluto fracaso, porque siempre se trata de un trágala, provocó que días después pusiera pies en polvorosa para evitar la cárcel. Y hasta hoy.
El estado de hecho que le conviene a la PPSOE
Estamos, sin duda, ante el más rápido de los separatistas. Ahora, en esa misma línea, nos obsequia con un mete y saca por la frontera española –con la evidentísima connivencia del gobierno- para dar un mitin de 4 minutos. Ni uno más ni uno menos. Algo que, si todavía hay justicia en este mundo, debería reconocer el Libro Guinness de los Récords.
Por cosillas como estas le di, hace tiempo, la bienvenida a Mr. Puigdemont. Y ahora vuelvo a hacerlo porque este clown que aspira a seguir dirigiendo el circo separatista nos permite ver, con claridad, la falsedad del sistemita montado por la PPSOE desde la oscura Transición. Un sistemita que está muy lejos –lejísimos- de ser una democracia. A menos que seas cerrado de mente y espíritu, apreciarás que ni existe separación de poderes ni Estado de Derecho.
Lo que existe es el estado de hecho que le conviene, en cada momento, a la PPSOE. Un estado de hecho basado en la discrecionalidad. Una discrecionalidad, por cierto, peligrosísima porque igual que hoy dejan escapar a Mr. Puigdemont, mañana pueden ordenar tú arresto. Recuerda que sin un auténtico estado de derecho se vale todo.
Esa discrecionalidad es la que les lleva, por ejemplo, a exigir la aplicación de la Ley de Amnistía, con el alcance que ellos quieren y pasando por encima de la Constitución, mientras se siguen jactando de incumplir las leyes y sentencias de Madrit. Esta es la disociación que persiguen para imponer su dictadura. Si con tú voto no castigas ahora a todos estos mangantes –a los que lo hacen y a los que lo permiten- esa dictadura mañana te alcanzará a ti también. No dudes de que te alcanzará.
Junts per la PPSOE: venden antagonismo
Entretanto, para que no te cosques de la jugada, primero se envuelven con el capote de una supuesta ideología y después utilizan la muleta de la polarización. El engaño está servido y entras por derecho a la urna para repetir tú voto una y otra y otra vez para el descojono de los imperantes y su séquito. No se puede ser más idiota, pero ellos consiguen que te superes una y otra vez en un ejercicio de olimpismo político. En el mercado, si el producto o la marca te fallan, no vuelves a comprarlos.
Sin embargo, en el lineal político acabas siempre comprando el mismo bote de crecepelo a sabiendas de su inutilidad. Te sugieren que esta vez sí funcionará y, sobre todo, te advierten de las nefastas consecuencias que tendría cambiar de marca. Venden antagonismo. No pasarán. Pero sí pasan: pasan de ti como de comer mierda.
No hay razones, solo banderas. Los «tuyos» te llaman. Tienes que acudir a esa llamada y no puedes fallarles… aunque ellos lleven fallándote a ti toda la vida. Sabes que estás haciendo el tonto, pero acudes a la llamada. Como muchísimo, te quedas en casa. Es la otra cara de esta falsa democracia: la del voto decidido de antemano por cada bando. Ellos lo saben y lo aprovechan. Todos los partidos nacionales, todos los partidos tribales y hasta la iglesia están juntos para que el sistemita continúe. Junto per la PPSOE, porque saben que mientras haya PPSOE, todos ellos van a poder seguir llevándoselo crudo sin ningún tipo de responsabilidad.
Una responsabilidad que ya no puede venir ni de las instituciones ni del Poder Judicial al que el Ejecutivo le está lanzando una OPA de absorción para quedarse con todo. Esa responsabilidad ahora ya solo puede venir del voto. Del voto de cada uno de nosotros. De un voto racional superador del antagonismo. No hace falta que votes por el supuesto contrario. No se necesita tanto. Lo único que se necesita es que no repitas tú voto a quienes ya te han engañado tantas veces y que permanecen Junts per la PPSOE. Vota por cualquier otro. Déjate de banderas y apuesta por la racionalidad y por los resultados. Y si prefieres antagonismo: vota contra Junts per la PPSOE.
