La inmigración se ha colocado entre el top5 de las preocupaciones patrias según el CIS. No es para menos porque lo que empezó siendo un chiringuito político, tanto fuera como dentro de España, empieza ahora a complicar las cosas tensionando otros muchos problemas presentes en la mente de los españoles, como la economía, la sanidad, la seguridad, la educación…, porque la PPSOE ha sido incapaz de resolverlos en estos últimos 45 años. ¡Cuán largo me lo fiais, amigo Sancho!
La RAE distingue perfectamente entre inmigrantes. Aquellos que se desplazan a un país extranjero en busca de mejores condiciones de vida, y refugiados, aquellos que, a consecuencia de guerras, revoluciones o persecuciones, se ven obligados a buscar refugio en otro país. En España lo que tenemos ahora, tal y cómo lo acreditan las imágenes con las que nos bombardean los medios de desinformación masiva, es un problema de inmigración ilegal. Esto es, de personas que vienen buscando mejores condiciones de vida, pero que lo hacen al margen de nuestras leyes de inmigración.
No es un problema de refugiados porque los refugiados que huyen de guerras etc… son un mix de personas que salen con lo puesto y nunca un conjunto de hombres de edades muy determinadas y en perfecto estado de revista que además cuentan con smartphones y líneas de banda ancha para comunicarse y hacer videos de TikTok. Estos últimos, queridos, no son refugiados.
La inmigración legal de la que no se habla y la inmigración ilegal en España
Entonces, la cuestión se circunscribe a si España es un Estado de Derecho o si, por el contrario, es un estado de hecho al servicio de los intereses de la PPSOE, la UE y el Tío Sam. Si fuéramos un Estado de Derecho como Dios Manda y Quiere todos deberían someterse a las mismas reglas de inmigración. Todos. Por orden, justicia y seguridad. Sin embargo, tenemos una inmigración legal de la que nadie habla y, frente a la misma, una inmigración ilegal de la que muchos se aprovechan y que, en el fondo, es una suerte de pago en especie que la PPSOE abona a nuestros vecinos del sur vete tú a saber a cuenta de qué intereses o chanchullos.
Una transacción que se tiene que hacer por debajo de la mesa ya que, con la Ley en la mano, no sería posible. Así que podemos concluir que toda esa inmigración ilegal es consecuencia directa del estado de hecho que la PPSOE nos impone a todos los españoles contra nuestra voluntad mayoritaria de hacer bien las cosas.
Las reglas no atentan contra la humanidad, sino que la favorecen. Y los que entran sin reglas no pueden luego esperar jugar con las reglas del resto. Y ahí es donde nace el problema de la seguridad, de la educación, de la sanidad… porque quien no se sujeta a las reglas de entrada difícilmente luego se sujetará a nuestras reglas de convivencia. Además, esas personas, a pesar de la inmensa humanidad de la que presume el gobierno y que luego es jaleada por los medios de desinformación y el equipo de opinión sincronizada, acaban en la cara b de nuestra sociedad. Los abandonamos.
Un estado de hecho con reglas diferentes
Es lo que tiene el estado de hecho: sin derecho no puede haber ni equidad ni seguridad. Los abandonamos con el refrán de «a quien Dios se la dé, San Pedro se la bendiga». Así que muchos caen en todo tipo de abusos y muchos también lo hacen en la delincuencia. No obstante, lo importante es que no se les devuelva. Lo que pase después no tiene mucha importancia.
Con estas políticas, aunque no se lo crean, los auténticos refugiados somos nosotros. Sí, los españolitos de a pie que tratamos de llegar a fin de mes honradamente y que tenemos que huir constantemente, dentro de nuestro propio país, de un estado de hecho donde unos juegan con unas reglas y otros con otras muy distintas y donde no te ayuda nadie a pesar de ser tú el paganini final del sistema.
Y todo esto ocurre porque la PPSOE gasta y gasta muy por encima de nuestras posibilidades dilapidando el dinero en políticas que para nada redundan en quienes de verdad las sufragan para poder ellos llevárselo calentito. Mientras, te abruman con dramas como este de los refugiados que no lo son.
Necesitamos una política de inmigración clara y lógica dentro de un auténtico Estado de Derecho para todos. Estos apaños del gobierno ni ayudan a los emigrantes ni nos ayudan a nosotros. Solo favorecen los intereses ocultos de una oligarquía que no es capaz de ni de gobernar con sentido común ni de ser sincera con los españoles. Por todo ello les digo: refúgiense de la PPSOE si quieren tener alguna posibilidad en el futuro.