DEL PINO, UN «LIDER INSPIRADOR»

Ferrovial grabó un vídeo corporativo en 2021 en el que quiso intervenir la vicepresidente primera del Gobierno, Nadia Calviño, que elogió al presidente de la compañía, Rafael del Pino y su equipo gestor, como adelantaron Carlos Segovia y Raúl Piña en El Mundo. De del Pino dijo que es “un líder inspirador”. Calviño grabó el video en los EEUU en la entrega del premio como líder empresarial del año de la Cámara de Comercio España-Estados Unidos.

Calviño grabó el video en inglés diciendo. “siempre es muy gratificante comprobar que el talento empresarial y directivo español es valorado más allá de nuestras fronteras. Hoy honramos la labor de Rafael del Pino como líder empresarial. Los numerosos logros de Ferrovial en los últimos años son, sin duda, el resultado de una buena gestión y liderazgo. Y merece el premio por su compromiso con la colaboración público-privada y con la sociedad española”. Para terminar dándole “las gracias de antemano por tu liderazgo en los próximos años inspirando a los emprendedores a perseguir el éxito empresarial manteniendo al mismo tiempo la firme determinación de contribuir a un futuro mejor”.

Pero tras conocerse la decisión de Ferrovial de trasladar su sede de España a los Países Bajos, el Gobierno en pleno, con el propio Pedro Sánchez y Nadia Calviño a la cabeza, se han lanzado a poner a parir a del Pino. A calificarle de antipatriota y de mirar solo por su deseo de ahorrarse el pago de impuestos. La ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, llegó a calificar a Ferrovial de “empresa pirata”. Calviño insiste mucho en reprocharle que Ferrovial haya ganado muchísimo dinero con la adjudicación de obra pública.

Que el Ejecutivo haya puesto en marcha un juicio sumarísimo moral contra del Pino en vez de reflexionar sobre el por qué ha ocurrido lo que ha ocurrido, en vez de ponerse a trabajar para generar ventajas y no inconvenientes al mundo empresarial, es un reflejo del peligro que supone este Gobierno para todos los ciudadanos. Parece más que inevitable ya que Sánchez vaya a pagar todo esto en las urnas. Se lo habrá ganado a pulso.

Hay una evidencia. Ferrovial hace lo que hacen muchos otros que no es sino instalarse donde le viene en gana y donde su trabajo le va a reportar más beneficios. Además disfrutando de más seguridad jurídica y de un Gobierno que no descalifica cada día a las empresas y sus máximos responsables. Resulta una broma pesada escuchar a Sánchez, Calviño y compañía apelar al patriotismo cuando comparten Gobierno con Unidas Podemos y con el apoyo de separatistas catalanes y vascos. Un Gobierno que persigue a los empresarios y la actividad empresarial es un peligro para la economía de todos y para las libertades.


Del Pino preside una compañía que busca el beneficio de sus accionistas

Curioso, como contaba Fernando García Romanillos en Vozpópuli, que Sánchez, que ataca sin tregua a los líderes empresariales españoles, desde que inició esos ataques a los señores con puro, se ha reunido en La Moncloa con 40 representantes de grandes corporaciones extranjeras. Presidentes de tecnológicas, multinacionales farmacéuticas, empresas defensoras del cambio climático, responsables de fondos de inversión, etcétera. O sea, que Sánchez dice cada día a quien le quiera escuchar que “si los del puro protestan es que vamos en buena dirección”. Algo intolerable e irresponsable en un presidente de Gobierno, pero presume a la vez de recibir a “los del puro” si son extranjeros, especialmente norteamericanos.

Y, los más serio. Es cierto que Ferrovial ha ganado muchísimo dinero con adjudicaciones de contratos públicos. Si Ferrovial ganó los concursos limpiamente presentando la mejor oferta no le debe nada a nadie. Ni al Gobierno, ni a España ni a los españoles. Si se le adjudicaron esos contratos por acuerdos ilegales bajo manga con el Gobierno adjudicador (del PSOE o del PP). O a cambio de un porcentaje para alguien, que lo diga la señora Calviño. Que lo demuestre, y que la Justicia actúe contra adjudicatario y adjudicador. Y respecto a las críticas porque “del Pino lo único que quiere es ahorrarse pagar impuestos en España”, como dijo Sánchez, solo aclarar que si fuera así sería perfectamente legítimo, porque cada uno se instala y paga donde le viene en gana, en libertad.

Si del Pino ha dejado de pagar algún impuesto supongo que Hacienda habrá actuado contra él. Y, si no, que lo haga. Aclaro que del Pino no tiene intención de trasladar su domicilio particular y fiscal de Madrid. Y para los malpensados, no soy amigo ni tengo trato con del Pino, que por otra parte no es el dueño de Ferrovial, aunque si haya puesto parte de su dinero. Del Pino tiene una participación accionarial muy minoritaria, que adquirió con su dinero porque él quiso invertir.

La decisión es del Consejo de Administración que cumple con su obligación de buscar el beneficio de los accionistas, entre los que no se encuentran la señora Calviño, el señor Sánchez o el Gobierno. Y además la decisión del Consejo de Ferrovial ha de ser ratificada por la Junta General de Accionistas. Del Pino no es un pirata, preside una compañía que busca el beneficio de sus accionistas.

Me dicen algunos que saben del asunto que Ferrovial puede ahorrarse con el traslado 40 millones de euros anuales en impuestos. Y, además, que desde que anunció su salida de España su valor en bolsa subió bastante. Una empresa como Ferrovial no adopta una decisión de este calibre de un día para otro. La estudian durante meses abogados, expertos en derecho fiscal, en comunicación y financieros de nivel, pensando solo, insisto, en el accionista.


Actitud matonil de Sánchez y los suyos contra las empresas

Y en la decisión influye, lógicamente, que el presidente del Gobierno este día sí y día también criticando y atacando a los responsables de las grandes corporaciones, a los que define como “los señores de los puros que conspiran contra el Gobierno en los cenáculos de Madrid”, mientras lleva a cabo políticas populistas inspiradas en regímenes totalitarios. Escuchando a Sánchez desde hace meses me daba la impresión de que estaba a dos telediarios de RTVE de disparar algún “exprópiese” tipo Chávez. O de retirar la nacionalidad a más de uno. 

La Unión Europea sigue el asunto al detalle porque el mercado único de la UE cuenta con libertad de establecimiento, esencial. A Sánchez le preocupa que este asunto pueda ensuciar su presidencia de turno de la Unión Europea. Sánchez y Calviño saben además que Ferrovial, como la mayoría de las grandes compañías, tienen un accionariado multinacional. Y buena parte de ellas pertenecen a fondos de inversión en los que invierten su dinero, porque quieren, ciudadanos anónimos que esperan obtener beneficios. En España todas menos la Inditex de Amancio Ortega y la Mercadona de Juan Roig, con quienes se ceba especialmente el Gobierno.

Nadie se va de un país si no se le persigue desde el Gobierno, si tiene una fiscalidad justa y no extractiva y si recibe un trato al menos educado por quien gobierna. La actitud matonil de Sánchez y los suyos contra las empresas y los empresarios más ricos y que más riqueza generan, puede contribuir a que otros sigan el camino de Ferrovial. Por ahora las grandes empresas como Iberdrola, ACS y compañía han dicho que no están pensando en irse. Pero no descarten que puedan cambiar de opinión. Y no es de extrañar, viendo además como el Gobierno y el PSOE se ceban con del Pino y Ferrovial para tapar el escándalo del tito Berni. El diputado socialista que por la mañana votaba en el Congreso por abolir la prostitución y perseguir a los puteros y por la noche se iba de putas con cargo al erario.

Sánchez, Calviño y compañía, con el eficaz apoyo de la prensa arrodillada y regada de dinero público, han anunciado investigaciones y actuaciones administrativas para tratar de parar la operación de Ferrovial, a la que califican de ficticia e irregular. Esta reacción del Gobierno creo que confirma la inseguridad jurídica en la que operan las empresas y los particulares. Desde Ferrovial se insiste en que el traslado no va a tener un impacto importante respecto a su actividad en España, donde no van a reducir plantilla.


Más denuncias de los excesos de poder y menos callarse

La reacción del mundo empresarial ante este asunto me ha parecido tibia. Me consta que del Pino ha recibido llamadas de solidaridad de colegas presidentes de otras compañías, pero ni ellos ni la CEOE que preside Garamendi han hecho comunicado alguno reclamando que el Gobierno respete una decisión legal en España y en Europa y legítima en defensa de los intereses de sus accionistas. Hay temor a encabritar más a Sánchez y temen represalias gubernamentales y del aparto mediático imponente que maneja el Gobierno.

Sorprende también que el Gobierno, tan indignado con el traslado de Ferrovial a Países Bajos, no abriera la boca cuando Jaume Roures, su empresario mediático de cabecera, trasladó su empresa a Holanda. Sí, Roures, el artífice de La Sexta y el que financia la tela “Canal Red” que va a poner en marcha Pablo Iglesias, que sigue mangoneando Unidas Podemos en la sombra. O cuando Joseph Oughourlian, el armenio que controla el diario gubernamental El País, se llevó el 25% de la propiedad de El País a Luxemburgo. Si, Oughourlian, quien asesorado por más de un lelo, insiste en que el valor de El País es estar sometido el PSOE para que el PSOE gobierne y siga apoyando al periódico independiente de la mañana pero no del Gobierno. El País que pone a parir a del Pino al servicio de Sánchez. 

No se dejen engañar. A este Gobierno no le preocupa el empleo porque considera que es el Estado quien debe generarlo, empleo público claro. Odia a las grandes empresas y se la sudan las pymes, que son quienes de verdad sostienen el empleo en España. El Gobierno fríe a impuestos a particulares y empresas. Y los ciudadanos observan después cómo con el dinero público se pagan las putas y la cocaína de los corruptos. 

A del Pino y al resto de los señores y señoras de los puros solo les diría que, ahora que ven lo que hay, reflexionen sobre por qué ellos no han estado casi nunca en primera fila en defensa del Estado de Derecho. En defensa de la libertad de expresión, en defensa de la libertad de empresa. Si ellos no hubieran estado casi siempre callados y se hubieran sumado a las denuncias de los excesos del poder ahora tendrían más credibilidad.

Han vivaqueado con quienes nos han gobernado, han hechos sus cosas. Han callado y le han bailado el agua a los gobernantes, además de financiarles. Algunos ya sabemos hace mucho como actúan. Ahora van también a por ellos. No se extrañen de que solo algunos pocos medios y periodistas independientes les defiendan. Nos llamarán fascistas, extrema derecha y esas cosas. Estamos acostumbrados. Pero no dejaremos de defender la democracia, la libertad y la defensa de la legalidad. Caiga quien caiga, aunque cayéramos nosotros. Así son las cosas.


Y Además…

  • La corrupción de nuestras instituciones, generalizada, resulta insoportable. Y más aún la impunidad de que gozan nuestros políticos, que no se cortan en presumir de corruptos. La última es el Faisán de Revilla. El presidente de Cantabria, Miguel Angel Revilla, el de las anchoas, ha relatado en una comparecencia pública que el pasado miércoles, el día que la Policía y la Agencia Tributaria entraron en la Consejería de Obras Públicas de su gobierno antes de proceder a la detención de ocho personas, entre ellas el jefe del Servicio de Carreteras de su gobierno, “a las 7,20 de la mañana, cuando me estaba afeitando, me sonó el móvil y era la delegada del Gobierno en Cantabria que me comunicaba que a las 7,30 iban a entrar en la Consejería de Obras Públicas inspectores fiscales y policías ante un caso de corrupción muy grave, me dijo, donde había detenidos, donde habían encontrado dinero en el domicilio de una persona de la Consejería y que me lo comunicaba para que tuviera conocimiento de que a las 7,30, hora de apertura de la Consejería, se iba a proceder a ese registro y a esa llegada con orden judicial”. O sea, que Revilla cuenta tan pancho con rostro de cemento armado, que el Gobierno de Sánchez le dio un chivatazo de una actuación policial bajo control del Juzgado de Instrucción número 5 de Santander en unas diligencias sobra las que había decretado un secreto de sumario. No hay noticias de que ni el Juzgado ni la Fiscalía hayan iniciado actuaciones penales contra la delegada del Gobierno en Cantabria, Ainoa Quiñones Montellano, y contra Miguel Angel Revilla. Es legítimo suponer que Revilla pudo advertir a sus subordinados de lo que iba a ocurrir. Y es lícito imaginar que en esos al menos diez minutos desde el chivatazo hasta la entrada en la Consejería pudieron destruirse pruebas. Tampoco hay noticia de que el Gobierno haya destituido de modo fulminante y denunciado a la señora Quiñones. La podredumbre crece cada día y el prestigio de las instituciones está por debajo de los suelos. Pero la señora Quiñones y el señor Revilla sabían que nada va a suceder, porque ya hay un antecedente con el chivatazo de un mando judicial a ETA de una operación policial contra el cobro del chantaje terrorista a empresarios con Pérez Rubalcaba de ministro de Interior que terminó en nada. Revilla no se corta en contarlo públicamente porque sabe que goza de una impunidad mafiosa, porque sabe que le va a salir gratis. Ya puesto, que cuente cuantas pruebas destruyeron. Total, no les va a suceder nada y por lo menos lo sabríamos. El hedor de nuestras instituciones crece cada día de modo intolerable. Pero aquí no pasa nada. 

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