El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez Pérez Castejón, ha negociado su inmediata investidura para seguir en el poder con un fugitivo de la Justicia española. Acuerdo negociado, firmado y anunciado fuera de España. Ya tiene el apoyo de la izquierda, aunque más de uno en Podemos desearía no votarle, de la derecha xenófoba y racista vasca, de Coalición Canaria, donde andan también rateros de principios y palabra, y de la derecha ladrona y golpista catalana.
El PSOE ha ido anunciando los acuerdos alcanzados y las cesiones que ha hecho a unos y otros. Pero ojo, que el primer acuerdo fue con Bildu, y aún no han contado a cambio de qué los herederos de los asesinos de ETA votarán a Sánchez. Y es evidente que su voto no es gratis. O sea, que preparados, porque nos quedan por ver cosas que nos helaran el alma.
Sánchez, que no es que se haya bajado los pantalones, sino que directamente se los quitó y ha ido con el culo en pompa (aunque el negociador haya sido Santos Cerdán. Ha aceptado incluso un “relator” que vigile el cumplimiento de las cesiones. No nos han dicho quién va a jugar ese papel, pero todo apunta a que va a ser extranjero. En el PSOE si me han confirmado que no va a ser Groucho Marx, como se había rumoreado.
Si hasta El Pais y la SER decían ayer que “cientos de miles de personas” se manifestaron en toda España contra las cesiones de Sánchez es que fueron muchos cientos de miles. Ya se han manifestado por escrito contra la cosa todas las asociaciones de jueces y fiscales, los secretarios judiciales, asociaciones de procuradores, abogados del Estado. También un nutrido grupo de profesores de Derecho, los sindicatos policiales, la Guardia Civil, algunos socialistas decentes, y seguimos.
Sánchez y su objetivo de permanecer en el poder
Pero a Sánchez se la suda. El solo tiene un objetivo, que es permanecer en el poder. Para ello no le ha importado hacer lo contrario de lo que dijo en campaña electoral, mentir como un bellaco, cargarse la división de poderes y la soberanía nacional. Supedita a los jueces a las mayorías parlamentarias y amnistía a golpistas, terroristas, malversadores e incluso a sospechosos de blanqueo de capitales del narcotráfico. Y encima les suelta una pasta.
Los sicarios de Sánchez han salido a vendernos que la próxima legislatura va a ser estable y progresista. La realidad es muy distinta. El progreso nada tiene que ver con sistemas autocráticos. Además, los socios de Sánchez se lo van a poner muy difícil desde el minuto 1 y como saben que le tienen cogido por los huevos no se van a cortar un pelo. Y claro, la cuenta la vamos a pagar todos los españoles, como siempre. Y el coste económico de los pactos de Sánchez con los golpistas va a superar los 100.000 millones (si, cien mil millones) de euros.
La Unión Europea, una vez más, está siendo pasiva ante las actuaciones de Sánchez, que actúa vulnerando los valores fundacionales de la Unión. Con Sánchez España se acerca a pasos agigantados a Venezuela y Argentina. Algunos dicen “eso no puede pasar aquí”, pero está pasando señores. Y allí los demócratas también pensaban que no iba a suceder, y ya sabemos cómo están. Queda, insisto que nos cuenten lo de Bildu. Que será lo peor. Yo me lo imagino como ustedes. También es posible que ellos no lo cuenten, pero nos enteraremos y lo veremos. Sánchez Pérez Castejón no tiene límites. Pónganse en lo peor, señores.
Y conviene que no nos olvidemos de lo de Alejo. Grande Marlasca y su gente de confianza en Interior andan muy ocupados organizando como reprimir las manifestaciones contra Sánchez, y todavía no han pillado al que le disparó un tiro en la cabeza a mi admirado amigo Alejo Vidal-Quadras. A los medios les filtran que la investigación parece apuntar al Gobierno de Irán, sí, el que financiaba la tele de Pablo Iglesias Turrión. Pero están tardando en detener al autor del asesinato frustrado de Alejo.
Podría haber sido Irán. O no. Lo desconozco. Lo que se es que Alejo estuvo siempre defendiendo la libertad, en España, Irán. En Israel, Cataluña, Cuba, Venezuela, Argentina o Europa. O sea, que tenía muchos enemigos de los que sabemos que manejan las 9 milímetros Parabellum. Marlasca está tardando y no puede suceder que nos olvidemos de lo de Alejo. Ningún crimen debe quedar impue, pero un crimen político, y en un momento como este, menos aún. Lo que me alegra es saber que en breve Alejo estará de nuevo en la calle defendiendo la libertad, con un tiro en la cara, pero donde siempre, contra los totalitarismos.
