LA BANDA DEL PSOE

No hay forma de no hablar de Sánchez y su Gobierno. Se superan cada semana, desbordan todos los límites. El pasado jueves al presidente le faltó felicitarse a sí mismo y tuvo los cojones de celebrar los 10 años del inicio del primer estado de alarma con el que nos encerró en casa mientras los suyos se llevaban la pasta. Hay que tenerlos cuadrados para celebrar algo que fue declarado ilegal. Pero que vamos a esperar de estos socialistas. Lo que yo no puedo olvidar es mi estupor durante la pandemia cada vez que comparecía Sánchez rodeado no de especialistas sino de militares y policías. Y, nos hablaba de un comité de expertos que no existía. Y me llamaban negacionista.

Tienen una relación muy especial los socialistas con quienes cometen un delito tan asqueroso como el de secuestro. Con González fue condenado el ministro de Interior, José Barrionuevo, por secuestro. Sí, siendo ministro, a un anciano viajante de comercio al que se plantearon asesinar y enterrar después en cal viva, otra marca de la casa. Como interlocutor privilegiado para hacerse con los votos de Bildu eligieron a Otegui. Consumado secuestrador que obligaba a los cautivos a jugar a la ruleta rusa por las tardes. Y para redactar la amnistía a los golpistas catalanes, a los Pujol y otros corruptos y a los torturadores, se la encargan al abogado del fugitivo, que casualmente se sacó el título de licenciado en derecho estudiando en prisión, donde cumplía condena por el secuestro de Emiliano Revilla.

El PSOE secuestra la democracia

Esa proximidad con este tipo de delincuentes puede ser la que les ha llevado a secuestrar la democracia. Lo más grave de lo mucho grave que ha sucedido es como se han saltado todos los límites imaginables con lo de Alberto González, el novio de Isabel Díaz Ayuso. La vicepresidente, ministra de Hacienda y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, consejera de Hacienda del gobierno andaluz responsable del latrocinio de los ERE, famosa por responderle a un periodista que le preguntaba por una desviación del déficit “pasarse de un presupuesto es fácil, chiqui, 1.200 millones no son nada”, se autodelató al desvelar horas antes de que se publicara que “Ayuso, como se ha publicado, vive en un piso que se pagó con comisiones de mascarillas y con un fraude”.

Estas palabras las pronunció a las 17,30 de la tarde. El digital eldiario.es no publicó la noticia hasta las 9,30 de la noche. No hay que ser muy listo para deducir que fue la ministra la que le pasó la información a ese diario siempre al servicio del progresismo. Porque la señora Montero puede que sea muy listilla y se ría mucho, pero adivina no es.

Esto solo sucede en regímenes totalitarios. Utilizar a Hacienda contra familiares de adversarios políticos es infame. Pero es que la señora Montero, tan progresista, a la que le parece que 1.200 millones no son nada, en mi opinión ha cometido dos delitos gravísimos. Primero, por acceder a datos que no podía conocer sobre una investigación en curso que no puede salir de la Agencia Tributaria (ATE). La ATE no puede facilitar ni a un ministro información sobre un expediente o sobre un ciudadano. Después, filtrar ella esa información a un medio de comunicación amigo. Y, por lo tanto utilizar información fiscal para tratar de destruir a un adversario.

Después la miserable Fiscalía, una vez más la Fiscalía, que por orden del jefe filtra datos de los correos electrónicos que el abogado del novio de Ayuso se cruzó con el fiscal del caso, al más puro estilo Garzón. Recuerden que Garzón fue condenado y apartado de la carrera judicial por espiar las conversaciones de los acusados del Caso Gürtel con sus abogados. Ahora es el marido de la que fue fiscal general del Estado y abogado de postín muy cercano al Foro de Puebla. O sea, a las narcodictaduras bolivarianas.

Las mentiras de la banda que nos gobierna

Al actuar contra el novio de Ayuso, la Hacienda que controla la señora Montero no ha pretendido que un ciudadano cumpla con sus obligaciones fiscales sino que ha pretendido intimidar a su principal adversario político. Y la Fiscalía, que está para proteger a los ciudadanos y hacer que se cumpla la legislación vigente, se suma al disparate. 

La deriva de este Gobierno es muy preocupante y cuando se emplean todos los resortes del Estado para en beneficio propio perseguir a adversarios y discrepantes, conociendo los antecedentes del PSOE, es legítimo temer que estemos a pocos telediarios de que decidan encarcelar o secuestrar a quien ose plantar cara a sus desmanes. Habrá que estar atentos también a ver si crecen los ingresos de eldiario.es procedentes de publicidad institucional o del PSOE, que no es descartable.

La señora Montero, chiqui, después de este atropello, mintió. Otra seña de identidad del sanchismo. Negó haber hablado del caso del novio de Ayuso diciendo “como se ha publicado” cuatro horas antes de que se publicara. Y mintió con una sonrisa, porque tienen la jeta de cemento armado. Y para cerrar el círculo dijo que no se debe hacer polémica política “con familiares”, en alusión a Begoña Gómez, señora de Sánchez. Cuando  la señora de Sánchez está siendo investigada no por su actividad privada, sino por intermediar en el rescate público de una empresa privada que financiaba su actividad docente, mientras que los problemas con Hacienda del novio de Ayuso nada tienen que ver con la Administración ni con dinero público.

No sé qué será lo siguiente. Y sigo sin comprender que todavía haya gente dispuesta a votar a este PSOE corrupto hasta las trancas. Es igual que nos gobiernen unos delincuentes. Se empieza secuestrando a un anciano viajante de comercio. Se negocia con un secuestrador para poder formar gobierno, se le encarga a un secuestrador la redacción de una amnistía para golpistas, corruptos y torturadores. Lo siguiente ya puede ser cualquier cosa. Es lo que tiene que te gobierne una banda. Pero menos mal que no gobierna la derecha fascista.