Cándido Conde-Pumpido Varela, abogado e hijo del presidente del Tribunal Constitucional, es un tipo con suerte cuando comparece en un juzgado. No como abogado, sino como acusado. Tiene lo que los árabes llaman “baraka”. O sea, una bendición o una gracia especial divina, porque por graves que sean las acusaciones termina saliendo de rositas.
El pasado fin de semana fue detenido en el chalet de su propiedad porque una mujer brasileña denunció haber sufrido una agresión sexual grupal por parte de Cándido y dos amigos suyos. Uno español y otro venezolano. De entrada, Conde Pumpido designó abogado.
Y, sorprendentemente no fue uno de sus compañeros del despacho “Conde Pumpido & de Porres”, del que es socio fundador, que se anuncia como “despacho multidisciplinar de abogados con vocación penalista” a quien confió su defensa, sino a Ricardo Álvarez Ossorio. Especializado en la defensa de narcotraficantes y mafiosos. Es conocido en la profesión como “el abogado del diablo”, no porque defienda a Conde Pumpido, sino por el perfil de la mayoría de sus clientes.
Cándido Pumpido Varela detenido y puesto en libertad
Una vez detenido tuvo la suerte de que el caso recayera en el Juzgado de Instrucción 44 de Madrid, que estaba de guardia, del que es titular la magistrada María Isabel Durántez Gil, muy vinculada al PSOE. Fue directora general de Marina Mercante en el Gobierno de Rodríguez Zapatero, siendo fiscal general del Estado su padre. La juez Durántez es amiga personal del padre del detenido, pese a lo cual no se abstuvo de resolver el asunto.
Contra todo pronóstico, la juez Durántez decretó la libertad de los tres detenidos y ni siquiera decretó una orden de alejamiento de la denunciante. Fuentes judiciales me confirman que no es cierto el rumor que ha corrido por Madrid de que en el Juzgado, el hijo del presidente del Constitucional dijera “¿esto lo sabe Conde Pumpido”, como en su día dijo el líder de Bildu Arnaldo Otegui en la Audiencia Nacional tras ser detenido.
El abogado Ricardo Alvarez Ossorio presentó en el Juzgado unas imágenes de cámaras instaladas en el domicilio de Conde Pumpido que supuestamente acreditaban que los hechos denunciados no eran ciertos y que la denunciante no fue violentada sexualmente en grupo. Con base en esas imágenes la juez Durántez decretó la libertad de los detenidos, que han anunciado que van a querellarse contra la mujer por un delito de denuncia falsa. La denunciante piensa denunciar también a Conde Pumpido por difundir que es prostituta y por haberla grabado en su domicilio sin habérselo comunicado.
Desde el entorno de Conde Pumpido se ha difundido a muchos medios que la denunciante forma parte de un montaje que tiene como fin último desacreditar al padre del detenido, en el ojo de la polémica política por estar participando, pese a presidir el Constitucional, en la elaboración de la ley de amnistía a los golpistas catalanes que va a presentar Pedro Sánchez como pago al apoyo de Junts y ERC a su investidura.
El hijo del presidente del TC, un chico con polémica pero con buena suerte
La polémica acompaña desde hace muchos años a Candido Conde Pumpido Varela. En 2015, defendía al líder del PSOE de Galicia, José Ramón Gomez Besteiro. La jueza que instruia la causa, Pilar de Lara, investigaba también el Caso Pokemon. Y denunció a la Audiencia Provincial que el letrado Conde Pumpido le había enviado un correo electrónico en el que la invitaba a cambiar de destino con estas palabras: “Si puede cambiar de destino, hágalo. Si necesita apoyo en el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) para optar a una plaza o facilitar su traslado. Hágamelo saber y haré todo lo que esté en mi mano No será difícil de conseguir”. En esas fechas la esposa de su padre era Clara Martínez de Careaga, vocal del CGPJ.
En enero de 2019 Conde Pumpido Varela fue imputado por la Audiencia Nacional por un presunto delito de blanqueo de capitales en el Caso Bandenia. La acusación era por blanquear 1,09 millones de euros de una mafia que prostituía a decenas de mujeres en el mayor burdel de Madrid. Finalmente, el juez instructor acusó a diez personas pero dejó fuera de la causa a Conde Pumpido. El 30 de septiembre de 2022 fue detenido en el Paseo de la Castellana de Madrid denunciado por amenazar a un cliente de su despacho que le debía dinero. Fue puesto en libertad sin cargos a las pocas horas.
Un miembro del Poder Judicial me decía ayer que “el hijo del presidente del Constitucional está jugando con fuego, y se va a terminar quemando. Su padre está desesperado con él. Son ya demasiados incidentes con temas muy serios. Y esta vez parece increíble que saliera en libertad con la actual legislación que exige el consentimiento y que cada día lleva a hombres a prisión provisional. Es insólito también que en vez de encargar su defensa a sus compañeros de despacho contratara a un abogado especializado en defender mafiosos y narcos, no le ayuda nada en la imagen que está transmitiendo. Tiene todo el derecho a la presunción de inocencia, por supuesto. Pero este chaval o modifica su comportamiento o va a acabar mal, y el daño que le está haciendo a su padre es tremendo”.
No conozco a Conde Pumpido hijo. Si conozco y he tratado a su padre, y me imagino su preocupación. Y conociéndole le preocupará especialmente el daño que puede padecer un apellido que es una saga de magistrados ilustres. Su bisabuelo, Cándido Conde Pumpido, presidió las Audiencias de Valencia, Valladolid y La Coruña. Su abuelo, del mismo nombre, fue fiscal jefe del Tribunal Supremo. Y su padre, ya es sabido, preside el Tribunal Constitucional.
Los amigos del más joven Conde Pumpido incluso le reprocharon que el nombre de la banda de rock amateur en la que toca sea “Alijo”. Lo que no tiene duda es que el chaval Pumpido tiene una suerte en los Juzgados que es poco normal. Una baraka que para sí quisieran muchos de los que pueblan las prisiones de toda España. Incluso otros clientes de “el abogado del diablo”. Pero la suerte, sí, también se acaba. Y eso lo sabe Conde Pumpido, el padre.