Esta semana dos de los buques insignias del “periodismo” español, El País y La Sexta, han remachado de modo indeleble su sumisión al Gobierno de Sánchez. El País ha publicado una serie sobre los audios de las grabaciones del delincuente Villarejo. Al terminar el serial publica un podcast en el que decía “aquí explica” el periodista José Manuel Romero los audios de Villarejo. ¿Perdón? ¿Es que El País considera que los lectores de su diario son imbéciles y han de explicarles las noticias?
Quien explicó bien el asunto fue el analista político Alvise Pérez. En su cuenta de Telegram publicó los audios y las agendas de Villarejo demostrando que El País había editado los audios. Así que los lectores de El País solo se enteraron de algunas cosas de las que hablaba con gentes del PP y corrupción del PP. Alvise ha dejado en pelotas a El País pero ellos no se dan por aludidos. Donde no hay vergüenza…
Villarejo tenía un arsenal de audios de sus conversaciones con decenas de personas. Las más relevantes son sin duda alguna, todas las que evidencian su proximidad y complicidad con los sectores más activistas de los denominados juristas “progresistas”. Villarejo tenía mano ancha con muchos de esos jueces y fiscales, muy especialmente con Baltasar Garzón, Dolores Delgado, Fernando Andreu y Santiago Pedraz. Y era un engranaje esencial en los que en esa auténtica mafia denominaba “control de togas”. Es decir, control de los juzgados y jueces que instruían causas con trasfondo político para que los sumarios terminaran donde a ellos les interesara que terminaran. Ya recuerdan el almuerzo en el restaurante Rianxo en el que presumía de haber montado un puticlub para obtener “información vaginal”. Y la hoy Fiscal General del Estado se partía de risa y le decía “éxito garantizado”.
Pero El Pais editó los audios. De modo que ni con la explicación posterior contaba la verdad sobre Villarejo ni profundizaba en el “control de togas” que llevaba a cabo. Tampoco informó el diario “independiente de la mañana” de los periodistas a los que pagaba Villarejo, ni de los medios que le pagaban a él. Pero pronto lo sabremos.
El País: sumisión al Gobierno de Sánchez
En la misma semana que El País publicaba editados a conveniencia del PSOE esos audios, se producía en el diario un movimiento societario importante. Telefónica informó el jueves 19 a la Comisión Nacional del Mercado de Valores de la venta del 7,076 de su participación en Prisa, la empresa editora de El País a Global Alconaba. Pedro Sánchez ya se había hecho con el control del diario poco después de llegar a La Moncloa en junio de 2018 cuando logró que destituyeran a Antonio Caño de la dirección. Telefónica mantiene, no se entiende bien por qué, o sí, el 1,95 del capital.
El control de El País por el Gobierno cuajó cuando la pareja conocida como “los migueles”, Miguel Barroso y José Miguel Contreras, reaparecieron en Prisa como hombres fuertes con el visto bueno de Joseph Oughourlian, dueño de Amber Capital, primer accionista de Prisa y Presidente Ejecutivo. Este armenio formado en Colombia intentó hace años colocar a un amigo, Luis Velo, como primer ejecutivo de Prisa. Pero fracasó porque Juan Luis Cebrián movió todos sus hilos para impedirlo. Oughourlian, muy próximo al Gobierno, designó consejero a Miguel Barroso, ex secretario de Estado de Comunicación con Rodríguez Zapatero. Junto a Barroso reapareció en las altas esferas de Prisa José Miguel Contreras, ex-asesor de Felipe González y productor televisivo de éxito y renombre.
La sociedad que le ha comprado el 7,076 del capital de Prisa a Telefónica es Global Alconaba. Su cabeza visible y administrador es Andrés Varela Entrecanales, socio de Contreras en La Coproductora. Productora de televisión comprada por Prisa que es quien, junto al Grupo Secuoya, prepara una serie documental a mayor gloria de Pedro Sánchez. Contreras y Varela fueron fundadores de Globomedia. Productora que terminó fusionándose con Mediapro, del empresario independentista catalán Jaume Roures, junto al que se hicieron con el control de La Sexta antes de dar el pelotazo de vendérsela a Atresmedia. Según me cuentan dos personas del entorno de Varela y Contreras, la idea que manejan ambos una vez en el capital de Prisa es terminar comprando a los franceses de Vivendi su participación. Así tratar de llegar a controlar el 20% de Prisa y consolidarse como segundos accionistas del grupo.
Y ya que mencionamos a La Sexta, esta semana en el programa que presenta Antonio García Ferreras, “Al rojo vivo”, manipularon unas palabras de Pedro Sánchez en beneficio del presidente. Sánchez en una intervención en el Congreso, dirigiéndose al PP dijo: “la diferencia en materia de política territorial cuando gobierna el PSOE a cuando gobiernan ustedes es que ustedes mandaban piolines a Cataluña”. Esto lo comentó en referencia a los policías y guardias civiles que fueron enviados a Cataluña para controlar incidentes durante el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017. Es decir, que Sánchez se refirió como piolines a funcionarios que actuaron en defensa de la legalidad constitucional.
Bien, pues Ferreras manipuló las palabras de Sánchez y relató su intervención en el Congreso atribuyendo a Sánchez, en un rótulo entrecomillado, estas palabras. “Ustedes mandaban a policías en el Piolín”. Una frase que es falsa. Un ejercicio miserable de manipulación en defensa del Gobierno por parte de Ferreras y La Sexta. Además tienen el cuajo de publicitar su programa hablando de “Más periodismo”. Sí, más periodismo arrodillado ante el poder. Obediente de las consignas del Gobierno, al servicio de quienes mangonean desde el Ejecutivo.
Pero esto es lo que hay en el periodismo español ahora mismo. Por eso les insisto siempre en que sigan a It Magazine, porque no obedecemos ni vamos a obedecer nunca consignas de nadie. Somos necesarios en un sistema en el que se ejerce un control soberano sobre la prensa, como evidencian los episodios que les cuento hoy. Y ya les conté en su momento episodios equivalentes cuando gobernaba el Partido Popular.
Y además…
- Mohamed Benhalima era un soldado argelino a quien empleaban como chófer de un oficial. Pero Benhalima no aceptaba callado trabajar para el disfrute personal de los oficiales del Ejército de su país que controla el ministro de Defensa, que es el propio presidente de la República, Abdelmadjid Tebboune. Denunció públicamente esos abusos. Perseguido desde entonces, se fue de Argelia y se exilió en España, donde tenía solicitado asilo político. La misma suerte corrió otro joven argelino, Mohamed Abdellah, que también había iniciado trámites para solicitar en España el asilo político. Ambos fueron detenidos “aleatoriamente” en España y entregados a Argelia inmediatamente. Benhalima ha sido condenado a muerte y no es descartable que lo mismo le suceda a Abdellah. La entrega de estos dos disidentes decidida por el Gobierno de Pedro Sánchez sabiendo el futuro que les esperaba resulta vergonzosa. Y coincide en el tiempo con la indignación de Argelia, proveedor de gas a España, con nuestro Gobierno por la decisión de Sánchez de acercarse a Marruecos y reconocer que el Sahara Occidental pertenece al Reino de Marruecos.
- Ha contado Bruno Pérez en ABC que el Ministerio de Hacienda ha puesto en marcha una ofensiva para que se le permita impulsar un cuerpo policial para luchar contra el fraude que pueda hacer seguimientos personales y pinchazos telefónicos al margen de las autoridades judiciales. Lo que nos faltaba. Hacienda que machaca sin piedad a quienes pagamos nuestros impuestos, pretende ahora montarse una policía propia, sin control judicial, un Pegasus fiscal a braga quitada. Es tarea loable y necesaria perseguir el fraude pero el fin no justifica nunca los medios y corresponde siempre a los jueces el control de cualquier investigación. Aterra el mero hecho de que la ministra Montero haya pensado en ello y lo haya planteado en el seno del Gobierno. Es muy revelador el concepto que tiene la señora Montero de lo que es un Estado de Derecho. Claro que habiendo formado parte del Gobierno de la Junta de Andalucía cuando el patrocinio de los ERE… La señora Montero no fue condenada por los ERE pero formaba parte del gobierno. Y apoyó públicamente a los acusados con un tuit en el que dijo literalmente: “Yo también soy hoy Antonio Lozano, Ventura, Magdalena Alvarez, Salgueiro, Valverde y tantos otros. Mi apoyo y compromiso”.