Vuelven los focos hacia Ábalos y el conocido como “Caso Koldo”. O la enésima trama de la venta de mascarillas que ahora está salpicando de lleno al gobierno. Ahora, el presunto cabecilla de la trama de venta de mascarillas que está siendo investigada por la Audiencia Nacional, presunto porque no hay que olvidar nunca la presunción de la inocencia, ha declarado que todo el material sanitario se vendió de acuerdo al precio de mercado. Para ello ha citado un informe de la consultora KPMG elaborado en 2021. Cueto ha asegurado que nunca se tuvo intención de lucro, pues el margen de beneficio “era escaso”, que no nulo.
Lo que se sabe de momento es que al parecer se pudo llegar a embolsar un total de 9,6 millones de euros en concepto de comisiones. Aunque ante los medios continúe resonando la declaración que su intención última no fue lucrarse, sino “ayudar”. En sus declaraciones ante el Juzgado central de Instrucción número 2 de Madrid, Juan Carlos Cueto, ha afirmado que se trató en todo momento de una operación costosa. Muy costosa, que obligó a mantener muchos viajes a China. Lugar desde donde, por si no lo saben, proviene mucha cantidad de material sanitario que consumimos en nuestro país.
Juan Carlos Cueto, es la cara visible de la sociedad Soluciones de Gestión, integrada en el grupo Cueto. Anticorrupción considera que Cueto es el “máximo responsable último de las decisiones concernientes a este grupo empresarial”. Aún han de abrirse varias líneas de investigación más, analizar más informes y seguir investigando ya que, al parecer, aún hay muchos cabos sueltos. No sólo en torno a la trama sino a la venta de las mascarillas. Y ahora, al objetivo que se buscaba con esa venta.
El Caso Koldo salpica a gobiernos autonómicos
De momento, Juan Carlos Cueto, que ha sido señalado hasta el momento como “cerebro” del «Caso Koldo» ha quedado en libertad. eso sí, tiene totalmente prohibido salir de España. Tal y como pedían tanto desde Anticorrupción como de las acusaciones particulares ejercidas por PP y Vox. Y es algo a lo que su abogado defensor no se ha opuesto.
El «Caso Koldo» está salpicando a varios gobiernos autonómicos. El salpicón se expande a diestro y siniestro. Y, de hecho, desde el Govern Balear su portavoz, Antoni Costa, se ha apresurado a declarar que desconocen si sólo técnicos o funcionarios del Servicio de Salud de Baleares tuvieron contacto con personas de la trama. No altos cargos, sólo peces menos gordos de su gobierno. Limpiando con ella la honestidad de las capas más altas de la pirámide.
También hay ramificaciones del «Caso Koldo» en Canarias, lo que ya se conoce como “rama canaria”. Y a la espera de que se determinen quiénes son los implicados y hasta dónde llega realmente la trama, de momento el PP ha pedido que Pedro Sánchez aclare en el Congreso qué es lo que está ocurriendo. También cuál es el alcance de este nuevo escándalo que tiene como protagonistas a las mascarillas. Ese “artilugio” que convirtió en necesario en plena pandemia y meses posteriores y que recuerda a época de encierro, miedo y desconocimiento de una situación que fue provocada por unos pocos y que tuvo alcance mundial.
Así, mientras el grueso de la población se debatía entre buscar mascarillas higiénicas o FFP2 para estar más seguro y cuidar a los de su alrededor, otros pocos creaban el debate entre si lucrarse sin miramientos o hacerlo bajo el paraguas de querer cuidar a los demás a costa de engrosas sus bolsillos. Sólo las investigaciones y la Justicia nos dirá.
