La gala de entrega de los Premios Feroz de este año, celebrada la pasada semana en Zaragoza, nos ha dejado una resaca formidable. Los Feroz fueron creados en el año 2013 y los concede la Asociación de Informadores Cinematográficos de España (AICE). Pedro Almodóvar recibió el Premio Feroz Audi de Honor y se subió al estrado. Su intervención, se suponía que para agradecer el premio, fue un intenso mitin contra la sanidad pública en Madrid y contra Isabel Díaz Ayuso. Llegó a calificar como “barbarie” el estado de la sanidad en Madrid.
La vicepresidente del Gobierno, Yolanda Díaz y, el ministro de Cultura, Miquel Iceta, se rompían las manos a aplaudir a Almodóvar en sus ataques a Díaz Ayuso. Junto a los habituales abajofirmantes del Círculo de Bellas Artes como Juan Diego Botto o Luis Tosar. Comparto los elogios a los sanitarios españoles que no trabajan en las mejores condiciones, pero me parece repugnante como son utilizados por un activismo militante como munición en defensa del Gobierno.
Almodovar centró sus críticas a la Sanidad en la Comunidad de Madrid porque lo que pretendía era atacar a Isabel Díaz Ayuso. Aunque bien podía haber hecho referencia, ya que estaba en Zaragoza, a la sanidad aragonesa que lidera el ranking de las más dilatadas listas de espera. O podía haberse referido a la huelga de los sanitarios catalanes. Pero no, él iba a lo suyo, a hablar de la “barbarie” de Ayuso, porque se trataba de un mitin.
El mitin de Almodovar que convierte la Gala de los premios Feroz en un acto político
Han sido múltiples las críticas al director manchego por mostrarse como paladín defensor de la sanidad pública cuando es público y notorio que él utiliza la sanidad privada. Normalmente del Grupo Quirón. No coincido con esas críticas por ese motivo. Cualquiera que pague sus impuestos tiene autoridad moral para defender la sanidad pública, aunque decida utilizar la privada.
El problema de Almodóvar, siempre, es la contradicción que supone esa defensa cuando es público también que él y su hermano Agustín fueron apoderados de una sociedad (Glen Valley Corporation), registrada en las Islas Vírgenes Británicas. Con ella eludían pagar a la Hacienda española, según los famosos “papeles de Panamá”. Eso sí que es feo, utilizar paraísos fiscales y después aquí hacer mítines en favor de la sanidad pública. Como cuando la guerra de Irak se manifestó delante de la sede del PP gritando “No a la guerra” mientras que al cineasta estadounidense Michael Moore le dijo que no asistía a una concentración contra la guerra en Los Angeles porque quedaba poco para la ceremonia de los Oscars. Que cobarde y contradictorio gritar no a la guerra en Madrid y negarse a hacerlo en Los Angeles a la espera de que te den un Oscar.
Pero no me parece contradictorio defender la sanidad pública y utilizar cuando se quiera y pueda la privada. Yo también lo he hecho. Aunque claro, jamás he dejado de pagar mis impuestos y no se me ocurriría crear una sociedad en un paraíso fiscal. Por ahí es por donde Almodóvar cojea. Como los hermanos Bardem, cuando se hartaron de criticar la reforma laboral del PP y esperaron a su aprobación para liquidar el restaurante que tenían en Madrid y deshacerse de los trabajadores con la ley del PP que les era más favorable. Así actúa esta izquierda caviar que da lecciones de moralidad autodenominada progresista.
Pero los Feroz, además del mitin de Almodóvar, han dado mucho que hablar por la detención del productor Javier Pérez Santana. Ha sido denunciado por una actriz y varios actores por haber sido agredidos sexualmente durante la fiesta posterior a la entrega de premios. Pérez Santana produjo la película “Mi vacío y yo”, dirigida por Adrián Silvestre y nominada al Premio Feroz Arrebato de Ficción. Pérez Santana fue detenido tras denunciarle varias de las víctimas de sus acosos, trasladado a comisaría y posteriormente al Juzgado, del que salió en libertad con cargos. El productor acosó a varios asistentes, especialmente hombres. También a la actriz trans Carmen Jedet Izquierdo Sánchez, conocida por su activismo en pro del colectivo LGTBQ.
La Detención en la Gala del productor Pérez Santana hace daño a la industria del cine
El escritor Roberto Enríquez, conocido como Bob Pop también fue acosado por Pérez Santana. Ha declarado en varios medios que él se marchó de la fiesta “a las 3 de la madrugada, sobrio. En ningún momento pensé que esto se podía denunciar. Pensé que me había tocado mi cuota de borracho baboso que te toca en todas las fiestas y te aguantas. Después, al ver que otros habían denunciado, creo que hice mal en no hacerlo. En mi caso la situación fue todavía de más coña, porque estaba acosando a un tío en silla de ruedas”. La fiesta se prolongó hasta las 7 de la mañana. En torno a las 6 fue Jedet quien avisó al equipo de seguridad del recinto zaragozano en que se celebraba el evento. A su vez avisaron a la Policía Local y procedieron a la detención del productor.
Un miembro de AICE asistente a la fiesta, que prefiera no identificarse, decía que Pérez Santana estuvo acosando toda la noche. «Se acercó a felicitar a Almodóvar, que no sabía quién era, y venga a darle besos y abrazos hasta que Pedro le dijo que le dejara en paz. Iba tocando el culo a todos los tíos, lanzándose a besarles en la boca y en el cuello. Y fue Jedet la que avisó a la organización para denunciarle. No le dieron el premio Arrebato a su peli, el arrebato lo llevaba el encima. Estaba desenfrenado y lo extraño es que no le denunciaran antes porque cuando llegó a Jedet llevaba horas acosando a todos los tíos a los que se acercaba.
Es una pena la imagen que hemos trasladado a la fiesta en estos premios Feroz, sea primero la de un mitin político de un director y después la de un productor acosador». Lo de Almodóvar me pareció un error. Una entrega de un premio no es el lugar para hacer un mítin. Y me parece triste que a Pérez Santana nadie le parara los pies seriamente, porque todo el mundo vio su comportamiento. Quizá lo único positivo sea que se visibilice que también hay acoso en el mundo gay, que no es solo un problema el acoso a las mujeres. En este caso era un gay acosando a hombres, la mayoría de ellos heteros.
En definitiva, que entre un episodio y otro han hecho mucho daño a la marca de los Feroz y a la industria del cine en general. No me extraña que la gente nos ponga a parir. Creo que la AICE debería pronunciarse respecto a la ocurrido y tomar medidas para evitar que estos premios se conviertan en un acto político. Muchos de los asistentes y miembros de AICE así lo consideramos, pero Almodovar tiene mucho poder y la gente no se atreve con él».