Que hace unas semanas los camiones españoles tuvieran que permanecer parados en la Junquera por vicisitudes con camioneros franceses, no hacía más que sospechar que se avecinaban revueltas no sólo en el transporte por carretera, sino en el mundo agrícola en general.
Desde el pasado sábado, una sonora y numerosa tractorada colapsa prácticamente todas las carreteras y conexiones vía terrestre del país. Parece que impulsada por la organización llamada Plataforma 6F. Una organización constituida recientemente cuyo objetivo es colapsar carreteras y unir tanto las protestas de los agricultores como los de los transportistas “que van a entrar en Madrid y van a paralizar los mercados”. Calculan que alrededor de 50.000 vehículos llenarán las calles y los accesos a la capital.
La tractorada de los agricultores y ganaderos en defensa de sus derechos
Tal y como reza el manifiesto fundacional de la plataforma, “ante la pasividad de nuestras organizaciones agrarias, agricultores, ganaderos y pescadores de toda España, de modo espontáneo, nos hemos unido para movilizarnos pacíficamente saliendo con nuestros tractores y vehículos a las carreteras de toda España el próximo día 6 de febrero”. Y, siguiendo estas palabras y estas intenciones, ciudades como Oviedo, donde su centro se ha llenado también de tractores, Barcelona, hacia donde se han dirigido cerca de 2.000 tractores procedentes de Lleida o Tarragona.
Xaime Da Pena, abogado y portavoz de la plataforma 6F ha indicado a varios medios de comunicación que no se trata de reivindicaciones de cuatro vándalos, sino de las peticiones que demandan agricultores y ganaderos del país. Que tampoco entienden de ideologías. “El objetivo principal es que se cumplan con las reivindicaciones y, después de escuchar que el fin no justifica los medios, siempre la historia nos da la razón: esto es una revolución social”, ha declarado. Da Pena, además, ha aclarado que la plataforma y el movimiento no está respaldado por una ideología concreta. Es más, como lo ha definido, “un movimiento social y popular«.
Por su parte, organizaciones como Asaja, Coag o UPTA prefieren mantenerse al margen de estas tractoradas y han anunciado movilizaciones en varios puntos del país a lo largo del mes de febrero que, según han indicado, se comunicarán a través de las diferentes delegaciones del Gobierno.
Huelga también en Europa
La huelga y las protestas de los agricultores no es únicamente una cuestión patria. Tanto Francia, como Alemania, Bélgica o los Países Bajos llevan semanas experimentando lo que significa y supone que los agricultores y los ganaderos estén en pie de guerra. En el país galo, los agricultores protestan por la competencia desleal de las importaciones y luchan por conseguir unos salarios justos. Los tractores también están en movilizacioines y poco a poco van acercándose a ciudades como París o Lyon, así como a otras tantas grandes ciudades francesas. El pasado miércoles la policía incluso detivo a al menos 18 personas a las afueras de París.
En Alemania, siguen la misma línea de protesta, pero exigen, además, exenciones fiscales sobre el diésel agrícola. Las subidas en el precio de los combustibles, aseguran, los acabará llevando a la quiebra. Según los medios de comunicación, estas protestas están poniendo contra las cuerdas al gobierno federal.
En los Países Bajos, cientos de agricultores han cortado ya accesos a las principales ciudades y carreteras del país. Como en el caso de Alemania, piden rebajas en los impuestos que gravan el combustible. Los agricultores belgas no tardaron en unirse también a las protestas el pasado jueves. Y se suman así a las movilizaciones puestas en marcha por los productores de otros países de Europa como Polonia, Grecia o Rumanía. En España, el claim de las protestas dice así: “Sin agricultura y ganadería, tu mesa está vacía”. Reclaman un plan de choque que recoja medidas para el sector no sólo a nivel de la UE sino del gobierno español y de las comunidades autónomas.