El Gobierno ha retirado, por primera vez en su historia, a su embajadora en Buenos Aires. Es muestra, según muchos, de la mayor crisis diplomática con Argentina que ha sufrido España. Y no descartan más medidas. De hecho incluso estos días se plantearon el veto del presidente Milei a nuestro país el próximo mes de junio, cuando acuda a recibir el premio del instituto Juan de Madariaga. Todo ello, consecuencia de las declaraciones de Javier Milei sobre la mujer del presidente del Gobierno español. Milei ha dicho de todo menos bonita y a la que ha llegado a llamar “corrupta”.
Milei sigue avivando el fuego…
Esta escalada en el empeoramiento de las relaciones diplomáticas parece que ha echado el freno en los últimos días. Desde el Gobierno han declarado que de momento no se plantean el veto del presidente. Prefieren esperar a que Argentina aclare si la visita de Javier Milei a nuestro país será oficial o privada. Y entonces estudiarán cómo proceder. Desde el Gobierno han afirmado que no quieren entrar en ninguna “escalada verbal”. Así que todas las respuestas que salgan desde Moncloa quieren que sean diplomáticas.
El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, ha declarado estos días que “el Gobierno de España se está comportando dentro de la cortesía y los usos diplomáticos. De hecho, Albares, tras explicar que convocó él mismo y recibió al embajador de Argentina para tratar de hablar, entendía también que “esos usos diplomáticos y cortesía no han sido respetados por Milei y que su contestación es la entrevista”. Los dimes y diretes han continuado. Las declaraciones ante los medios también.
Y al otro lado del charco, el presidente argentino, lejos de retractarse, ha seguido avivando el fuego. Ante el anuncio del posible veto en la entrada a nuestro país, Milei ha respondido en sus redes sociales reiterando su intención de venir a España. “Veremos si su gran complejo de inferioridad le permite que los liberales españoles puedan galardonarme en persona”, ha declarado. Estos días ha querido también darse un baño de masas en el Luna Park de Buenos Aires.
Sentirse aclamado por una muchedumbre enfervorizada que clamaba contra el gobierno corrupto de España, Pedro Sánchez y su mujer Begoña, al grito: “Sánchez, cobarde, la concha de tu madre”. Milei, que acudió al estadio para presentar su nuevo libro titulado “Capitalismo, socialismo y la trampa neoclásica” no paró de repetir que “el monopolio es malo cuando el estado está en el medio, por lo tanto el problema sigue siendo el maldito Estado”. Además de dejar clara su postura frente a determinados temas como el aborto. Afirmó “La agenda del aborto es una agenda absolutamente asesinan ”. O también“El problema no es la gente, el problema son los políticos” .
Muchos intereses en juego
De hecho, Milei clamó también contra el socialismo. Dijo que “Detrás del socialismo se esconde la envidia, el odio, el resentimiento, el trato desigual ante la ley, la violencia y el asesinato. Es la economía de los fracasados”. Los asistentes también dedicaron palabras a la expresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner, a quien dedicaron cánticos que incluían frases como “Cristina ya va presa”. Un acto que tenía de todo menos tintes de disculpa, porque Milei, presa del fervor popular, incluso se animó a cantar, al más puro estilo de estrella del Rock, interpretando entre gritos y coros, Panic Show, de la banda de rock La Renga.
Lo cierto es que entre estas idas y venidas hay muchos intereses en juego. La crisis diplomática entre España y Argentina abre un nuevo frente de tensión inesperada que inquieta a las empresas españolas que operan en Argentina. A día de hoy son más de 200 entre entidades bancarias, tecnológicas, alimentación, seguridad… que mueven más de 18.000 millones de euros en inversiones. España es el segundo mayor inversor mundial en Argentina, sólo por detrás de EE.UU.
Desde la CEOE ya han expresado su rechazo a las declaraciones de Milei. Empresas como Telefónica, Iberia o Naturgy se han unido a la patronal. Ven con temor que todas esas inversiones decaigan. O incluso se enfríen las relaciones con una país que ha sido desde hace muchísimos años un punto importante en torno a las relaciones comerciales que mantiene España en el exterior.
