Conviene hablar con propiedad y dejar de llamar “abertzale” a la izquierda vasca que apoyó el terrorismo y que no se avergüenza de ello. Es la izquierda pro etarra. La izquierda que acoge en su seno a lo más granado de ETA, porque quien manda en EH Bildu es Sortu. Y, en Sortu mandan los que mandaban en ETA. Y porque esa banda de asesinos practicó el terrorismo, en las elecciones de ayer no pudieron participar muchos centenares de vascos. Los asesinados, por motivos obvios. Pero tampoco votaron los más de 200.000 que tuvieron que irse para poder seguir vivos y no sometidos al yugo asesino de ETA.
ETA/Bildu gana gracias a Pedro Sánchez
Y ayer, gracias a Pedro Sánchez, ganaron las elecciones. Subieron en votos y empataron en escaños con el PNV que, como estaba previsto, gobernará con el apoyo del PSOE. Y, de ese modo hay “estabilidad” en el gobierno vasco. También “estabilidad” en el gobierno de España, aunque la factura de EH Bildu a Sánchez va a ser de órdago y como dijo Pagaz vamos a ver aún más cosas que nos helarán la sangre ya congelada.
El PNV ganó en votos y empató a 27 escaños con EH Bildu, que ha subido 6 escaños y más de 80.000 votos respecto a 2020. Todo un éxito de Pedro Sánchez. El PSOE ha subido 2 escaños, el PP ha ganado 1, Vox ha mantenido el único que tenía. Y Sumar ha conseguido uno de los 6 que tenía el desaparecido Podemos.
ETA decidió dejar de matar, por ahora, y quienes mandaban en ETA mandan ahora en Bildu a través de Sortu y con la eficaz ayuda de Pedro Sánchez se presentan como un partido feminista, ecologista, cuqui y progresista. Y Sánchez feliz, porque su único deseo es permanecer en la presidencia del Gobierno. Se la suda que su partido renuncie a gobernar en las Comunidades Autónomas, porque su proyecto es personal, no nacional.
El PNV ha dejado claro que quiere un nuevo Estatuto de Autonomía que suponga para el País Vasco un nuevo estatus y una nueva relación con España. El PNV no quiere sacar al País Vasco de España, quiere sacar a España del País Vasco. Y ahora su empeño va a ser consagrar la bilateralidad, y para hacerlo legalmente, no a la catalana, necesita el apoyo del Congres. O sea, necesita el apoyo del PSOE de Sánchez.
Sánchez tendrá que cumplir con el PNV y con Bildu
Sánchez va a tener que cumplir con el PNV, y va a tener que cumplir con EH Bildu. Explicado ya lo que quiere el PNV, reitero lo que quiere EH Bildu, que es sacar de la cárcel a “nuestros presos”. Expresión atinada, que evidencia que ellos son ETA porque de lo contrario no serían “sus” presos, serían los “presos etarras condenados por terrorismo”. Les van a sacar, les van a dar casa y trabajo, y algún homenaje para que se sientan ganadores, que es de lo que se trata en este drama.
O sea, en resumen, que las elecciones de ayer en el País Vasco han sido un éxito para ETA, van a permitir al PNV seguir gobernando cuatro años más, hacen feliz a Pedro Sánchez y son un disparo al alma para las víctimas de ETA y un desastre para los vascos que quieren seguir siendo españoles y vivir en libertad en su tierra.
Y el 12 de mayo elecciones catalanas, donde también hay miles que no van a votar porque tuvieron que exiliarse para vivir libres. El socialista Salvador Illa, acosado por el escándalo de las mascarillas, lleva días elogiando sin rubor los gobiernos de Jordi Pujol, cuyo juicio por la corrupción galopante de él y su familia nunca se celebra. Illa trata de evitar que Junts y Puigdemont sea la lista más votada y que los nacionalistas sumen mayoría absoluta en el Parlamento catalán e intenta pillar votos de gente que votaba a la antigua Convergencia de Pujol.
Veremos después que sucede en las Elecciones Europeas, porque ya hay movimientos en la oscuridad para que, de ganar ampliamente el PP, presente una moción de censura apoyada por Vox y también por el PNV y Junts. A día de hoy puede parecer imposible, pero la política española da para eso y para más.
Los asesinos son socios del presidente
Por ahora está claro que ETA/Bildu ha ganado y tienen el objetivo de ganar las próximas elecciones autonómicas para gobernar allí donde sembraron la muerte. Ellos no tienen prisa, porque van consiguiendo todos sus objetivos con el apoyo de Pedro Sánchez. Buena parte de los verdaderos “abertzales” vascos fueron asesinados por ETA o tuvieron que exiliarse para seguir vivos. Los que asesinaron ahora son socios de Pedro Sánchez y con su apoyo siguen dando pasos para gobernar más pronto que tarde en el País Vasco.
Como sucedía en Italia con la mafia, los valientes están solos. Título del maravilloso libro que ha escrito Roberto Saviano sobre el juez Falcone, que les recomiendo vivamente. ETA, como Saviano cuenta de la mafia siciliana, “no perdonó a nadie, si acaso mató de más, nunca de menos. A algunos no les mató, pero les dejó claro que debían desaparecer para siempre si querían seguir vivos”. Si todos ellos hubieran podido votar ayer el resultado de las elecciones vascas hubiera sido otro bien diferente.
El País Vasco, como dice Savater, “tan verde, tan bonito, donde se zampa tan bien, donde ETA ya no mata a sus adversarios, ahora los cancela socialmente, que es más moderno, y Bildu, con su Sortu dentro, es visto por los jovenes como un partido normal”, el País Vasco, decía, va a seguir en manos de quienes imponen una lengua que la mayoría no habla, de quienes se reparten lo público y lo privado, de quienes quieren sacar a España de allí. O sea, en manos de quienes apoyaban, y apoyan, que sobran los que no piensan como ellos. Y sí, un gran éxito de Pedro Sánchez, que anda muy ocupado ocupándose de sus koldos, sus begoñas, de que compren ibéricos de calidad para su Falcon y de que el muro que ha levantado sea cada vez más alto e impenetrable. Sabe que ETA ha ganado gracias a él.
