Feliz Navidad a todos los lectores de IT MAGAZINE. Tengo la suerte de haber pasado una Nochebuena feliz. Rodeado de amor. Sí, he tenido que soportar muchos mensajes de esos que te envían en cadena gentes que el resto del año ni se acuerdan de ti. Y también algunos de los que, henchidos de progresismo woke, te felicitan lo que Chapu Apaolaza ha definido atinadamente como “no Navidad”. Un gran amigo a quien debo mucho me felicitó, y no ha sido el único, “las saturnales”. También ha habido quien no ha enviado mensaje alguno, y eso que he ganado.
Yo soy creyente y celebro la llegada del niño Dios. Un Dios que decidió hacerse niño, pobre y humano. El mayor misterio conocido, el que dio paso a un impulso civilizador que nos anima a millones de seres humanos aún. También he practicado algo de consumismo comprando regalos para mi gente querida, sí. Y le he pedido a Dios que me conceda salud por encima de todo. También capacidad de resistencia y rebeldía para afrontar los tiempos oscuros que nos hace vivir un gobierno corrupto. Un gobierno sin escrúpulo alguno, decidido a fracturar a la sociedad española y a cargarse la convivencia. La Navidad de 2023 se ha hecho especial porque nos duele el alma por la tierra donde nació el Niño, que vive una guerra consecuencia del ataque terroristas de hamas. Quizá el más espantoso que hayamos conocido nunca. Y celebro la Navidad con esperanza.
Investigación del intento de asesinato de Alejo Vidal-Quadras
La verdad, he tenido muy presente a mi amigo Alejo Vidal-Quadras, a quien hace un mes intentaron asesinar. La bala con la que pretendían liquidarle le atravesó el rostro. Le destrozó la cara, y como pronostiqué en este mismo espacio, pronto se han olvidado los medios de Alejo y el ministro Marlasca sigue a por uvas. Primero se habló de un terrorista iraní. Después de una conexión venezolana, más tarde de una conexión palestina, pero aún no sabemos la verdad, y queremos saberla, al menos sus amigos. Aunque la prensa adicta al régimen, bien regada de millones de dinero público, se haya olvidado, sus amigos no, y aquí seguimos.
La Policía Nacional anda en otras cosas. La Guardia Civil si continúa investigando el intento de asesinato de Alejo. Y Dios quiera que pueda llegar hasta el final, aunque a quien dirige la investigación le pueda costar el puesto. Porque es necesario saber quién disparó a Alejo, pero sobre todo, como siempre, quien ordenó acabar con su vida y contrató a los mercenarios, que gracias a Dios no supieron llevar a fin la encomienda.
Siguiendo la tradición, antes de la cena de Nochebuena, que me salió cojonuda, por cierto, escuché el mensaje del Rey, que disparó a quemarropa desde su papel institucional. Colocó en el escaparate los riesgos que nos acechan, con una defensa de la Constitución y severas advertencias sobre el deterioro institucional que padecemos. Frente al muro que han levantado Sánchez y sus cuates, el Rey defendió desde el lugar que le corresponde la Constitución y la unidad de España.
Convivencia entre nosotros y auténtico periodismo
Para mí hubo un párrafo clave: “Es evidente que, para que la Constitución desarrolle plenamente su cometido, no solo requiere que la respetemos, sino también que conservemos su identidad, lo que la define, lo que significa, su razón de ser como pacto colectivo de todos y entre todos para un propósito compartido”. Malos tiempos cuando quien nos gobierna camina en sentido contrario. Sin respetar la Constitución ni la legalidad vigente. Buscando dividirnos y enfrentarnos para un propósito solo compartido por los herederos del terrorismo etarra y grupos nacionalistas e independentistas racistas, xenófobos y excluyentes, a los que tiene el cuajo de llamar progresistas.
Pido a Dios y a la Virgen que iluminen a quienes nos gobiernan para que no destrocen más la convivencia entre nosotros, que ya hemos tenido suficiente. Y deseo a todos los lectores de IT MAGAZINE salud, felicidad y concordia. Y les prometo que estamos trabajando duro para mejorar y que el año próximo podamos seguir creciendo en esta comunidad de hombres buenos que solo buscamos la verdad para, una vez encontrada, contársela a ustedes. Tan sencillo y difícil a la vez. Se llama periodismo. Lo dicho, Alejo, algunos no te olvidamos y rezamos por ti. Por tu recuperación definitiva y porque se sepa lo que pasó. Y celebramos que sigas mejorando gracias a las atenciones médicas y sobre todo a tu coraje y tus convicciones.
