ODÓN ELORZA Y LOS GAL

Elorza

Odón Elorza tiene una plusmarca nacional. Lleva el hombre 41 años viviendo del contribuyente, desde que en 1979 fue elegido concejal del PSE en San Sebastián. Después ha sido alcalde de la ciudad durante 20 años. También entre tanto diputado en el Parlamento Vasco y dirigente de fuste del Partido Socialista en Euskadi. Desde que dejó la alcaldía se instaló como diputado nacional en el Congreso de los Diputados donde ha sido durante mucho tiempo mano derecha de Pedro Sánchez, siempre presto a aplaudirle cuando larga en el Congreso, diga lo que diga.

Elorza siempre ha sido de hablar mucho. La pasada semana salió al patio en la polémica sobre Felipe González surgida a partir de la aparición de una papela de la CIA que lo señalaba como creador de los GAL, pretendiendo defender al Gobierno de Sánchez e Iglesias. Elorza, al que Dios no le dotó para el análisis político fino, equiparó a González de modo crítico con Jordi Pujol, Rodrigo Rato y Don Juan Carlos I. Y se equivocó, claro. Jordi Pujol saqueó las arcas públicas catalanas en beneficio de la famiglia. Rodrigo Rato fue condenado por las tarjetas black de Cajamadrid. Y el Rey emérito tiene problemas con la Justicia por comisiones sucias. Pero ninguno de los tres aparece implicado ni señalado en un caso de organización de una banda terrorista desde la presidencia del Gobierno.


Odón, mudo con los GAL

Elorza durante todos los años de los GAL y de González encubriéndolos y obstruyendo la investigación judicial y persiguiendo con ahínco a los periodistas que denunciábamos el terrorismo de Estado. Ahí estuvo, de alto cargo sociata bien calladito. Sin salir a denunciar el horror y la infamia del presidente del Gobierno que era su jefe en el partido. Nunca salió a la palestra a denunciar los crímenes y la persecución de los denunciantes de los mismos. Estaba muy ocupado en ganarse la vida cobrando del erario. Durante su época de alcalde beneficiando, protegiendo y aupando a “los lobos de San Sebastián”, que después se ha sabido que violaban a troche y moche a menores y mayores. Y ni siquiera cuando se ha sabido se ha puesto del lado de las víctimas, y la ha emprendido contra los que denunciamos el caso. No da una Elorza.

Es lo que tiene llevar toda la puta vida mamando de los cargos públicos, subido al coche oficial y al sueldo garantizado pagado por los ciudadanos. 41 años, todo un récord, y siempre con un cerebro que no le da para acertar. Incluso se solaza en Twitter. Presume de haber renunciado por razones éticas a las dietas de desplazamiento (1.900 euros). Dietas que complementan su cojonudo sueldo como diputado, porque dice que al haber estado confinado, no se ha desplazado. Dios santo, Elorza. Si vive como un Cayetano de primera en el barrio de Salamanca, en la zona de moda, bien acompañado, y cobra esos gastos. Viene a presumir de que ha renunciado a ellos por razones éticas.

¿Qué ética se puede esperar de quien ha sido alcalde durante años de una ciudad y cuando se descubre que un acreditado fotógrafo al que has financiado generosamente es un depredador sexual sales, no en defensa de sus víctimas, sino en ataque de quienes denuncian a los depredadores? Pues eso, que no da una Elorza, y por defender a su jefe Sánchez se ha liado, y la ha liado. Mejor habría hecho denunciando los GAL en su momento. Pero claro, él era un pope del partido que mantenía en el Gobierno a quien los organizó y financió. Ay, Elorza, Elorza. Claro, cuarenta años mamando del dinero público dan para vivir como un Cayetano de lujo. Y para no dar una en defensa de las víctimas, así en general, de los más execrables delitos.


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