12 DE OCTUBRE: EL PILAR Y EL DÍA DE LA HISPANIDAD

Cuentan unas sagradas escrituras del siglo XII-XIII que el 2 de enero del año 40, la Virgen María se apareció a Santiago Apóstol (hermano de San Juan e hijo de Zebedeo) en Caesaraugusta. Frente a él, “en carne mortal” antes de su Asunción, dejó un testimonio de su visita en forma de columna de jaspe, conocida popularmente como “el Pilar”.

La Virgen María pidió al Apóstol que se le construyese allí una iglesia con el altar en torno al pilar donde estaba de pie. Prometió que ese sitio permanecería hasta el fin de los tiempos para que la virtud de Dios obrase portentos y maravillas por su intercesión con aquellos que en sus necesidades imploraran el patrocinio de la Virgen. Debido a esto, Santiago (tras obtener la bendición de la Virgen para su misión) y los siete primeros convertidos de la ciudad (en otras versiones son ocho), edificaron una humilde capilla de adobe a orillas del río Ebro.

Así fue como desapareció la Virgen y quedó ahí El Pilar. El Apóstol Santiago y los testigos de aquel prodigio comenzaron inmediatamente a edificar una iglesia en aquel sitio. Fue la primera iglesia dedicada en honor a la Virgen Santísima. Antes de acabar la obra, Santiago ordenó presbítero a uno de sus discípulos para servicio de la iglesia. La consagró y le dio el título de Santa María del Pilar, antes de regresar a Judea.

Sin embargo, actualmente la propia Iglesia y los más devotos reconocen que en este caso hay discrepancias. Justifican que la leyenda se basa en la tradición oral y que es errónea. Según exponen, a diferencia de otras apariciones como la de Fátima o la de Lourdes, la Virgen fue a Zaragoza cuando todavía vivía en Palestina, así que no se apareció de cuerpo presente. Más adelante se construyó una iglesia románica, otra mudéjar y finalmente el templo barroco que conocemos actualmente. 

Por otro lado, muchos historiadores e investigadores defienden esta tradición. Y alegan que hay una serie de monumentos y testimonios que demuestran la existencia de una iglesia dedicada a la Virgen de Zaragoza. El más antiguo de estos testimonios es el famoso sarcófago de Santa Engracia. Se conserva en Zaragoza desde el siglo IV, cuando la santa fue martirizada.

La devoción de la gente por la Virgen del Pilar está tan arraigada entre los españoles y desde épocas tan remotas que la Santa Sede permitió el establecimiento del Oficio del Pilar en el que se consigna la aparición de la Virgen del Pilar como «una antigua y piadosa creencia». La Fiesta del Pilar se celebra a partir del 12 de octubre, concordando con el día de la Hispanidad. Fechas que aunque casan, no guardan ninguna relación entre sí. Bien es cierto que debido a esta llamativa coincidencia, existe debate sobre quién debe ser la Reina de la Hispanidad. Sí bien es cierto que este título lo ostenta oficialmente la Virgen de Guadalupe.

Las cuatro torres que presiden la Basílica tienen nombres y, en algunos casos, hasta apellidos, demostrando la historia vivida y el cariño de los zaragozanos hacia la Santísima Virgen. Al oeste de la fachada principal está la torre más antigua: data de 1715 y se llama la Torre de Santiago en honor al Apóstol. Doscientos años después se construyó la segunda, llamada Nuestra Señora del Pilar. Y las otras dos son la Torre de San Francisco de Borja, situada en el noroeste y la de su esposa, Leonor de Salas, más conocida popularmente como la Viuda de Urzaiz. A diferencia de las primeras, éstas son las más modernas (puesto que datan de mediados del siglo XX). Este destacable matrimonio maño decidió regalar a la ciudad las dos torres que le faltaban a la Basílica, con motivo de sus bodas de oro.

En el Pilar destacan hasta tres milagros que han trascendido con el paso del tiempo. Uno de ellos, el más actual, es el que se data en agosto de 1936 durante la guerra civil española, cuando cayeron varias bombas después de que un avión republicano atacase la iglesia. Dice la tradición que fueron cuatro bombas: una cayó al Ebro, otra a la Plaza del Pilar y dos en el interior del templo sin que ninguna de ellas llegase a estallar ni a causar daños de consideración, por volar los bombarderos a muy baja altura. Hay quien cuenta que se pusieron ahí a posteriori y se improvisó la historia como una forma de propaganda anti-republicana, pero en cualquier caso, no deja de ser curioso ver los boquetes que estas bombas habrían dejado en los muros.

Daños que habrían sido ocasionados por las bombas

Otros de los milagros que destacan en la historia de Zaragoza, es la asombrosa curación de doña Blanca de Navarra (a la que se creía muerta), y las de invidentes como el niño Manuel Tomás Serrano y el organista Domingo de Saludes, conocido como el “Milagro de Calanda” (por el que al mendigo Miguel Pellicer, nacido en Calanda, se le restituyó la pierna que le fue amputada en octubre de 1637).

Este suceso extraordinario ocurrió el 29 de marzo de 1640. Fue proclamado como milagro el 27 de abril de 1641 por el arzobispo Pedro Apaolaza Ramírez, tras un proceso en el que intervinieron tres jueces civiles y 25 testigos. Ese mismo año, el rey Felipe IV mandó ir a palacio a Miguel Pellicer y arrodillándose ante él, le besó la pierna. Tal hecho prodigioso determinó que en 1642 la Virgen del Pilar se convirtiese en co-patrona de Zaragoza junto a San Valero. Más sencillos se consideran otros hechos que se le atribuyen, como liberaciones de presos, superación de pruebas o éxitos económicos y deportivos.


¿Cómo se celebra el día del Pilar?

Por lo general, las fiestas comienzan el fin de semana anterior al día 12 y se prolongan hasta el domingo posterior, durando unos diez días. El día 12 de madrugada se inicia la Solemne misa de Infantes. Después se da paso a una ofrenda en la que miles de personas ataviadas con el traje regional aragonés o de otros lugares del mundo, llevan ramos o centros de flores hasta la plaza del Pilar.

El día 13 por la mañana y con un recorrido similar al de la ofrenda de flores, se celebra la ofrenda de frutos. Se presenta a la Virgen los más variados frutos de la tierra aragonesa. El anochecer da paso al Rosario de cristal. Consiste en un conjunto de 29 carrozas de cristal iluminadas interiormente de las que, al menos, quince representan los misterios del Rosario.

Manto del Real Zaragoza sobre la Virgen del Pilar

A lo largo de estos días se lleva a cabo el paso de los Infantes por el manto de la Virgen. Aunque puede hacerse a lo largo de todo el año y sin excepciones, resulta más acertado según la opinión popular realizarlo el día 12 de octubre. La religiosa también es conocida como “la Pilarica” debido a que su figura representativa apenas mide unos 36 centímetros, igual que las cintas bendecidas que imitan el manto que porta. El color del manto no es fácil de concretar. Hay más de quinientos –hasta del Real Zaragoza–, y algunos días se cambia varias veces.

Su color corresponde a los colores litúrgicos: por ejemplo, si es Navidad, se expone un manto blanco; si es domingo de Ramos o Viernes Santo, rojo; morado si entramos en adviento, cuaresma y liturgia de difuntos. Y verde la mayoría de las ocasiones, pues este color se asocia al período que va desde el Bautismo hasta Cuaresma y de Pentecostés a Adviento.

El día 2, 12 ó 20 de cada mes (a excepción del 2 de enero, el 12 de octubre y el 20 de mayo) la Virgen no lleva manto y se deja ver la talla de bronce y plata, así como la columna, por otros motivos históricos.


País Vasco y Cataluña en el Día de la Hispanidad

Pese a que la Virgen del Pilar recibe la devoción y el cariño de cualquier persona sin importar su lugar de origen, bien español o extranjero, el día de la Hispanidad evoca más controversia en el territorio peninsular. En lo que respecta al País Vasco, ese día choca con el 25 de octubre, en conmemoración de la fecha en la que en 1979 fue aprobado en referéndum el Estatuto de Autonomía del País Vasco (conocido como Estatuto de Gernika). Aun así, el 12 de octubre se mantiene como Fiesta Nacional para todo el territorio español.

En 2012, la Diputación de Guipúzcoa obvió la fiesta de la Hispanidad, considerándola una fiesta “impuesta”. A consecuencia de ello, las sedes y servicios principales estuvieron abiertos ese día, atendiendo con normalidad a la ciudadanía (según decidió la institución foral). Esto nos hace intuir que, al margen de lo que puedan sentir los vascos por España o “la Pilarica”, a nivel oficial no se identifican con ello. Por tanto, no se celebra con el mismo entusiasmo (o simplemente no se celebra) que en el resto de Comunidades Autónomas.

Cataluña también guarda cierto rechazo al 12 de octubre. Hasta hace pocos días, el Ministerio de Defensa manifestó en su web no realizar ninguna actividad en esta comunidad, pero el 8 de octubre, a última hora de la tarde y tras las consultas de varios medios, actualizó el enlace con seis actos. Cinco de los cuales se celebrarán a partir del 16 de octubre; varios días después del Día de la Hispanidad.

Lo único acordado con mucha antelación fue que Cataluña decidió permitir a los funcionarios trabajar el 12 de octubre y el 6 de diciembre. El conseller quiso remarcar que la opción de trabajar en esas dos festividades sería completamente voluntaria. «No obligaremos a nadie a hacer fiesta estos dos días, pero sí que habilitaremos la posibilidad de que aquellas personas que quieran trabajar estos dos días puedan hacerlo», expresó. También recordó públicamente que el año pasado recibió una carta de un gran número de funcionarios catalanes que pedían tener el derecho de trabajar esos dos días, puesto que no se sentían representados por esas festividades; ha añadido, también, que esa demanda la respaldan también colectivos de la administración y algunos sindicatos, entre ellos la Intersindical-CSC.

Fernando Cancio, periodista de “La Razón”, nos comparte que todos los años, con motivo de esta festividad, Defensa organiza una serie de actividades por toda España para que la sociedad conozca un poco más a sus militares. Si bien las Fuerzas Armadas ya tienen su propio Día (que se celebra a finales de mayo o principios de junio), el acto central del 12 de Octubre es un desfile militar, quizás porque los Ejércitos y la Armada son los garantes de “la soberanía e independencia de España” y los que han de “defender su integridad territorial y el ordenamiento”.

La tensión está garantizada: Falange no falta a su provocadora cita en Barcelona el 12-O para defender a España de, según manifiestan “la infame rabia separatista”. La formación salió a las 11:00 horas desde el hotel Cataluña en la plaza de España y se dirigieron a la plaza de Sant Jordi de la capital catalana. En un comunicado, Falange, que se manifiesta junto a Democracia Nacional, llama «traidores» a los independentistas. 12 de octubre: una fecha que evoca consigo un sinfín de sentimientos encontrados.


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1 Comment

  1. says: tina

    Ya que hablamos de Historia, vamos a contarlo todo: España solo existe a partir de la Constitución de Cadiz de 1812. Y te diré por qué no celebramos esa fiesta: lo que para muchos fue un descubrimiento para millones de personas fue un genocidio en nombre del imperialismo y, cómo no, de la santa madre iglesia. Nunca entenderé por qué se venera un trozo de madera, una efigie de barro o una estatua de oro. No quiero pensar cómo estaría el mundo católico si Jesucristo hubiera muerto en la silla eléctrica, por ejemplo. Ha sido muy didáctico este artículo de IT-Magazine pero sigo pensando que una fiesta que se celebra con un desfile militar, no es fiesta. Y si escribes Catalunya (en catalán), País Vasco es Euskal Herria (en euskera). Verdaderamente los sentimientos encontrados no los provoca el 12 de octubre… Para eso ya están “los salvadores de la patria”.

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