Centenares de sin hogar en Barajas. En el aeropuerto de Madrid hay un problema serio del que el Gobierno se desentiende mientras cada noche aumenta el número de ellos.
El Ayuntamiento de Madrid se ha hecho cargo de casi un centenar, pero no tiene ya sitio en sus albergues para hacerse cargo de más. El motivo, que tiene los albergues repletos, sobre todo de solicitantes de asilo.
AENA amenazó con echar a todos los sin hogar de Barajas pero no se atrevió a hacerlo
Según la normativa vigente, cuando llega un solicitante de asilo, durante los tres primeros días se ha de hacer cargo de él el Ayuntamiento, y a partir del cuarto le corresponde hacerlo al Ministerio de Asuntos Sociales.
La realidad, que el Ministerio no cumple con su obligación y se quedan en los albergues municipales, que están a reventar.
Desde hace meses, por las noches, Barajas no es un cruce de caminos de viajeros y turistas sino un asilo para personas sin hogar. Buena parte de ellos con problemas mentales o de adicciones. En el Ayuntamiento me aseguran que hacen lo que pueden y que, una vez atendidos casi un centenar, ya no tienen capacidad. Y que el Ministerio se llama andana y no cumple con sus obligaciones.
AENA, la empresa pública que gestiona Barajas, amenazó con cerrar Barajas de 3 de la madrugada a 6 de la mañana y echar a todos los sin hogar. Afortunadamente no se atrevió a hacerlo.
El aeropuerto le ofrece a los sin hogar incomodidades mejores que un cajero
AENA le acaba de pedir una reunión al Ayuntamiento para buscar soluciones y la respuesta ha sido que esa reunión no sirve para nada si no acuden también los ministerios de Asuntos Sociales e Interior. Y me parece bien.
El aeropuerto le ofrece a los sin hogar unas incomodidades mejores que un cajero o la bajera de un puente en la calle, y está bien comunicado con el centro. Durante el día se buscan la vida en Madrid, pasean su desesperación y al ponerse el sol se refugian en las terminales, sobre todo en la moderna T-4, donde conforman un paisaje inhumano, una tropel de turistas del drama de no tener un techo que se acartonan a cubierto y no al relente, y más ahora con las lluvias.
Este Gobierno progresista pasa de ellos y trata de endilgarle el problemón al Ayuntamiento de Madrid, que ya tiene bastante con lo suyo, y que, pese a ello se hace cargo de los que puede.
Esta gente necesita un techo, comida, higiene, muchos de ellos un médico que les atienda. Necesitan un billete a una vida digna. Un Gobierno que se ha gastado dinero público en pagar las lumis de un ministro no puede abandonar a este personal. Es urgente.
