En España antes de marzo de 2020 se cifraban 3.28 millones de afiliados al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos de la Seguridad Social. Los trabajadores autónomos representan más del 16% de la población activa en nuestro país. Sin embargo, si a día de hoy se hiciera la misma estadística, probablemente el número se reduciría bastante porque el trabajador autónomo es el gran perjudicado (económico) de esta crisis del coronavirus.
La crisis del coronavirus se ha cebado con muchos empleados por cuenta ajena que fueron directos al ERTE. Muchos de ellos incluso hoy pueden seguir en él, también otros tantos directamente se quedaron sin empleo porque sus empresas cerraron. Lo que no cuenta la crónica económica es que en ocasiones, esas pequeñas empresas que cerraron y que mandaron a sus empleados al ERTE o a las que les supone un verdadero esfuerzo abrir cada mañana, tienen al timón a un autónomo.
La situación del autónomo en términos económicos
Ellos han visto y continúan viendo cómo la crisis se ha instalado en su bolsillo. Ya no hay tantos clientes como antes, ni tantos pedidos ni tantos envíos. En consecuencia, a veces cuesta más abrir que cerrar.
Organizaciones como ATA ya alertaron en el mes de agosto que cerca de 300.000 autónomos habían solicitado las ayudas por cese de actividad. De ese número, poco más de 125.000 habían podido acceder a ellas. Esta misma asociación declaró que el 60% de aquellos autónomos que a esa fecha no habían podido retomar su actividad, lo tendrían muy difícil para poder volver a hacerlo e incluso, no podrían volver a hacerlo nunca.
Según datos de EPData durante el primer semestre de 2019, el 90% de los autónomos cotizaba por la base mínima (944,40 €), siendo apenas el 14% los que preferían cotizar por encima de la base de cotización (la base máxima de cotización se estima en 4.070,40 €). Esta es la realidad del autónomo.
Haciendo una radiografía de nuestro trabajador autónomo, podemos decir que su edad media se sitúa en torno a los 40 y 50 años y cerca de la mitad de ellos tienen 5 años de antigüedad o incluso menos. Además el 75% de los autónomos que escogieron esta modalidad de afiliación, aquellos que emprendieron, lo hicieron por necesidad más que por haber encontrado una oportunidad.
Razones más realistas que utópicas que muestran cómo un sector importante de la economía en España, se vio abocado a trabajar por su cuenta por diferentes razones, sobre todo, ahora que se han visto sobrepasadas por la crisis del coronavirus. Según un informe elaborado por ATA, más de la mitad de los autónomos en España cree que se verá abocado a cerrar o incluso a despedir plantilla por el Covid19.
Donde hay crisis ¿hay siempre oportunidad?
En comunidades como Cataluña ya se han decretado medidas como el cierre de la hostelería. Asimismo otros sectores como las peluquerías o los centros de estética, también han elevado sus protestas. Lo hacen porque se ven obligados, en la mayoría de los casos, a echar el cierre por lo estricto de las medidas que se toman para hacer frente a un virus que cada día se ve más desbocado. En estos casos, está más que claro que el virus se ha instalado en sus bolsillos. Así que cada día y cada noche, muchos de ellos han de hacer nuevas cuentas para calcular si les renta dar al ON en el interruptor de sus negocios o les compensa quedarse en casa.
En chino la palabra crisis contiene dos elementos: el término peligro y el término oportunidad. Y es este término el que emplearemos para contar que con el coronavirus muchos emprendedores, o por lo menos los que aún tienen ganas de seguir siéndolo, han encontrado en determinados sectores una oportunidad para trabajar. Estamos hablando de sectores como la moda, la salud, la educación o los servicios financieros, la mayoría ligados a la necesidad de contar con una base tecnológica que les permita estar en el universo online y así poder desarrollar su actividad conectados a la red y a sus posibles y potenciales clientes.
Hoy la situación es quizá mucho más incierta que la que se encontraron muchos emprendedores alrededor del año 2008. Porque el día a día de todo el mundo se debate entre la sorpresa y la expectación que despiertan las medidas que restringen, cierran y aprietan. Medidas que complican poder volar más allá de la mascarilla.
Observatorio del Emprendimiento
Sin embargo, tal y como recoge el Observatorio del Emprendimiento, la red GEM de España en su informe Situación del Emprendimiento en España ante la crisis del COVID-19, es en la industria donde se tiene una visión más optimista “sobre el futuro papel de la inversión privada”.
Este informe habla de nuevas fórmulas, nuevas oportunidades, nuevas medidas de financiación… Y nos preguntamos si tanta novedad, no tendrá que ver con la nueva normalidad que nos quieren vender desde todos los ámbitos, incluso para el trabajador autónomo. “La falta de un horizonte claro ha generado un enorme vacío de expectativas, tanto a nivel social como empresarial […] Las empresas van a tener que recomponer su modelo de negocio -si no lo hicieron ya-, y para ello necesitan, sobre todo las más pequeñas, orientación en la señalización de nuevas oportunidades y de nuevos modelos de negocio”, explican en el Informe.
Y como en IT Magazine nos gusta ver las cosas desde todos los prismas posibles, queremos que nuestro lector se cuestione, se pregunte, se debata entre esa negatividad -que es irremediable tener por la incertidumbre de la situación-, y la oportunidad que lleva inmersa la palabra crisis. Si es que nos lo permite todo ello el coronavirus y todas las crisis que vengan de aquí en adelante.