Es lo que tiene guardar cadáveres en el armario, que un día inevitablemente se abre la puerta y reaparecen, pero casi como seres vivos. Y la historia se repite. Y es que no aprenden. Pero llega el palazo de la memoria y el pasado se hace presente. Es lo que ha sucedido con la Kitchen.
Rajoy y la Kitchen: la historia se repite
Bueno sucedió el 1 de agosto de 2013 cuando Mariano Rajot, (sí, M.Rajoy: Luis-se-fuerte-te-llamo-mañana), desde la tribuna del Congreso dijo: “Hay un círculo de la calumnia que funciona siempre igual, un delincuente le da información a un periódico, en este caso a El Mundo, que éste manipula y tergiversa para generar una calumnia que luego al mediodía es amplificada por las televisiones”.
Rajoy dijo que había recurrido al empleo literal de las palabras pronunciadas por Alfredo Pérez Rubalcaba en los años de la ocultación de los GAL, para evitar que se conociera la implicación del Gobierno en la organización y financiación de los GAL. Quiso ser gracioso pero la gracia no la tiene, y la cagó con la cita porque después llegó todo lo demás.
La Kitchen y en este plan: espionaje e ilegalidades sufragadas con Fondos Reservados para tratar de proteger al partido del Gobierno de actuaciones delictivas. Una película que ya habíamos visto.
La comparativa con los Gal
Ahí surge la inevitable comparación de este asunto con los GAL (sí, ya sé que era peor: más de 20 asesinatos, el secuestro de un anciano, las torturas previas a la cal viva, y el robo a braga quitada de los Fondos Reservados). Aunque Felipe González nunca llegó a tanto en la tribuna del Congreso porque él se explayaba en los pasillos y en los off the record con la canallesca, alguna vez en la sala de prensa de Presidencia, o en las entrevistas con Gabilondo, como aquella maravillosa de “no hay pruebas ni las habrá nunca”.
Rajoy mintió además, en su comparecencia ante el Congreso, cuando dijo al conocerse que Bárcenas había cobrado nómina en mayo de 2012, que “cuando yo llegué a La Moncloa (diciembre 2011), Bárcenas ya no estaba en el partido”. Pero vaya si estaba. Se acreditó que seis meses después se levantaba nada más y nada menos que 18.275 euracos al mes. Sí, lo que la señora Cospedal , con un par de ovarios, dijo que era “una indemnización en diferido”.
Rajoy y la Kitchen: sus paralelismos
El desarrollo de los acontecimientos hace inevitable el paralelismo entre un caso y otro. En el organigrama de la Kitchen, el señor X era Mariano Rajoy porque no cabe en ninguna cabeza humana la posibilidad de que un ministro de Interior, persona además durante años de máxima confianza del presidente en diferentes cargos públicos, decida cometer delitos de tal gravedad al servicio del partido del Gobierno, sin conocimiento y autorización de su jefe, que era el puto amo del cortijo.
Y ahora Fernández Díaz es el Barrionuevo de entonces. A ver si actúa igual que su antecesor. Y a ver qué hace, escribe y dice Francisco Martínez, «Paco», convertido en el Rafael Vera de la Kitchen, pues de ello depende esencialmente que la cosa judicial llegue al señor X o se quede en el ministro beato que le ponía medallas a la Vírgen.
Y hay más paralelismos. Cospedal podría ser la Damborenea del PP, aunque no es probable que cante como hizo Don Ricardo. Y Villarejo y el resto de los maderos jefes serían los Alvarez, Planchuelo y Amedo de los GAL. Éstos tardaron años en cantar, después de siete años y medio presos. A ver ahora los de la Kitchen qué deciden, si cantar ahora en el inicio o esperar a que les pongan a la sombra que ablanda mucho.
Fondos reservados: trama delictiva
Dos casos en los que se emplearon los Fondos Reservados destinados a la lucha contra el crimen organizado para crear una trama delictiva que sirviera de escudo protector al presidente y que permitiera que sus miembros, golfos apandadores, se llevaran un pastón en crudo a sus cuentas corrientes: Suiza de por medio claro, como entonces.
Pero Pablo Casado tiene una ventaja verdadera frente a los líderes del socialismo felipista, y es que él era ciertamente un mero diputado por Ávila cuando sucedieron los hechos. Zapatero era también entonces un simple diputado por León, y Sánchez por Madrid, pero ahí está en la videoteca la intervención del actual presidente, Pedro Sánchez, entonces un chaval, defendiendo con entusiasmo a Felipe González en un debate televisivo en Mediaset sobre los GAL.
Rodríguez Zapatero marcó distancias rápido al ordenar que el PSOE dejara de pagar las minutas de los abogados defensores de Barrinuevo y Vera, del mismo modo que Casado ha abierto expediente disciplinario a Fernández Díaz. Pero no va a ser suficiente.
Casado está decidido a cumplir los estatutos del PP que dicen que no se puede proceder a la expulsión sin que se haya abierto juicio oral. Y tiene presente casos como el de Paco Camps, asaeteado por lo de los trajes durante meses en las portadas de los medios y después absuelto por la Justicia, aunque no recuperado por el PP, por ahora.
Las conclusiones sacadas a la luz
Casado va a tener que hacer algo más porque el Gobierno PSOE-Podemos y sus acólitos no van a parar, y la fiscal Delgado tampoco. Tienen hambre y no van a soltar a la presa, y la tienen ya la kitchen para cocinarla a fuego lento. Haría bien Casado en apoyar la Comisión de Investigación parlamentaria y prepararse bien para su comparecencia, aunque todos sepamos para lo que va a servir la Comisión.
Incluso algunos podríamos redactar ya buena parte de sus conclusiones. Ahí tiene que salir todo a la luz: la financiación irregular de su partido durante los años de Aznar y Rajoy, las maniobras de ocultación y obstrucción a la Justicia, el empleo para ello de los Fondos Reservados, las maniobras contra la libertad de expresión acometidas con la complicidad de algunos importantes popes de grandes medios de comunicación, la lapidación de periodistas valientes que denunciaron las cosas. Todo, a saco.
A Casado no le va a servir solo haber sido entonces un mero diputado por Ávila. Si ese es su único argumento lo tiene crudo. El tiene la obligación de colaborar para que se sepa de verdad quien era el señor X de la Kitchen. Aunque lo sepamos, la historia se repite: los cadáveres salen del armario.
Y la verdad termina ganando la batalla a la oscuridad. Esperemos que Casado tenga la lección bien aprendida porque si no cuando se quiera dar cuenta, estará muerto políticamente mientras el señor X hace trote cochinero tranquilamente por las Rías Bajas descojonándose de todo y de todos.