Hace tiempo que dejé de ver los telediarios e informativos de televisión, así en general. El motivo fue que, acudiera a la cadena que acudiera, en vez de informativos me encontraba infinitas noticias de sucesos, y escasa información política o social nacional e internacional. Nada tengo contra la información de sucesos, a la que me dediqué años, pero cuando en un informativo solo se cuentan sucesos, con la cantidad de cosas importantes que suceden en España y en el extranjero, deja de interesarme.
Alertas por olas de calor muy exageradas
Con la llegada del verano y la candente actualidad, decidí darle otra oportunidad a los informativos. Pero los he vuelto a dejar. Ahora son crónicas de sucesos salpicadas de alertas por el calor muy exageradas. Hace calor. Sí. Desde que tengo uso de razón en julio y agosto hace mucho calor en España. Con días calurosísimos y noches incómodas.
Pero creo que nada da más calor que estar todo el día diciendo que hace calor. Y si enciendes la tele y solo ves mapas con colores naranjas, rojos y lilas, que es el máximo, y supuestos expertos que trasladan la emergencia climática. Adornado, por supuesto, con videos de gente que narra cómo no puede vivir con este calor, sea en Sevilla o en San Sebastián, en Burgos o en Huelva, imágenes de terrazas y playas repletas y advertencia de que ”en los próximos días” se van a superar todas las cifras conocidas. Incluso dan cifras de muertos por el calor que me dejan atónito.
Hace calor. Sí. Mucho. E insisto, si estamos todo el día diciendo que hace calor, en la escalera, en la calle, en el mercado, en la farmacia, en la pescadería, todo el día comentando el calor insoportable que hace, entonces hace más calor aún. Con el calor sucede como con los borrachos, no debes hacerles caso. Si se lo haces es peor.
El viernes 9, tras lo de Puigdemont en Barcelona, los informativos por los que pasé (TVE, Antena 3, La Sexta, Telemadrid, Cuatro) dedicaron el 80% a hablar del calor y solo el 20% a hablar de Cataluña, Venezuela, Ucrania y lo demás. Y de ese 20% la mitad, sucesos o desgracias. Vuelvo al ayuno de informativos de TV. Me dan mucho calor, y me cabrean.