Juan Carlos Monedero, uno de los fundadores e ideólogo de Podemos ya saben que tuvo despacho de alcurnia en el Palacio presidencial de Caracas con Hugo Chávez, del que era mano derecha. En la toma de posesión de Maduro le vimos corriendo como una grupi al grito de “Presidente” para abrazarle. Actuó como un esbirro lamebotas del dictador.
Monedero y su miseria sobre miseria
Y después tuvo los huevos de irse a la sede de la Gestapo venezolana, El Helicoide, donde los disidentes son cada día torturados. La policía política les aplica descargas eléctricas, bastonazos, colgamientos, crucifixiones, violencia sexual y todo tipo de sevicias. Monedero no fue al Helicoide a interesarse por ninguno de los detenidos, acudió a darle una charla sobre ¡¡derechos humanos!! a los torturadores.
Mientras el disertaba, bajo sus pies decenas de seres humanos eran salvajamente masacrados. Hay que ser muy miserable, malvado y comunista para actuar como Monedero. En su cuenta de twitter ha publicado dos fotos del evento con este texto: “A los disociados de la dirigencia opositora venezolana les parece extraño que un profesor de ciencia política dicte una conferencia sobre derechos humanos a la policía bolivariana -como he hecho tantas veces en España-; claro, es que en la IV República esas charlas las daban gringos de la Escuela de las Américas y eran sobre como torturar y eliminar subversivos”.
Miseria sobre miseria, porque este pájaro sabe perfectamente que esa policía bolivariana, en ese Helicoide, tortura salvajemente a los disidentes, subversivos o no. Disociados llama Monedero a los demócratas venezolanos que luchan contra el dictador. Un tipo decente solo acude a un centro de tortura a denunciar a los torturadores y tratar de ayudar a los torturados. De lo contrario se convierte en miserable cómplice de los torturadores.
