La responsabilidad penal es un concepto tradicionalmente de adultos. La niñez es sinónimo de inocencia. Y a consecuencia de ello se entiende que aunque un niño cometa actos constitutivos de delito, no deber ser penado por ello como lo es un adulto. Incluso si es muy niño, no será castigado de ninguna manera. Es la conocida como edad de imputabilidad penal. Cada país tiene la suya. En España son los 14 años. Haga lo que haga un menor de 14 años, carece de responsabilidad. Es inimputable. Para los delitos cometidos por niños entre 14 y 18 años, rige la Ley de Responsabilidad Penal del Menor. Pero es una norma extraordinariamente más benévola que el Código Penal vigente para los adultos.
La normativa quizás tenía más sentido en el siglo XX, antes de la llegada de Internet. Los menores estaban familiarmente más controlados y no se concebía que un niño adquiriera la capacidad de cometer delitos. Especialmente los más graves que prevé el Ordenamiento. Actualmente, la práctica totalidad de niños a partir de 9 años han visto escenas de violación en páginas de pornografía. Y si les da por repetir lo que ven antes de cumplir 14, ningún reproche legal recibirán.
Los niños sin responsabilidad penal, las víctimas para siempre.
Seguro que han visto la miniserie «Adolescencia» en NetFlix. Se nos narra todo lo que ocurre a partir de que un adolescente de 13 años apuñale a una compañera de su colegio. Si la han visto hagan el ejercicio mental de trasladar la trama a España. Les ahorro tiempo. No habría serie. Sencillamente porque Jamie en España sería inimputable. Ni entrada armada grandilocuente en el domicilio del joven delincuente, ni detención, ni juicio. Nada. El Estado no puede castigarle ni media hora de cara a la pared (la pena que nos imponía mi abuelo tras un juicio sumario por cualquier travesura propia de niño de los ochenta).
Y les planteo hoy esta reflexión tras conocer el atroz delito sufrido por una niña de 12 años. De esos relatos que te sacuden el alma y te dejan una herida que te acompañará hasta que tu luz se apague. Todo los que cometieron el delito sobre ella son seguro menores de edad, y muy posiblemente menores de 14. Si así es habrán disfrutado de un cheque en blanco para el delito. Pero sea como sea ella vino a mí y en nombre de todos los Poetas de la Justicia la tomaré de mi mano que son miles de manos y pondremos rumbo a la Justicia Poética. Espero para ella saber hacer del proceso algo sanador. Y para ellos, si hay algún resquicio legal para que paguen, lo encontraré y pagarán.
