Lo de los fiscales en España no tiene cura. Sin resolver las andanzas del inefable linaje de los Zaragoza y sus desatinos en el “Caso Kote Cabezudo” (17 violaciones y abusos sexuales nada menos), ahora salta a la palestra el fiscal Stampa, conocido ya en el foro como “Picaflor«. Andaba en el “Caso Pablo Iglesias” de menudeo de información confidencial y secreta a su pareja, Marta Flor, abogada de Podemos, presentando a Iglesias como víctima de las cloacas del comisario Villarejo cuando las cloacas eran las de Podemos. Y el vicepresidente del Gobierno, ha pasado ya de víctima a presunto culpable de dos delitos: revelación de secretos y daños informáticos.
Pero no se ha hablado suficiente, en mi opinión, del acto que se está preparando el presidente Pedro Sánchez para el próximo día 16. Solo la columna atinadísima de Arcadi Espada el pasado jueves en El Mundo. El 16 se va a celebrar un gran homenaje a las víctimas del coronavirus. Se supone que presidido por el Rey, pero ya veremos a Sánchez discutiéndole el puesto. Es usual.
Homenaje y honor
Y hete aquí que cuando se le hace un homenaje a un muerto es por los honores a que se hizo acreedor en vida con el precio de la muerte. Por ello podrían homenajear a los médicos, sanitarios, fuerzas de seguridad etc. que murieron cuando trabajaban en salvar vidas que quizá no se hubieran perdido, por cierto, si el Gobierno hubiera actuado acertadamente a tiempo. Pero los muertos por la pandemia no murieron en nombre de nada. Murieron como se muere por una enfermedad. Otra cosa es que no debieran haber muerto.
Lo primero que debiera hacer el Gobierno es ofrecernos las cifras reales de muertos porque ellos siguen en los 28.000 aunque todo apunta a que andamos ya cerca de los 50.000. El Covid-19 ha matado en España a casi 20.000 mayores de 60 años, según las estadísticas del Ministerio de Sanidad. De hecho, el 86% de los fallecidos supera la setentena y el 95 % los 60 años. Esa mayor mortalidad se ha notado en la nómina de las pensiones. Terrible dato este del ahorro de dinero público, que lleva tres meses consecutivos reduciéndose, algo que no había ocurrido nunca hasta ahora. De hecho, entre marzo y mayo el número de pensiones de jubilación ha descendido en 28.938. El de pensiones de viudedad en 17.091, de acuerdo con los datos oficiales que ha dado a conocer el Ministerio de Seguridad Social.
Funeral de Estado
En esas muertes no hay honor. Hay muchísimo dolor, sufrimiento inmenso en soledad, duelo y debe haber memoria, sin duda. Lo que procede, y así se ha hecho en Francia, Gran Bretaña, Italia, etc (monarquías o repúblicas, esa igual, con Gobiernos de todos los colores), es un funeral de Estado, pero el Gobierno debe considerar que hacer un funeral es facha, o de derechas. No quieren un funeral como no han querido que veamos imágenes de los féretros.
Hemos visto los muertos de Italia, los muertos y los entierros masivos de Norteamérica, los féretros de Brasil. Aquí lo primero debiera ser saber la cifra real de fallecidos y ponerles nombres y apellidos, para poder oficiarles un funeral de estado en toda regla. Como decía Arcadi: “en el homenaje no se ve tanto al muerto como al honor por el que murieron. El que no haya honor, en este caso, le importa al Gobierno un pimiento”.
Quiere un homenaje para pintar la mona y tratar de que el personal se olvide de que no han muerto (muchos de ellos solos) por una enfermedad incurable ante la que la ciencia médica no tiene remedio, sino ante una pandemia cuyo índice de mortalidad está directamente vinculado con la asistencia que reciba el ciudadano, tanto en fase de prevención como en fase de tratamiento.
Y entre tanto el Gobierno no ha pedido perdón. Los familiares de las víctimas de la pandemia lo esperan, y hasta igual se lo conceden si lo piden. Pero no, el 16 se están montando un acto para tratar de limpiar sus conciencias y pintar la mona. Y los muertos (los reconocidos), seguirán muertos, y sus familiares derrotados por el dolor y el duelo, y sin funeral de Estado. Y los no reconocidos, en el olvido total, sin funeral y sin el puto homenaje para que luzca la figura del presidente. Vaya con el homenaje. Supongo que Don Simón ocupará también lugar preferente.
