El pasado fin de semana el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) celebró un Comité Federal que más pareció una reunión de borregos obedientes a un líder que va a vulnerar la legalidad vigente y dice hacerlo “por España”. El pastor del rebaño, Pedro Sánchez, que va camino de cargarse definitivamente un partido centenario, habló por vez primera de la amnistía. Dejó claro que la va a conceder sólo por su interés personal de seguir siendo presidente del Gobierno. Sánchez está consumando un autogolpe de Estado. Ha liquidado el Estado de Derecho, lo controla todo. Y va a amnistiar, en contra de la voluntad de los ciudadanos españoles, a los golpistas catalanes. A una élite corrupta y delincuente y posibilitará el referéndum de autodeterminación.
Sánchez hasta que perdió las elecciones defendía lo contrario de lo que dice ahora. Se hartó de decir que el referéndum y la amnistía no cabían en España porque no lo contempla nuestra Constitución. Y en el Comité Federal todos aplaudieron como un rebaño, como hubieran aplaudido si Sánchez hubiera defendido lo contrario. Todos los miembros de ese Comité son cómplices de Sánchez porque viven del momio y quieren mantenerse como sea en sus poltronas.
Todos los que conforman el Comité Federal son cómplices de la política de Sánchez
Solo Emiliano García Page balbuceo algunas palabras críticas, pero García Page lleva años ejerciendo de crítico a deshoras para después ponerse firmes con el jefe y tragar con todo obediente, como otro miembro del rebaño. Page habla mucho, con los medios, para lavar su imagen, pero no engaña ya a nadie porque no actúa. Se conforma con asistir al autogolpe y ser cómplice, porque sabe que depende de Sánchez para seguir siendo presidente de Castilla La Mancha, donde ejerce de virrey.
Ese Comité Federal un día fue un órgano de control del partido. Asistió en silencio a la intervención de su líder proclamando eufórico que se sitúa fuera de la ley porque “la condición”, literal, para que pueda seguir siendo presidente es consumar el autogolpe de Estado y amnistiar a los golpistas catalanes de 2017.
Y como Sánchez está desatado con la amnistía, ha tomado una iniciativa en Europa para que la Unión Europea (UE) no renueve las sanciones contra la revolución bolivariana de Venezuela que se impusieron tras las elecciones de 2017 y el fraude de las presidenciales de 2018. Y ha propuesto perdonar a los 55 chavistas, cercanos a Nicolás Maduro, generales, colaboracionistas, jueces, rectores electorales y torturadores del tristemnente famoso edificio Helicoide y la Dirección General de Contrainteligencia Militar.
La Unión Europea prohibió la entrada en su territorio de los 55 sancionados y ordenó congelar todos sus bienes y activos en la UE. Entre las sancionadas está la vicepresidenta Delcy Rodríguez. Mano derecha del dictador, que en enero de 2020 entró en España cargada de maletas y fue recibida por el entonces ministro José Luis Abalos. Supongo que alguien en el PSOE conocerá la historia y sabrá como acabaron sus colegas del PS italiano y francés. Este es el “progresismo” de Pedro Sánchez. Todos los borregos que conforman el Comité Federal del PSOE son cómplices de su política