El PNV, por boca de su presidente, Andoni Ortuzar, salió raudo y veloz al conocerse el resultado del 23-J a decir que “de ninguna manera vamos a hacer un viaje al pasado”. Y presumió de haber “frenado a la derecha” negándose incluso a mantener una reunión con el líder del PP, Alberto Nuñez Feijóo.
Como conozco el paño no me sorprendió. Aunque es hilarante escuchar al presidente de un partido de derechas de toda la vida como el PNV, que tiene como lema “Dios y leyes viejas” (en euskera “Jaungoikoa eta lege zaharra”) hablar de frenar a la derecha. Bien haría Ortuzar(desde su punto de vista), en tratar de frenar a la izquierda independentista porque EH Bildu le está comiendo la tostada de los votos. Además el año que viene hay elecciones autonómicas y es posible, e incluso probable, que tras esa cita electoral vasca el lehendakari sea Arnaldo Otegui. Y quizá los votantes del PNV se pregunten si su partido, al mando de Ortuzar, lo que ha hecho es frenarse a sí mismo.
El PNV un partido de derechas que ha pactado con izquierda y derecha
Es sabido, además, que el PNV, un partido, insisto, de derechas de toda la vida, ha pactado con izquierda y derecha sin problema. Siempre a cambio de mucho dinero, pero sin rubor. Y es sabido, además, que el fundador del PNV, Sabino Arana, era un acreditado racista. Y los veteranos recordamos las declaraciones que el año 2000 hizo Xabier Arzalluz, entonces presidente del PNV, al diario italiano “Il solo 24 Ore”. En ellas decía: “la independencia política de Euskadi se asienta sobre la identidad racial de los vascos. Los habitantes más antiguos de Europa, identificados por una señal genética, la sangre con RH negativo”.
Se organizó tal lío con esas palabras tan de tinte racista y xenófobo que el dirigente del PNV Iñaki Anasagasti, veterano diputado nacionalista en el Congreso, salió a la palestra a intentar apagar la polémica diciendo que tanto Arzalluz como él mismo “tenemos RH positivo”. No sé ni me importa que RH tiene Andoni Ortuzar, a quien conozco desde que mandaba en EITB, la radio televisión autonómica vasca, pero creo que ha hecho un ridículo insuperable. Quizá busca presentarse como un izquierdista que frena a la derecha corrupta y fascista para que no hablemos de los diferentes y variados casos de corrupción que salpican al PNV, que es largo y copioso.
Desde los listados de la Academia de Arkaute en la primera promoción de ingreso en la Ertzaintza en los que aparecían notas manuscritas junto a muchos nombres con anotaciones sobre quien debía superar las pruebas y quien no por su ideología o por sus amistades o enemistades con el PNV, al “Caso Tragaperras” en el que el PNV trincó dinero a manos llenas. O también el reciente “Caso de Miguel” en el que el Tribunal Supremo condenó el pasado mes de marzo a varios dirigentes del PNV alavés. Entre ellos Alfredo de Miguel, Aitor Tellería, Xabier Sánchez Robles y Koldo Ochandiano.
Ortuzar dice NO al PP de Feijóo sin escuchar lo que ofrece
Las malas lenguas, de las que no hay que hacer caso, dicen que Ortuzar y su PNV se han negado a hablar con Núñez Feijóo. Y que van a apoyar la investidura de Pedro Sánchez porque entre las contrapartidas que van a pedir está el indulto para sus dirigentes condenados. Yo no me lo creo. Un partido que tiene como lema “Dios y leyes viejas” es evidente que tiene que apoyar a la izquierda socialista. Más aún si esa izquierda es quien le apoya para gobernar en la Comunidad Autónoma Vasca y manejar los presupuestos, la Hacienda y la publicidad institucional. Lo malo para Ortuzar es que EH Bildu es quien más rédito está obteniendo de su apoyo al PSOE de Sánchez y quien está creciendo en votos.
Ortuzar y el PNV están en su derecho, solo faltaría, de pactar con quienes les venga en gana. Ellos sabrán lo que hacen y lo que piensa su militancia. Lo que está feo, por educación y urbanidad, es negarse siquiera a sentarse y escuchar al líder del PP. Un partido que ha sido el más votado en las generales. Además, vaya usted a saber las contrapartidas que estaba dispuesto Feijóo a darle al PNV. Ortuzar podía haber escuchado a Feijóo. Sí, y a la vista de su propuesta, decirle después que no contaba con el apoyo del PNV.
O sea que Andoni Ortuzar Dios, leyes viejas le dice que sí al PSOE de Sánchez. Y le dice no al PP de Feijóo sin escuchar lo que le ofrece cada uno de ellos. Es lo que hay. Así va todo. Claro que a Ortuzar no le va mal. Ahí sigue mandando en su partido, pero el año que viene el que igual deja de mandar es el lehendakari Urkullu, al que no creo que le guste que le suceda Otegui. Vaya usted a saber si entonces el PNV con un voto del PP pudiera salvar el Gobierno Vasco, ¿llamaría entonces Ortuzar al PP o seguiría frenando a la derecha?, porque si sucede que EH Bildu pueda gobernar en 2024 si que estaría justificada una alerta antifascista, digo yo. Dios, leyes viejas y el PNV a lo suyo que quizá no es lo de los vascos.
Me temo que a la burguesía vasca, tan vinculada al PNV, y al empresariado vasco, quizá no les haya gustado lo que ha hecho Ortuzar. Porque ya se sabe como es la política (empezando por el PNV), y buena parte del poder autonómico de España está en el PP. Y el PP se la va a tener guardada al PNV, y quizá si alguna empresa vasca trata de arrimarse a alguna Comunidad gobernada por el PP cuando llamen no les reciben y les dicen que llamen a Ortuzar. Y si llaman a Ortuzar quizá no les pueda atender porque esté muy ocupado frenando a la derecha. Dios, leyes viejas y el PNV mangoneando el País Vasco quizá por último año. Pero a Ortuzar le irá bien, siempre tendrá una mano amiga que le coloque con el riñón cubierto, aunque la mano sea de derechas.