Sánchez y su tropa han salido en tromba a atacar al juez Peinado por aplicar la ley y dictar apertura de juicio oral contra Begoña Gómez por malversación con jurado popular. Según la legislación vigente, una vez abierta pieza separada, Peinado no tenía otra posibilidad. No ha sido una elección personal del juez, que se ha limitado a aplicar la legislación vigente.
En la Sexta llevaron a dar lecciones de nuevo al ex juez Baltasar Garzón, condenado y apartado de la carrera por ordenar la interceptación de las comunicaciones entre unos procesados y sus abogados defensores. Un delincuente dando lecciones. En eso están el sanchismo y sus secuaces.
Fue la izquierda quien se empeñó en incluir la malversación en los juicios con jurado
Peinado abrió la pieza separada en el mes de marzo, y nadie presentó recurso contra esa decisión. Garzón miente a sabiendas cuando acusa a Peinado de abrir deliberadamente ahora la pieza separada para poder llevar a Begoña Gómez a un juicio con jurado.
El jurado popular es una vieja reivindicación de la izquierda española. Ya en 1982 el entonces ministro de Justicia Fernando Ledesma trató de que se aprobara una ley del jurado, pero no fue hasta que llegó al Ministerio el sin par progresista Juan Alberto Belloch cuando el PSOE sacó adelante la Ley del Jurado, redactada por el magistrado Luciano Varela, fundador de Jueces para la Democracia.
Durante los debates parlamentarios para ver que delitos se sometían a jurado, la derecha planteó que no se incluyeran los delitos de malversación, por considerar que quizá era un delito demasiado técnico, pero la insistencia y la mayoría socialista decidió incluirlos, como también la prevaricación.
Sánchez y Zapatero se han erigido en jueces y han dictado sentencia: la señora y el hermano de Sánchez son inocentes
Fue la izquierda también la que se empeñó en que se aprobara el jurado puro, y no el escabinado, formado por ciudadanos y jueces. Ahora no quieren jurado para el juicio contra Begoña Gómez. Incluso Sánchez ya ha dicho muy solemne que su señora y su hermano son inocentes. Y José Luis Rodríguez Zapatero ha calificado de “insólito” que Gómez vaya a ser juzgada con un jurado, y ha declarado también la inocencia de la señora del presidente afirmando que en el procedimiento “no hay absolutamente nada”.
Sánchez y sus cuates no plantean una reforma legal para retirar de los juicios con jurado los delitos de malversación para todos los ciudadanos. Solo quieren evitar que un jurado decida sobre la señora del presidente. A Zapatero, tan implicado en el apoyo al narcodictador Maduro en Venezuela, le parece “insólito” que se aplique la legislación vigente.
No va a ser un jurado de fascistas sino uno formado por ciudadanos decentes elegidos por sorteo
Si el Gobierno se llena cada día la boca de acusar a la judicatura de hacer lawfare y ser una recua de ultraderechistas, debiera estar contento de que el veredicto lo dicten ciudadanos elegidos por sorteo.
¿Es que Sánchez y sus acólitos creen que el jurado va a estar formado por una recua de fascistas? En RTVE he escuchado decir que como en Madrid gana por mayoría absoluta el PP de Isabel Díaz Ayuso el jurado estará compuesto en su mayoría por peligrosos ultraderechistas, o sea fascistas.
Vaya concepto de la moral de la ciudadanía tienen estos progresistas. Yo no tengo duda de que quienes formen ese jurado, voten a quien voten, emitirán su veredicto conforme al criterio que se formen durante el juicio.
La Fiscalía o las partes personadas pueden recusar con argumentos a cualquier miembro
Los miembros del jurado son elegidos por sorteo por las Delegaciones Provinciales del Censo Electoral. En septiembre de los años pares se sortea una lista bienal de candidatos a ser jurado. El numero de candidatos se calcula multiplicando por 50 el número de causas que se prevea vaya a conocer el tribunal del jurado. La selección del jurado para cada causa sale de la lista del censo electoral vigente en la fecha del sorteo. Y los elegidos saben que durante dos años en cualquier momento pueden ser llamados para formar un jurado. O sea, que los posibles candidatos a formar parte del jurado saben que lo son desde octubre de 2024.
En el proceso de selección del jurado un candidato puede ser rechazado por presentar causas que puedan afectar a su imparcialidad. Y tanto la Fiscalía como las partes personadas en la causa pueden recusar con argumentos a cualquier miembro del jurado.
Para el veredicto no es necesario que haya unanimidad. Se requieren 7 votos en delitos graves y 5 en delitos menos graves. Si el juez aprecia algún error, puede ordenar corregirlo e incluso puede llegar a ordenar al jurado una nueva deliberación. Una vez que el jurado establece si el acusado es culpable o inocente, es el Tribunal de magistrados quien dicta la condena o absolución y redacta la sentencia.
Los miembros del jurado decidirán según las pruebas practicadas en el juicio. No todos los ciudadanos son tan inmorales como quienes nos gobiernan
El activista Javier Ruiz, que oficia en RTVE por las mañanas, afirmó que “se dicta un tribunal con jurado. Para delitos de malversación es la excepción más que la norma”. Seguidamente conectó con un juez progresista de Jueces para la Democracia.El magistrado González Vega, habitual de las teles sanchistas, que afirmó rotundo: “No está en manos del juez. Es algo legalmente establecido. Es el procedimiento adecuado”.
Begoña Gómez no va a ser juzgada con un jurado de fascistas. Va a serlo por un jurado de ciudadanos a los que nadie conoce, que no tengo dudas de que emitirán su veredicto sin dejarse llevar por su ideología, la que sea. Seguro que alguno vota PSOE pero decidirá en conciencia y según las pruebas practicadas durante el juicio. Como si alguno es votante de Vox o el PP. No todos los ciudadanos son tan inmorales como quienes nos gobiernan.