El Director de Comunicación de Interior se quitó la vida el pasado lunes 25 de noviembre en las dependencias del propio Ministerio. Fuentes policiales han confirmado que el consejero técnico de comunicación, se lanzó por la ventana, cayendo a un patio interior. Su cuerpo fue trasladado al Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Madrid y se sigue investigando lo sucedido. El suceso podría haber ocurrido en torno a las 18,00h. Fuentes cercanas relatan cómo de repente la zona empezó a llenarse de sirenas, que poco después ya se entendió por qué habían llegado hasta allí.
Conmoción en el Gobierno por el suicidio del Director de Comunicación
Según se ha sabido, A.P.S., padecía desde hace tiempo una fuerte depresión. Lo que podría haberle llevado a suicidarse. El Director de Comunicación pertenecía al cuerpo de funcionarios del Ministerio y era un alto cargo. Llevaba más de 18 años trabajando al frente de la Comunicación en el Ministerio del Interior. Sus labores entrañaban una gran responsabilidad, pues estaba al cargo del diseño y la coordinación de la imagen corporativa del ministerio, así como de la Secretaría de Estado de Seguridad.
El propio ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska no se ha querido pronunciar sobre el hecho durante estos días e incluso algunos medios han recibido presiones para que no se diera a conocer la noticia. Poco o casi nada se sabe de la trayectoria de este alto funcionario del Ministerio, que había ocupado otros puestos, también exigentes, en torno a la comunicación de instituciones como la Delegación del Gobierno de Madrid y en proyectos de comunicación con el Instituto Español de Oceanografía.
Que el suicidio se haya producido en su lugar de trabajo habitual responde, como indican algunos expertos, al mismo comportamiento que sucede con otros profesionales, por ejemplo, del ámbito de la Defensa, que deciden quitarse la vida en el lugar en el que ocupan sus puestos laborales. El suceso ha conmocionado a todo el entorno del Gobierno.
Grandes presiones en el entorno laboral
Pero no ha trascendido mucho más acerca de lo sucedido en la tarde del pasado lunes. Se espera que en algún momento desde el Ministerio del Interior se emita un comunicado en el que se trate de aclarar, de manera oficial, el fallecimiento de este trabajador. Pero tampoco es seguro. Se guarda silencio máximo y muchos expertos alerta de la importancia de cuidar la salud mental, sobre todo en entornos muy exigentes, pese a que muchas voces indican que el funcionario padecía una fuerte depresión.
Según indican varias entidades que trabajan por estudiar y prevenir el suicidio, existen determinados grupos profesionales con una mayor tasa de suicidio que otros. Generalmente, se trata de profesionales que se ven sometidos a grandes presiones en su entorno laboral, que deben tomar muchas decisiones y a lo largo de un dilatado periodo de tiempo, se van sumiendo en depresión. Asimismo, se han encontrado grandes tasas de suicidio en profesionales como agricultores o granjeros, militares, bomberos, otros miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y profesionales de la salud.
Los sanitarios, además, se sabe que tienen “un riesgo incrementado”, enfermeros, dentistas, técnicos de emergencias o ambulancias y médicos, que, de hecho, tienen una tasa de suicidio más alta que la población en general y en comparación con otros profesionales. Para Durkheim, el suicidio es una “patología de las sociedades modernas”. Y precisamente por este motivo, no debemos dejar de perderlo de vista.
