La reflexión sobre este desastre en Valencia -que va para largo- me lleva a «La guerra de los mundos«. Ese conflicto entre la humanidad y una raza extraterrestre que pronosticó H. G. Wells en 1898 y que, en 2005, Spielberg llevara al cine. Aquí no hay extraterrestres, pero sí muchos políticos que lo parecen. Lo parecen porque sus políticas no están orientadas a lo que necesita el contribuyente. Están dirigidas a esquilmarlo para, con nuestro dinero, alimentar su credo y «a los suyos» mientras descuidan absolutamente a los españoles.
Nos falta un servicio integrado y profesional de alertas y protección civil. Nos falta inversión en infraestructuras para minimizar los efectos de esos fenómenos meteorológicos, sobre todo en aquellas zonas en las que se repiten, empero nos sobran todos los chiringuitos y los comisarios colocados y/o puestos al frente de los supuestos servicios públicos que, precisamente por eso, no funcionan. ¡Ya les vale!
Servicios que no funcionan, alertas que no llegan e incapacidad de afrontar el desastre
Desde la oscura Transición, la PPSOE va a lo suyo y nos distrae con cosas como el «Estado de las Autonosuyas» que, lejos de empoderar al ciudadano, descentralizando el poder, les empoderó más a ellos y ahora se traga buena parte de nuestros recursos. Con el mismo alimentan políticas y políticos ridículos, al tiempo que destruyen la necesaria unidad de acción en un país pequeño como es España. El resultado: servicios que no funcionan, alertas que no llegan y, sobre todo, una incapacidad supina de afrontar el desastre y canalizar la ayuda que se necesita, donde y cuando se necesita. Cuando vienen mal dadas de verdad –no me cansaré de repetirlo- estás solo. Además, estás sin dinero porque esos políticos, a base de impuestos en cascada, logran quedarse con casi el 70% de lo que produces. Te dejan completamente indefenso.
Han pasado muchos días desde la catástrofe no avisada por la dispersión competencial y las luchas políticas internas en las múltiples administraciones. La ayuda es ridícula (inexistente, en las primeras 48 horas). Son los particulares los que se movilizan mientras nuestro mastodóntico aparato público no consigue hacer nada. Si los de La Palma siguen tirados, ¿qué va a pasar ahora con Valencia? Pintan bastos. El General no se llevó la dictadura, sino que la transformó en una dictablanda donde todo quedaba atado y bien atado. Pero sí se llevó otras cosas como el Plan Hidrológico Nacional.
El agua es de todos los españoles, pero no podemos gestionarla: los excedentes no se pueden trasvasar de unas cuencas a otras. Los excesos pluviométricos, incluso en cuencas deficitarias, tampoco se pueden almacenar y gestionar porque no han creado nuevas infraestructuras y, por eso, estamos como estamos. ¡Más impuestos y más complicaciones! Esto es lo único que nos ha traído la PPSOE.
Una guerra entre la sociedad civil y los políticos
La cuestión, entonces, es si queréis –porque yo no quiero- seguir aguantando a estos tíos de la PPSOE. Esta es la guerra de los mundos de la que os hablo. Una guerra entre la sociedad civil, que paga y que no recibe nada a cambio, y los políticos que solo representan a su partido –no a los ciudadanos- y dilapidan nuestro dinero en cosas que ni queremos ni necesitamos. Muchos no han trabajado fuera del partido nunca. Gente que arranca en las juventudes hitlerianas del partido y que pasa su vida mandando sin haber hecho nada de provecho antes. Solo saben obedecer. Los profesionales quedan relegados. Un ejército de hijos tontos a nuestro cargo por ministerio de la PPSOE. Gente que no tiene NPI de nada y que está al frente de todo (no por vocación de servicio, sino para compartir sueldazo y favores con el partido).
Con el tiempo, todo esto ha generado en el Pueblo una desconfianza insana. Por si fuera poco, los políticos no paran de emitir alertas de todo tipo -para mantener el miedo alto- que hacen imposible distinguir cuando estamos ante un potencial peligro verdadero y cuando no. ¡Qué viene el lobo! Aunque, luego, las más de las veces, no ocurre nada. Fallos imperdonables que, no obstante, serán utilizados como arma política para alimentar el antagonismo y para reclamar más fondos y más impuestos.
Cuando cese el llanto y crujir de dientes, porque el desastre durará mucho más y se verá complicado por el Consorcio de Compensación de Seguros de la PPSOE, la pregunta que debes responder es: ¿vas a combatir en esta guerra de los mundos? Los de La Palma siguen tirados. En Valencia ocurrirá otro tanto. No te van a solucionar la papeleta, tendrás que hacerlo tú solito. Así que responde, ¿seguirás votando a la PPSOE o la abandonarás definitivamente para lograr una España mejor?
