La sanidad española se encuentra en un momento de profunda reflexión y análisis debido a los diversos desafíos que enfrenta en la actualidad. Aunque reconocida por su carácter universal y accesible, el sistema de salud público de España está bajo presión por múltiples frentes que ponen en entredicho su capacidad para proporcionar una atención médica de calidad de manera sostenible y equitativa.
Uno de los problemas más importantes es el desequilibrio financiero. Esto intensificado por el envejecimiento de la población y el aumento de enfermedades crónicas que demandan tratamientos prolongados y costosos. Este escenario plantea interrogantes sobre la distribución efectiva de recursos y la necesidad de encontrar fuentes de financiación que garanticen la viabilidad a largo plazo del sistema.
Las listas de espera empeoran en casi toda España
Unos de los grandes problemas de la sanidad española son las listas de espera para procedimientos médicos especializados. Impactan negativamente en la calidad de vida de los pacientes y cuestionan la eficacia de la gestión hospitalaria. Estas demoras evidencian la necesidad de optimizar los procesos administrativos y mejorar la coordinación entre los diferentes niveles de atención médica.
Los últimos datos publicados por el Ministerio de Sanidad, correspondientes a 31 de diciembre de 2023, reflejan un aumento generalizado en los tiempos de espera con respecto a la situación de finales de junio. Si se comparan los datos con los de un año antes, diciembre de 2022, se observa un empeoramiento de los indicadores tanto en las listas de espera para recibir una intervención quirúrgica, como en los de consultas externas. Aunque es mayor en el segundo caso.
Con respecto a la evolución de la espera para una intervención quirúrgica en cada comunidad autónoma se observa que, en el segundo semestre del 2023, casi todas las regiones han empeorado sus tiempos de espera. Excepto en Canarias, Castilla- La Mancha y País Vasco, donde se observa una ligera mejoría. Si se compara con la situación de un año antes (diciembre 2022) se observa un claro aumento en los tiempos de espera para una intervención quirúrgica. Especialmente en Andalucía, Ceuta y Melilla, donde los tiempos medios de espera superan los 40 días de un año para otro.
También en los tiempos de espera para ver por primera vez al especialista, el incremento durante los últimos seis meses del 2023 fue generalizada. De hecho, solo se salvan ligeramente Cataluña y Ceuta, ya que Melilla y Castilla La-Mancha se mantienen estables. Sin embargo, con respecto a los datos del año anterior, diciembre de 2022, solo mejora los tiempos de espera para acudir a una cita con el especialista La Rioja, y sucintamente Madrid y Castilla y León.
La falta de investigación en enfermedades raras
En la sanidad española persisten grandes grupos de enfermedades (cardiovasculares, neoplásicas, neurodegenerativas e infecciosas, entre otras) con altas cifras de morbilidad, mortalidad y pérdida potencial de calidad de vida y de años productivos. En estos grupos de enfermedades, la masa crítica de investigadores es reducida y dispersa, con grupos de calidad pequeños, fragmentados. Hay muy poca investigación. Investigación que en, muchos casos, puede salvar la vida de muchas personas.
Además, tres millones de personas en España padece una enfermedad rara. Según la OMS, cerca de un 7% de la población padece una enfermedad de este tipo. Un 70% de los enfermos tiene discapacidad. Es decir, tres millones de personas en el conjunto del Estado y sus familias sufren directa o indirectamente las enfermedades raras. Para la mitad de los pacientes, el diagnóstico de estas enfermedades significa un riesgo vital o una discapacidad significativa. Los tratamientos de las enfermedades raras suelen estar más orientados en mejorar la calidad de vida del paciente que en curar la enfermedad. Sin embargo, solo el 5% recibe el tratamiento adecuado. ¿Y el 95% restante?
Ese porcentaje deriva de la falta de investigación y, como consecuencia, de un ineficaz tratamiento médico. El panorama de la investigación de enfermedades raras en España comparado con otros países es desolador. Si la investigación en sanidad ha bajado un 7% desde 2010, en raras lo ha hecho hasta un 50%.
En definitiva, los problemas de la sanidad española requieren una reflexión profunda y acciones concertadas para fortalecer un sistema que sigue siendo fundamental para el bienestar de la población. Abordar estas cuestiones exige un enfoque integral que combine la innovación, la eficiencia administrativa y el compromiso con la equidad y la accesibilidad. Solo así podrá la sanidad española enfrentar con éxito los desafíos del presente y prepararse para las demandas del futuro.
