El consejo de seguridad de la ONU ha votado una resolución de alto el fuego en Gaza. Temporal, eso sí. Durará lo que dure el Ramadán. Se trata de su primera petición para detener los combates. Exigió una tregua en Gaza. Un alto el fuego que ya desde Jordania, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ya había confesado que consideraba necesario.
Las resoluciones del Consejo de Seguridad son consideradas automáticamente derecho internacional y se consideran vinculantes para todos los Estados miembros de las Naciones Unidas. Así que Israel entrará en desacato si desobedece la orden expresada. La resolución se limita a pedir el alto el fuego durante el mes de Ramadán que comenzó el 11 de marzo. Exige la devolución de 130 rehenes secuestrados en Israel y retenidos en Gaza. Además hace hincapié en la urgente necesidad de permitir que la ayuda humanitaria llegue a la población hambrienta del enclave asediado de Gaza. La resolución incluye asimismo una exigencia de que las partes cumplan con sus obligaciones conforme al derecho internacional en relación con todas las personas detenidas.
La votación ha contado con la abstención de EE.UU., que en esta ocasión no ha vetado nada, pero tampoco ha liberado su voto positivo como sí lo han hecho el resto de los 14 países miembros. La tensión entre EE.UU e Israel quedan al descubierto. EE.UU se mantiene al margen y no usa su poder de veto. Washington ha marcado distancias con Tel Aviv y ha permitido por primera vez en casi seis meses la aprobación de una resolución que exige inequívocamente un alto el fuego en Gaza.
La reacción de Israel no ha tardado en llegar. Saca a flote las tensiones con su aliado tras una votación que redobla la presión para poner fin a los combates. El primer ministro Benjamín Netanyahu ha cancelado la visita de dos de sus principales asesores a Washington, tildando la decisión de un “claro retroceso” de la “posición constante” de EEUU en el Consejo de Seguridad desde el comienzo de la ofensiva. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu ha considerado que la votación «no es vinculante«. Y además, ha alertado a EE.UU. de que su abstención le ha hecho retroceder en su posición dentro del consejo de seguridad de la ONU.
Vamos, que hará «como el que ve llover«. Pese a las insistentes peticiones por parte de varios países de Europa y de todo el mundo musulmán que alertan del desastre humanitario que están suponiendo los bombardeos en la zona. Nada menos que 32.000 muertos en la franja de Gaza.
El resultado de la votación. Es el alto el fuego entre Israel y Hamas solo durante el mes del Ramadán, que finaliza el próximo 9 de abril. El embajador israelí Gilad Erdan, tras la votación, expresó su enfado y su desacuerdo con la votación diciendo que parecía ser que «la sangre de los israelíes es barata«. Por su lado, el representante de la autoridad palestina confesó también que la violencia, la masacre, la pesadilla, aunque temporal, acaba ahora. Pero recalcó también que «sanar el trauma y la devastación llevará generaciones«.
