Carrusel de temporales, tormentas exageradas, Aline, Bernard o ciclogénesis explosiva. Son varias las maneras que a partir de ahora vamos a poder utilizar para describir el tiempo con el que finalizamos el mes de octubre. Los temporales no hacen más que sucederse. Cada uno con un nombre diferente y ya son varias las zonas de España que reciben cada día una alerta de un color distinto cada vez. En función, eso sí, de la gravedad que presente o de la viralidad con que se acerque hasta la zona en cuestión.
La borrasca Aline, la de las pasadas semanas, ha dejado tras de sí más de 500 incidencias en Sevilla al verse afectado su arbolado. En otros lugares como Galicia, 600 incidencias, registradas por el 112. Todas ellas relacionadas con el viento y la lluvia. La mayoría han estado relacionadas con las carreteras y vías de circulación, con la caída de árboles y desprendimientos de ramas. También con la aparición de obstáculos en las vías o incluso con material eléctrico y postes de alumbrado afectados. La mayoría de los trabajos realizados durante el temporal Aline ha estado encaminado a prevenir inundaciones en carreteras o prevenir otros riesgos de mayor calado. El litoral cantábrico ha sido el gran afectado y se han podido observar olas de hasta 9 metros.
La borrasca Aline también ha sido la culpable de haber provocado grandes inundaciones en el metro de Madrid. Ha regalado a la ciudad lluvias de hasta 108 litros por metro cuadrado, su récord en 160 años. Desde la AEMET aseguran que Aline y Bernard están dejando sobre la Península casi cuatro veces más del agua que suele caer en nuestro país en esta época del año. El resultado de este cóctel de fuertes rachas de viento y de tormentas que no cesan nos regalará en las próximas semanas tiempo muy inestable en todo el país. Sobre todo la zona noroeste del país, que será, previsiblemente y según indica la AEMET, la más afectada. Además, de manera generalizada las temperaturas irán a la baja. Se espera que la cota de nieve se sitúe en torno a los 1.700 metros.
Temporales que no van a cesar en nuestro país
Las lluvias no van a cesar en los próximos días con lo que contribuirán a aumentar la reserva hídrica de nuestro país, ahora al 35%. Todo, fruto de la borrasca llamada Bernard, la segunda gran borrasca de esta temporada. Vientos intensos, lluvias abundantes y puede que calles anegadas de agua, rotura de puentes de acceso entre municipios, colapso en las carreteras…
El temporal no va a cesar. Quizá haría falta reconsiderar que este tipo de vientos huracanados, de borrascas en las que la lluvia y el aire son los protagonistas, no hace más que demostrarnos que contra la naturaleza nada se puede hacer. Que podemos adaptar nuestra forma de entender la meteorología, que un verano que se alarga más de la cuenta quizá dé alegría porque hay sol, pero cuando finalice, “otro gallo seguro que canta”, como dice el refrán. También nos demuestra que debemos adaptar nuestro alcantarillado, carreteras y el acceso al transporte público como los suburbanos a estas inclemencias que, según dicen los expertos, van a ser más comunes de lo que creemos en los próximos años.
Aline y Bernard han sido los nombres que se les ha dado a estas borrascas “de alto impacto”. Puede que en los próximos años se repitan con otras nomenclaturas. Y como aseguran algunos meteorólogos y expertos en el clima, no es otra cosa que fruto de los modelos proyectados por el cambio climático. La siguiente en llegar, de acuerdo con el orden alfabético que se establece en la predicción meteorológica, será la borrasca Celine, siempre que cumpla con las características necesarias para ser considerada borrasca de alto impacto. Tras ésta, Domingos y después, la borrasca Elisa. Quedan muchas aún por sorprendernos y por mostrarnos que debemos estar preparados y alerta. El clima y el tiempo aún nos tiene muchas sorpresas guardadas debajo de la manga.
