El Congreso de los Diputados aprobó el pasado 15 de diciembre la Ley de Salud Sexual y Reproductiva y de Interrupción Voluntaria del Embarazo. Más conocida como Ley del Aborto. No deja dudas de qué puntos son los que iban a causar y están causando mayor debate público y mayor controversia. El Pleno del Congreso dio luz verde a la Ley. Con 190 votos a favor, 154 en contra del Partido Popular, Vox y Ciudadanos y 5 abstenciones. El Senado reactiva hoy, 1 de febrero, la tramitación de la misma. Es, según afirman algunos, junto con la llamada Ley del «solo sí es sí», uno de los proyectos estrella del Ministerio de Igualdad. La Cámara alta introdujo varias modificaciones lo que permitirá que, el pleno del Congreso ratifique los cambios. Se otorgará el sí definitivo a la Ley el próximo 16 de febrero.
La Ley no habla únicamente de interrupción del embarazo. Aborda muchos más aspectos relacionados con la salud sexual y reproductiva. En resumidas cuentas, la nueva Ley pretende garantizar el acceso a la interrupción voluntaria del embarazo en la Sanidad Pública. Elimina la necesidad de que aquellas mujeres de 16 y 17 años cuenten con permiso paterno para abortar. Y asimismo, impide explícitamente que aquellas mujeres que acuden a un centro a abortar, reciban información sobre el embarazo. Con la nueva Ley solo se podrá dar información a aquellas que lo soliciten. Se busca, según afirman desde el PSOE, que las mujeres que desean abortar reciban solo la información clínica que sea imprescindible y pertinente. Así como evitar prácticas que se alejen de la evidencia científica.
Además, elimina el plazo de reflexión de tres días que opera en la actualidad. Así como la obligatoriedad de recibir información sobre ayudas y recursos que están actualmente disponibles para aquellas mujeres que hayan decidido continuar con el embarazo. El objetivo es evitar que exista injerencia alguna en la decisión de la mujer. De modo que, a partir de los 16 años, las mujeres podrán abortar durante las 14 primeras semanas de la gestación. A partir de esta semana y hasta la 21, se podrá realizar un aborto terapéutico. O lo que es lo mismo, una interrupción del embarazo por causas médicas (malformaciones en el feto o riesgo para la vida de la madre gestante).
Una Ley no exenta de polémica
Esta nueva Ley incorpora a nivel burocrático importantes cambios, pues obliga a la reorganización de los recursos públicos. En cuanto a que a partir de su aprobación aquellas mujeres que quieran interrumpir su embarazo puedan hacerlo en un centro público. Y así mismo, permitirá la creación de un registro de objetores de conciencia. Pero en el nuevo texto también se contempla la salud menstrual como parte fundamental de la salud de la mujer.
Poco se habla de que esta nueva Ley habla también del reparto gratuito de productos de higiene menstrual en centros educativos o de servicios sociales para las mujeres que se encuentran en riesgo de exclusión social y prisiones. O que se incorpora un nuevo permiso remunerado antes del parto, que podría solicitarse desde la semana 36 hasta el momento en que la mujer dé a luz. O de la baja de tres días (bajo supervisión médica) para aquellas mujeres que tengan menstruaciones incapacitantes.
La Ley del aborto irrumpe en el debate público bajo sonadas polémicas como las aparecidas en Castilla y León, donde Vox lanzaba a finales del año pasado una iniciativa que incluía un protocolo en el que se contemplara un estudio ecográfico a partir de la sexta semana de embarazo. Además, el mencionado protocolo determinaría registrar el latido cardíaco del feto. Promovía asimismo que las mujeres gestantes, pudieran acceder a una ecografía 4D a lo largo de su embarazo.
El anuncio por parte de Vox no tardó ni dos días en desdecirse o en no llevarse a cabo del todo, pues a mediados del mes de enero, el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, declaró que el protocolo que se tenía ya no se iba a cambiar. Tras las comparecencias y anuncios por parte de Vox, el Boletín Oficial de esta Comunidad Autónoma no publicó las medidas ni el 16, ni el 17 ni tan siquiera el 18 de enero, como se tenía previsto. Pero esta situación y estas declaraciones, dimes y diretes, sirvieron para poner sobre la mesa un debate que nunca va a terminar en España: el del aborto sí al 100% o el aborto con limitaciones.