En los artículos precedentes donde se narra la destrucción de los sueños de muchas jóvenes en el mundo de la moda por parte de depredadores disfrazados de fotógrafos, agentes de modelos y magnates de la industria, no nos podemos olvidar del movimiento que se inició en las redes sociales. Dos simples palabras en inglés con forma de hashtag abrieron la puerta a multitud de mujeres famosas y otras no tanto. Relataban los abusos y violaciones que sufrieron en manos de hombres poderosos. Se trataba y se trata de dar visibilidad a la inmensa magnitud del problema que muchos a día de hoy se empeñan en negar: la cosificación de la mujer.
#MeToo recorrió la red contabilizando millones de entradas y publicaciones a lo largo y ancho del planeta. Y así fue como comenzaron las denuncias contra Harvey Weinstein. En octubre de 2017 dos de los principales periódicos de Nueva York publicaron decenas de acusaciones de abuso sexual, acoso y violaciones del afamado productor de cine. Tal es así que el 24 de febrero de 2020 fue declarado culpable y sentenciado a 23 años de prisión.
Weinstein fue amigo íntimo de Jeffrey Epstein y de Ghislaine Maxwell durante muchos años. Pero esa amistad acabó bruscamente. El propio Jean-Luc Brunel le contó el por qué al abogado de una de las víctimas de Epstein, Brad Edwards. Harvey Weinstein se encontraba en el lujoso apartamento propiedad de Jeffrey Epstein en Francia. Una de las jovencitas de éste le estaba dando un masaje. Como era de esperar, el productor cinematográfico le exigió el “final feliz” pero ella se opuso. Ante la negativa Weinstein la agredió verbalmente. En ese momento Epstein entró en la habitación furioso y echó fuera a su gran amigo. “Y no vuelvas nunca más por aquí”, le espetó. El mismo Epstein le confesó a este abogado años más tarde que “Harvey era un cerdo”. Aquella jovencita era una de las favoritas de Epstein, de ahí su reacción.
En esta mezcolanza entre los mundos de la moda, el cine, la televisión y el famoseo en general, hay que añadir otro que está íntimamente ligado a todo lo anterior: la política. Desde que se hizo pública la agenda de Jeffrey Epstein conocida como “little black book”, han salido a la palestra los nombres de Tony Blair, George Bush, Bill Clinton, Donald Trump y un tal José María Aznar, entre otros.
Ya que anteriormente hemos mencionado la discoteca Ku en Ibiza cuyos propietarios eran de San Sebastián, no podemos olvidarnos de una familia y de su principal fuente de ingresos enfocada en la noche donostiarra. López de Montenegro es un apellido que está ligado a la sala de baile que ocupa parte de los bajos del paseo de La Concha: Bataplán. En el periódico de mayor tirada de la provincia guipuzcoana de 5 de enero de 2007, un amigo y conocido de Kote Cabezudo relataba la fiesta que organizó este dentista aficionado a la fotografía en la discoteca Bataplán. Se trataba de elegir entre varias aspirantes a aquella jovencita que sería nombrada “chica Koma”. Su premio era salir en la portada de la revista de moda Fotokoma.
Pero vamos con otra de esas casualidades. En la agenda negra de Epstein aparece el nombre de Jorge Urbiola López de Montenegro. Nacido en San Sebastián (Guipúzcoa) en 1969. Está doctorado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid y es diplomático de carrera. Ha sido Consejero Técnico en Presidencia del Gobierno. Ha estado destinado en las Embajadas de España en Serbia y Montenegro, Mozambique, Ucrania y Austria. Como Profesor de Derecho Internacional Público ha sido docente en la IE University (Madrid, España) y en la Universidad Nacional de Kiev-Mohyla (Kiev, Ucrania). Habla español, inglés, francés, alemán, portugués, italiano y ruso.
En las 92 páginas de la agenda de Epstein hay nombres, direcciones, correos electrónicos y números de teléfono de muchas personalidades. Una de ellas es el yerno del ex presidente del gobierno José María Aznar, Alejandro Tarik Agag Longo. Casado con Ana Aznar Botella fue el creador del campeonato de Fórmula E para la Federación Internacional de Automovilismo. Y ya que hablamos de coches…
En la misma agenda aparecen Bernie Ecclestone y Flavio Briatore, este último relacionado con el mundo de la moda en cierta manera, ya que en 1998 se confirmó su relación con Naomi Campbell, famosa en el mundo de la moda y de la agencia Elite. En marzo de 2003 se le relaciona con Heidi Klum, top model también de Elite. Pero la modelo que consiguió llevarle al altar fue Elisabetta Gregoraci. Se casaron en 2008, tuvieron un hijo en 2010 y se separaron en 2017. Briatore era el propietario del flamante yate de 50 metros Lady in Blue donde tuvo lugar la celebración del 31 cumpleaños de por aquel entonces su novia Naomi Campbell. A la fiesta asistieron Jeffrey Epstein, Ghislaine Maxwell y Virginia Giuffre Roberts.
Siguiendo con los amigos y asociados de Alejandro Agag y con las anotaciones en la agenda de Epstein, también figura un empresario que ha estado implicado en la trama Gürtel: Jacobo Gordon Levenfeld. En 2016 la Fiscalía solicitaba los dos años de prisión por supuestos blanqueos de capital.