El Gobierno de Pedro Sánchez ya ha concedido el indulto a los golpistas catalanes. Convendría que todo el mundo leyera los argumentos del Ejecutivo en los informes en los que se señala que: “no lo merecen personalmente”. Es evidente a partir de esa lectura, que Sánchez les ha concedido un indulto colectivo, prohibido expresamente por la Constitución. En el caso de los dos Jordis, Rull, Turull y Forn dicen los informes que: “se echan en falta gestos o declaraciones que hagan evidente su voluntad de reconducir sus reivindicaciones políticas por las vías establecidas”. En el caso de Cuixart el informe del Ejecutivo advierte que: “ha expresado reiteradamente… que volvería a cometer los mismos actos…incluso ha publicado un libro titulado Lo volveremos a hacer”.
Respecto a estos cinco golpistas el informe deja claro que no existe ningún “arrepentimiento, ni razones de equidad y justicia”. A renglón seguido asevera que hay: “ineludibles y prioritarias razones de utilidad pública”. En cuanto a Oriol Junqueras, Carmen Forcadell, Raúl Romeva y Dolores Bassa sí encuentra el Gobierno que existen argumentos para hacerles merecedores del perdón. De Junqueras dice que: “admite que hay que acatar las leyes” y que: “las vías unilaterales no son viables ni deseables”. También que “tiene un peso indiscutible en el devenir de las relaciones entre Cataluña y España” y le considera: “una persona clave para restaurar la convivencia en Cataluña”.
Indultos concedidos en bloque
Es evidente a la vista de la lectura del informe del Gobierno, que los indultos han sido concedidos en bloque. Son colectivos porque de lo contrario a Junqueras, a la vista del informe, debiera haberle indultado también la inhabilitación para cargo público durante los 10 años que le quedan de condena. Pero como no se ha hecho lo que ordena la Constitución, que es analizar y denegar o conceder los indultos de modo individual, todos han recibido el mismo trato.
Ahora a ver qué pasa. A ver cómo se desarrolla esta fase de cordialidad y diálogo con Cataluña. Bueno con Cataluña no, con los líderes independentistas catalanes, que no es lo mismo. De entrada parece que Sánchez no tiene otro plan que ir ganando tiempo. Los indultados, que volverían a prisión si delinquen en los próximos seis años, ya lo han dicho clarito, esta es una primera victoria pero lo que quieren es la amnistía y la autodeterminación. Y atención a la famosa mesa de diálogo. Porque pregunto: ¿estarán en esa mesa sentados los partidos que en Cataluña no defienden la independencia? Digo yo que el diálogo tendrá que incluir a todos los partidos catalanes sin ninguna excepción.
Y qué pasa también con los recursos que Vox y PP van a presentar ante la Sala Tercera de lo Contencioso del Tribunal Supremo. Es evidente que los indultos no responden a ninguna “utilidad pública”, sino a la utilidad particular de Pedro Sánchez para quedarse en la Presidencia del Gobierno. Otra cosa es que el Supremo, primero, admita a trámite los recursos, y segundo, resuelva a favor o en contra de ellos.
¿Fuga de los indultados?
Si la Sala Tercera admite los recursos antes de que resuelvan, los indultados se fugarán, se largarán de España. Probablemente lo harán a Waterloo, donde a Puigdemont le sobra sitio en el casoplón que le pagan todos los españoles, hasta que la resolución del Supremo sea pública, para evitar el ingreso en prisión si los jueces no le dan la razón al Gobierno. Es probable que si el Supremo anula los indultos el asunto acabara con el Gobierno de Sánchez. Lo que es seguro que el presidente habría hecho un ridículo histórico y un daño irreparable a la imagen de España.
Guarden este artículo. Igual que Puigdemont se fugó lo harán los indultados si el Supremo admite a trámite los recursos. Recuerdo cuando Pedro Sánchez decía en los mítines, en la prensa y en el Congreso: “No habrá indultos. Por más que la ultraderecha insista en ello no los habrá. No es no, y nunca es nunca”. Algunos dijimos y escribimos que los habría, y no nos equivocamos. Era evidente que Sánchez mentía. Y por si había alguna duda, el 31 de mayo de 2018 firmó un contrato con ERC y con EH Bildu y el PNV, que le solventaron la moción de censura a Mariano Rajoy. Ese contrato establecía unos pagos en plazos, y los acreedores no le van a perdonar ni uno, y si incumple tiene que disolver las Cortes y convocar elecciones. Esto es lo que hay.
Ahora Sánchez tratará de ganar tiempo. Quizá llegue alguna resolución del Consejo de Europa criticando al Tribunal Supremo, a la sentencia del “procés” y a la Justicia española en general. Aunque el Consejo de Europa, sépanlo, no sea una institución de la Unión Europea. Es un foro ajeno a las instituciones de la Unión. Una organización intergubernamental creada en 1949 para “promover la democracia y proteger los derechos humanos y el Estado de Derecho en Europa”. Un letón llamado Boriss Cilevics ha sido el encargado de redactar una resolución que asume el discurso secesionista. Se ha basado esencialmente en información facilitada por la entidad independentista Ómnium Cultural.
O sea, que no se dejen engañar por las resoluciones del Consejo de Europa, que tienen truco. Allí se mueven bien los indepes. El Gobierno español feliz de que le echen una mano tras los indultos. Y Sánchez por supuesto, utilizará el reparto de los Fondos Europeos para beneficiar a Cataluña en detrimento de otras Comunidades. De modo que el Gobierno de Esquerra podrá seguir regando el clientelismo de la burguesía catalana, y constituirá la famosa mesa de diálogo. No entiendo por qué ha de convocarse porque vivimos en democracia, y donde han de dialogar es en los Parlamentos catalán y español. Y claro, presentar al PP, a Ciudadanos y a Vox como partidos ultraderechistas, intransigentes y centralistas que reprimen el ansia de libertad de los catalanes. A los catalanes que no son indepes, que les den, como al resto de los españoles.
Y al final, si el Supremo no anula los indultos y los golpistas siguen en sus puestos, se repetirán los acontecimientos. La historia se repite. Tiempo al tiempo.
